“Buenos Aires es una ciudad muy importante en nuestra carrera”, afirma Juan Ignacio Sucre, cantante y guitarrista del trío venezolano Los Mesoneros. “Una de las razones por las que empezamos a hacer música fue por todo el legado que dejaron Charly García, Spinetta, Cerati o Babasónicos”. El grupo se distingue por sus canciones audiovisuales en technicolor, de lo que podrá dar testimonio este jueves 18 de julio, cuando se presente en C Complejo Cultural Art Media (Corrientes 6271), a partir de las 19. Esta visita, al parecer, será el de la vencida porque será el que le siga a sus actuaciones locales de 2017 y 2022 (en la que ofrecieron doblete de funciones).
La colectividad venezolana alrededor del mundo es la principal base de fans de Los Mesoneros, pero la banda caraqueña, establecida actualmente en Ciudad de México, apunta sus baterías a cautivar en esta vuelta a la audiencia local. “Estamos tratando de hacer lo mismo que en México, donde el 95 por ciento de la gente que nos sigue es mexicana”, explica el frontman. “Obviamente, la diáspora venezolana facilita el financiamiento de los proyectos, lo que aprovechamos para este tipo de cosas. Pero el objetivo es llegar al público argentino”.
-Considerando lo que decís, ¿por qué no intentaron establecerse en la Argentina?
-México tiene una industria musical muy grande. Al momento de elegir una nueva base de operaciones, lo que nos convenció era eso: el tamaño del mercado. Además, tiene más facilidades geográficas para girar por el resto de la región, como alguna vez pasó con Venezuela, por su buena ubicación. Pese a que su mercado es más chiquito, podías brincar fácilmente para otro lado.
Con casi 500 mil escuchas mensuales en Spotify, Los Mesoneros reinciden en Buenos Aires con su cuarto álbum de estudio, Nuestro año, lanzado en abril de 2024. Las 12 canciones que constituyen su repertorio comienzan a evidenciar la mimetización de sus integrantes con una idiosincrasia no tan distante a la suya, lo que decantó en una situación bicultural. “El disco anterior, Pangea, posee una carga de recién mudados a México mayor que éste. Tiene ese luto del inmigrante. En cambio, Nuestro año es el resultado de haber vivido la ciudad”, aclara Sucre. “Los temas de conversación son cosas del día a día en un contexto que puede ser universal. Si al principio fluyó rápido, el proceso luego se trabó. Entonces cada uno empezó a traer ideas diferentes, a partir de analizar lo que nos estaba pasando internamente”.
Esa circunstancia también se refleja en la estética sonora del disco, en la que se percibe un indie de tesitura cosmopolita. “Fue un sonido al que nos costó llegar. Cuando encontramos el camino, comenzamos a trabajar por ahí”, revela el músico, cuyo grupo nació en la Caracas de mediados de los 2000. “Fue producto de una investigación constante, donde probamos muchas cosas. Estábamos obsesionados con la dinámica del hip hop, por ejemplo, y empezamos a escribir sobre loops percutivos. A su vez, queríamos mezclar eso con elementos de la música disco como cuerdas, cosas tipo ABBA. La segunda parte del álbum estuvo más inspirada en el country y en lo que llaman en los Estados Unidos ‘música para carreteras’. A todo eso hay que sumar la influencia de bandas de los '70 tipo Fleetwood Mac y America”.
-Se sabe poco del rock venezolano puertas afuera. ¿Sintieron alguna vez la necesidad de contar esa historia?
-Le ponemos todo ese peso a las canciones y que hablen por sí solas. Nosotros somos producto de una generación en la que las cosas surgieron orgánicamente. Viviendo en México, nos dimos cuenta de que eso va perdiendo relevancia porque es algo muy local. Ahora pertenecemos a otra movida y ya el fenómeno pasó a ser más latinoamericano.
Avanzada caribeña
Más visitas de la Vinotinto
Los Mesoneros no serán los únicos artistas venezolanos en visitar Buenos Aires en los próximos meses. El 15 de agosto, en Uniclub, retornará el grupo de rockabilly y punk Los Mentas, que ya visitó la ciudad en 2009. Desde aquel estreno hasta ahora grabaron tres álbumes más; el más reciente es El museo de los pillos (2022).
Como parte de esta suerte de avanzada venezolana también llegará 3 Dueños, un supergrupo del hip hop venezolano, el 6 de septiembre en Groove. Este laboratorio sonoro incluye a DJ 13, arquitecto de la escena, que cuenta con la complicidad de los integrantes de la dupla Vagos y Maleantes. A manera de dato: los integrantes de 3 Dueños coprotagonizaron la película Secuestro express (2005), dirigida por su compatriota Jonathan Jakubowicz (también fue el realizador del film Resistencia, que revela el costado heroico del mimo Marcel Marceau). Completan el reparto la actriz argentina Mía Maestro y el panameño Rubén Blades.
En junio de este año también pasó por Buenos Aires el grupo Zapato 3 (una especie de The Cult a la caribeña), que escribió una de las páginas más memorables del rock de la cuna de Bolívar desde su aparición en la movida caraqueña en los años '80. En esta oportunidad, el quinteto, que ya había visitado la ciudad, actuó en La Trastienda. También en junio, Rawayana hizo historia al subirse al escenario de Obras. El cuarteto, que combina en su propuesta reggae y pop, se convirtió así en el primer grupo venezolano en llegar a uno de los templos de la música argentina. No sólo eso: su popularidad trasciende a la diáspora venezolana establecida en la ciudad, por lo que sus fans porteños también dijeron presente en la presentación de su disco de estudio ¿Quién trae las cornetas?, publicado en 2023.