En junio la inflación mayorista fue 2,7 por ciento respecto a mayo, anotando la variación más baja desde octubre de 2022 según informó Indec el miércoles. A diferencia de la inflación minorista que pareció más bien estancarse, los precios que paga el sector productivo desaceleraron un poco más en junio –contra el 3,5 promedio de mayo y abril-. Esto es una buena noticia para la dinámica de precios general de la economía, si bien debe tenerse en cuenta que es el costo de los servicios y no de los bienes lo que está empujando la actual dinámica de precios en Argentina. El impacto de la recesión económica y el cuasi-congelamiento del dólar oficial explicarían estos comportamientos.
La inflación que mide los precios que recibe el productor, más impuestos, dio un paso más en el camino a la desaceleración en junio. Luego del fuertísimo aumento en diciembre pasado –trepó 54 por ciento solo en un mes- bajó al terreno del 10 por ciento en febrero de 2024, de 5,4 por ciento en marzo para amesetarse en abril y mayo en torno al 3,5 por ciento. En junio dio un pasito más abajo y anotó un 2,7 por ciento mensual, la menor variación desde octubre de 2022, según informó Indec el miércoles. La recesión económica y el cuasi-congelamiento del tipo de cambio tienen una incidencia sobre los precios que recibe el productor: los aumentos son comedidos para asegurar las ventas y además se minimiza el impacto cambiario.
Los datos desagregados mostraron una desaceleración más marcada en el caso de los productos manufacturados, con una inflación del 2 por ciento en junio, la más baja desde mayo de 2020. En tanto los precios de los productos primarios crecieron 4 por ciento mensual y el valor de la energía eléctrica trepó 18,8 por ciento. Los productos importados aumentaron un 2,2 por ciento, luego de anotar una deflación en mayo.
En el año, los precios mayoristas acumulan una inflación del 50,5 por ciento, inferior a la acumulada a nivel de la inflación minorista (divulgada el viernes pasado por Indec) que llegó a 79,8 por ciento. Esto va en línea con un rasgo notorio de la dinámica actual de precios: que está siendo empujada por los servicios regulados, que subieron 141 por ciento acumulado en el primer semestre mientras la inflación núcleo fue 69 por ciento.
En términos interanuales la inflación mayorista fue 284,4 por ciento en junio, con un alza del 286,6 por ciento en el caso de los productos manufacturados, de 295,4 por ciento para el caso de los primarios y 364,3 por ciento subió el costo de la energía eléctrica. Los productos importados computaron un aumento del 243,3 por ciento interanual en junio. Vale advertir que en esta comparación la inflación mayorista supera a la minorista, que fue de 271,5 por ciento interanual en junio. Esto por el impacto de la devaluación de diciembre que puso a los precios de los productores en otro nivel.
Sector a sector
La inflación mayorista es una inflación en bienes y la recesión y el cuasi-congelamiento cambiario contribuyen a mantener estos precios a raya. Entre los productos manufacturados, los de mayor incidencia son los combustibles a base de petróleo (que subieron 2,9 por ciento en el mes) y los alimentos y bebidas (con un alza del 3,4 por ciento). En segundo lugar se observa la incidencia de las sustancias y productos químicos (1,7 por ciento) y de los vehículos y sus repuestos (1,4 por ciento).
Los artículos de cuero y calzado fueron el rubro con inflación más alta entre las manufacturas, con un 3,8 por ciento mensual. Seguido por otros medios de transporte en 3,6 y por impresiones y grabaciones en 3,5. Los productos textiles se ubicaron quintos en la lista con un alza del 3,1 por ciento mensual.
En el caso de los productos primarios, la suba de precios fue más pronunciada en el petróleo crudo y gas del 5,2 por ciento en junio y en segundo lugar los productos agropecuarios con 3,3 por ciento. Ambos son los de mayor incidencia también.
En el acumulado del año, los productos manufacturados crecieron 51,1 por ciento mientras los primarios subieron 68,8 por ciento (con un particular aumento en petróleo crudo y gas del 87,8 por ciento). Entre las manufacturas, el mayor alza ocurrió en la rama del tabaco (108,4 por ciento), un sector controvertido para este Gobierno por los beneficios impositivos que recibió uno de sus empresarios más famosos con la Ley Bases, y en segundo lugar aparecen los refinados de petróleo (96,3 por ciento).