Las Primeras Jornadas Binacionales por la Memoria Juan de Dios Aramayo Vallejos, que comenzarán hoy en La Quiaca, Argentina, y concluirán mañana en Tupiza, Bolivia, se realizan en el marco de un nuevo aniversario del golpe de Estado de Hugo Banzer Suárez en Bolivia (1980) y la Noche de los Apagones en Ledesma (1976).

Las jornadas se realizarán a partir de las 16; en La Quiaca, se desarrollarán en el Jardín Wawa Huasi, y en Tupiza, a 93 kilómetros, en el Salón Alfredo Domínguez de la alcaidía de esa ciudad.

En la apertura, en La Quiaca, la periodista Silvia Martínez hablará sobre Juan de Dios Aramayo Vallejos, desaparecido durante la dictadura de Luis García Meza en Bolivia y la de Jorge Rafael Videla en Argentina, en el marco de la Operación Cóndor. La investigadora Gabriela Karasik hablará del ingenio Ledesma, la Noche del Apagón y la represión en Jujuy en la década de 1970. La doctora en filosofía Paula Hunziker expondrá sobre "El trabajo de la memoria entre la verdad y la justicia". René Aramayo, hijo de Juan de Dios, se referirá al tema "Derechos humanos y dignidad humana. Problemáticas sobre derechos humanos". El también académico de filosofía Eduardo Rinesi hablará sobre "Nombres y figuras de lo común". Y Virginia Carranza, del  del Comité de Solidaridad con los Pueblos Latinoamericanos, reflexionará en torno a la integración regional desde la clave de memoria, verdad y justicia.

El 18 de julio, en Tupiza, en la apertura expondrán René Aramayo y el historiador tupiceño Freddy Tarcaya. También en este caso se comenzará hablando de Juan de Dios Aramayo Vallejos. Después el escritor Humberto Ortiz Pozo expondrá sobre el cuento "El preso está muerto" y el contexto sociopolítico de Tupiza en 1980. El también escritor Waldo Barahona Ruiz ofrecerá un avance de su novela histórica sobre los asesinatos cometidos por la dictadura boliviana. El periodista Carlos Burke hablará sobre "Las entrevistas por la verdad". Hunziker expondrá sobre el tema "Universidad y DDHH. Notas para pensar la experiencia de una búsqueda". Flavia Dezutto hablará sobre filosofía, terror y revolución y René Aramayo reflexionará sobre el tema "Propósito e itinerario de una búsqueda". 

El cierre de las Jornadas será con la referenta de derechos humanos, ex presidenta de la Comisión de la Verdad de Bolivia, la médica Nila Heredia, que fue ministra de Salud en el primer y segundo mandato de Evo Morales Ayma. 

El conglomerado urbano que forman La Quiaca y Villazón, apenas separadas por la frontera internacional, fue escenario de la Operación Cóndor, campaña de represión que incluía actividades de inteligencia, detenciones ilegales y desaparición de opositores, y comprendió a Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil. 

Juan de Dios Aramayo Vallejos, ciudadano boliviano de cuya detención ilegal en La Quiaca se cumplen mañana 44 años, fue víctima de la colaboración represiva de las dictaduras del Cono Sur. "Mi padre era militante del MIR, militancia de izquierda, que tenía ramificaciones en Chile, Bolivia, pero que no se relacionaban, cada uno pareciera que eran bastante independientes", contó René Aramayo. 

Juan de Dios era un dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Militaba en la región del departamento Potosí. "La militancia consistía en primer lugar en asambleas con los mineros, con el campesinado", se trataba "de reorganizar la voluntad popular bajo el signo de un partido impulsando las consignas de la jornada laboral, los derechos de salud, los derechos de educación" en un contexto social en el que "había mucho analfabetismo, mucha segregación", y quien "no sabía leer y escribir directamente era usado para el trabajo forzado", con jornadas laborales de hasta 15 horas. 

En esa militancia Juan de Dios viajaba mucho entre Argentina y Bolivia. En 1970 comenzó a estudiar filosofía en la Universidad Nacional de Córdoba, carrera que años después abrazo su hijo. "Creo que la militancia la tomó desde allí en la época del Cordobazo, él no pudo terminar su carrera y directamente se encaminó a su militancia entre Tupiza, también Tarija (su ciudad natal)", relató René antes de aclarar que no tiene más información que la que le dieron los amigos de su padre, ellos mismos sobrevivientes. 

Juan de Dios, de 31 años, fue secuestrado en La Quiaca (donde vivía con su mujer), cuando iba de viaje a Bolivia, porque Hernán Siles Suazo había gando las elecciones. Sin embargo, el golpe de García Meza impidió la asunción del gobierno democrático y "al día siguiente lo secuestran a él en horas de la mañana". Testigos afirmaron que gendarmes argentinos lo subieron a una camioneta y se lo llevaron. Por los dichos de otros gendarmes se sabe que fue trasladado a Bolivia, donde fue visto detenido en el Regimiento de Caballería 7º "Chichas", de Tupiza, lugar en el que se pierde su rastro. René Aramayo recordó que su madre confrontó con autoridades de ambos países, primero en La Quiaca y después en Tupiza, hasta que las amenazas y actos de amedrentamiento la obligaron a cesar en la búsqueda. 

El CCD de Gendarmería 

René Aramayo destacó que existe poca información sobre la colaboración para la represión entre Argentina y Bolivia. Por testimonios de detenidos, se sabe que el Escuadrón 21 de Gendarmería Nacional en La Quiaca funcionó como "un centro de detención ilegal donde circulaban los secuestrados de Bolivia hacia Argentina y al revés", y se sabe también que "la colaboración entre Argentina y Bolivia data de mucho antes, es decir, de la dictadura de Banzer", en cuyo primer gobierno dictatorial, iniciado en 1971 y que duró hasta 1978, "también hubo argentinos que fueron asesinados allá en Bolivia". A su vez, hubo perseguidos de Bolivia asesinados en Argentina, como ocurrió con el ex presidente Juan José Torres, el 2 de junio de 1976.

La plaza de la memoria en La Quiaca.

En 2017 el Escuadrón 21 fue declarado sitio de memoria del terrorismo de Estado. René Aramayo resaltó que tampoco se sabe mucho sobre este centro clandestino de detención y torturas. "Con el caso de su padre podemos de alguna manera preguntar qué pasó, cómo operaba eso. Todavía sobre eso por el lado de Bolivia no hay archivos desclasificados de la década del 80", si bien hay una causa penal que impulsa HIJOS en Jujuy, "pero realmente lo que se tiene es poco", lamentó. 

Como ocurre con la represión estatal ilegal, que se aseguró la impunidad ocultando información, no hay certeza sobre la cantidad de personas de Bolivia secuestradas o desaparecidas en Argentina en el marco de la Operación Cóndor. El caso de Juan de Dios Aramayo Vallejos exhibe la dificultad para sistematizar esa información, su desaparición aún no tiene una sentencia judicial firme y no figura entre las víctimas de colaboración represiva. Tampoco figuraba el abogado boliviano Gustavo Medina Ortiz, secuestrado en la ciudad de Salta en 1976, por una patota integrada por represores argentinos y bolivianos "en el marco del ‘Plan Cóndor’”, según declaró el tribunal que en 2022 condenó por este hecho al ex policía federal Juan Carlos Alzugaray.

Dictaduras y represión 

Bolivia tiene un largo historial de gobiernos dictatoriales. En 2021 la Comisión de la Verdad entregó al presidente Luis Arce su informe final sobre 18 años de gobiernos represivos en los que miles de personas fueron víctimas de violaciones graves a los derechos humanos. Se estima que unas 150 personas fueron víctimas de desaparición forzada.

El informe contempla el periodo que va del 4 de noviembre de 1964 hasta el 10 de octubre de 1982. 

El primer golpe militar de este periodo, fue dado el 4 de noviembre de 1964 por el general René Barrientos Ortuño, que a partir de 1965 compartió el poder con el general Alfredo Ovando, quien en 1969 encabezaría otro golpe de Estado. 

En 1971 el entonces coronel Hugo Banzer Suárez protagonizó un golpe de Estado que perduró hasta 1978. 

El 1 de noviembre de 1979 el coronel Alberto Natusch Busch dio un golpe de Estado y encabezó un régimen autoritario de 16 días.

El 17 de julio de 1980 fue el golpe de García Meza, quien se mantuvo en el gobierno hasta el 4 de agosto de 1981. Tras su renuncia, el gobierno de Bolivia quedó en manos de una Junta Militar, integrada por los generales Celso Torrelio Villa, Waldo Bernal Pereira y Óscaar Pammo Rodríguez. Luego Torrelio Villa fue designado presidente de facto, hasta septiembre septiembre de 1981, cuando debió ceder el cargo a otro militar, Guido Vildoso Calderón, quien se mantuvo en el poder de facto hasta el nuevo triunfo electoral de Siles Suazo, que esta vez sí pudo asumir.  ​