Entonces, ¿Cuál es el síntoma? Con esa pregunta como disparador, la psicoanalista Gloria Aksman dialogó con Rosario/12 sobre la Conferencia “La vía del síntoma”, que dictará en Rosario el viernes 26 de julio, a las 18, en la sede de Gobierno de la UNR (Maipú 1065), para inagurar el Curso de TyA (Toxicomanía y Alcoholismo). Aksman es Miembro de la EOL y de la AMP y conforma con otros la Dirección de TyA Argentina. La conferencia será la clase de apertura del Curso Anual “De la adicción generalizada a la dignidad del síntoma”, organizado por TyA Rosario.

-Un honor recibirla en Rosario para la Conferencia inaugural del Curso de TyA Rosario, que hemos llamado "De la adicción generalizada a la dignidad del síntoma”. ¿Cómo lee esta propuesta?

-Al leer el argumento del curso, vemos una orientación muy clara. La generalización del consumo se emparenta con un “Todo”, bajo enunciados muy estudiados por el mercado donde “¡nada es imposible!” ¡Entonces, nada de fisuras!".

Apreciamos que la consecuencia inmediata entre muchas otras es la pauperización del deseo, cuestión que es palpable en la clínica de nuestros días. Así que proponer trabajar la dignidad del síntoma se constituye como brújula para orientarnos en la práctica, es usar el síntoma como herramienta para inventar un nuevo modo de lazo a partir de entender que habitamos un mundo donde las otrora supuestas garantías han caducado.

-Sobre su conferencia La vía del síntoma. ¿Qué puede anticiparnos?

-Intentaré transmitir algo de esta investigación, ya que me resulta importante para abordar nuestra práctica como un “sesgo práctico para sentirse mejor”. Sabemos de la dificultad implicada en esta propuesta, ambiciosa, por cierto, pero no por ello menos real. Los arreglos sintomáticos que un paciente puede armar apuntan a poder acotar lo aplastante de las tentadoras ofertas del mercado para mantenernos adormecidos vía los consumos de todo tipo. El sujeto adormecido por estos objetos termina entrando en la serie como un objeto más del marketing actual.

-¿Qué diferencia la propuesta psicoanalítica de tratamiento de las adicciones en la época actual con otras propuestas que no atienden la vía sintomática?

-Esta pregunta merece una conversación extensa, intentaré responder brevemente tomando solo un aspecto. La cuestión es qué se entiende por síntoma. Para el psicoanálisis es la irrupción de un goce anómalo al cuerpo y hasta puede conducirlo a la muerte.

Tratándose de las drogas, nos encontramos con las terapéuticas dedicadas a su supresión como vía de curación. En estas prácticas -entiendo siempre provisorias ya que, como sucede hoy, gracias a la presencia del Dios mercado, un objeto puede ser rápidamente reemplazado- la cuestión es que no se ubica que el tóxico tiene una función para cada uno, entonces más temprano que tarde, retorna el padecimiento que se creía suprimido.

Situamos que lo que queda sin atender es el goce mismo que podemos considerar tóxico. Esa función le permite a nuestro colega y codirector en el TyA, Ernesto Sinatra, avanzar en su propuesta de introducir una X: adiXiones, escritura que intenta señalar que se trata de la fijación de un goce implicado en ello. Un goce repetitivo y parasitario que Freud descubrió como goce fálico que Lacan llama fuera-de-cuerpo. La pulsión de muerte cumple allí su cometido.

Un ejemplo: Alguien consulta por un impedimento producto de su adicción a la cocaína: está empeñado en querer repetir la sensación de euforia del instante de la primera ingesta que no ha vuelto a suceder. Su queja es que cada vez eso pide más y le trastorna todo en su vida tanto laboral, social como amorosa. Sin embargo, sigue considerando que en algún momento será posible encontrarse con el goce buscado si logra encontrar esa medida... Entonces ¿cuál es el síntoma?

 

*Integrante de TyA Rosario y EOL Rosario. Edición Psicología Rosario12.