El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, canceló este miércoles el discurso que iba a dar en el Estado de Nevada enfocado en captar el voto de la comunidad latina tras ser diagnosticado con covid-19. Esto se produjo después de que se publicara una entrevista televisiva en la que dijo que reconsideraría su decisión de seguir en la campaña para las elecciones de noviembre si un médico le diagnosticara un problema médico grave.

Biden llegó al aeropuerto de Las Vegas en su limusina presidencial negra, conocida popularmente como "The Beast" (La Bestia). Al salir del vehículo, levantó el pulgar de una de sus manos en señal de aprobación, mirando a los periodistas que lo esperaban. Preguntado por los periodistas sobre cómo se sentía, Biden dijo: "Me siento bien". A continuación, el presidente, que no llevaba barbijo, subió las escaleras que lo llevaban al avión presidencial Air Force One, con el que se desplazó a su vivienda del estado de Delaware para permanecer en aislamiento.

El mandatario presenta síntomas leves informó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean Pierre. Además detalló que Biden seguirá realizando todas sus funciones mientras está aislado. En declaraciones citadas por el diario estadounidense The Washington Post, el médico del presidente, Kevin O'Connor, precisó que presenta rinorrea (secreción nasal), tos y malestar general.

La conferencia cancelada

Mientras tanto en Las Vegas, la presidenta de la organización hispana UnidosUS, Janet Murguía, donde Biden tenía previsto dar un discurso en el marco de la conferencia anual del grupo, indicó a los presentes en el evento: "Lamentablemente, acabo de hablar por teléfono con el presidente Biden. Me dijo que está profundamente decepcionado por no poder acompañarnos esta tarde. El presidente estuvo en muchos eventos, como sabemos, y acaba de dar positivo en covid. Por supuesto, entendemos que necesita tomar las precauciones recomendadas y no quiere poner a nadie en riesgo".

Según explicó, Biden estaba decepcionado por no poder acudir, pero esperaba poder hacerlo en el futuro. "Me dijo que les transmitiera a mis amigos que no se van a librar de él tan fácilmente, que tendremos la oportunidad de escucharlo directamente en el futuro y que lamenta no poder estar aquí", afirmó.

Biden había visitado horas antes el restaurante mexicano The Original Lindo Michoacán, en Las Vegas, en cuyas paredes había carteles de "Latinos por Biden-Harris" y donde aprovechó para conversar con algunos comensales. Dentro del local, Biden grabó una entrevista que se transmitirá este jueves con el medio hispano Univision, mientras que la Casa Blanca informó en un comunicado que las inscripciones para el nuevo plan de regularización de migrantes en Estados Unidos, que se estima alcanzará a medio millón de personas, se abrirán el 19 de agosto. El programa, que fue anunciado hace un mes, beneficiará primordialmente a personas que no tengan estatus legal y estén casadas con estadounidenses y llega en pleno año electoral en el que la gestión de la migración se convirtió en un tema central para los votantes.

La campaña

El octogenario mandatario, que ya enfermó de covid-19 en julio 2022 pese a estar vacunado con dosis de refuerzo, afirmó en una entrevista publicada este miércoles que reconsideraría su decisión de seguir en la campaña para las elecciones de noviembre si un médico le diagnosticara un problema médico grave.

Esas afirmaciones se producen entre repetidas peticiones dentro y fuera de su partido para que ponga fin a su campaña de cara a las elecciones. Una de las voces más recientes en expresarse fue el congresista Adam Schiff, quien en un comunicado afirmó: "Aunque la decisión de retirarse de la campaña es únicamente del presidente Biden, creo que es hora de que pase el testigo".

Schiff es un influyente congresista, que fue presidente del comité de Inteligencia de la Cámara Baja, dirigió el proceso del primer impeachment contra el expresidente Donald Trump y es favorito para ganar un lugar en el Senado en las próximas elecciones. También es un aliado cercano de la congresista Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara Baja, quien se ha mostrado ambigua en sus comentarios públicos acerca de si Biden debe seguir siendo el candidato demócrata a la Casa Blanca.

Con Schiff, ya son 23 los representantes del partido demócrata que pidieron a Biden que se retire a raíz de su débil actuación en el debate presidencial el 27 de junio, además de confundir días después en la cumbre de la OTAN al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y a su candidata a vicepresidenta, Kamala Harris, con su rival republicano, Donald Trump. Biden es el presidente de EE.UU. más mayor de la historia, y si fuera elegido para servir en la Casa Blanca cuatro años más, dejaría el poder con 86 años.

A esto hay que añadir que grandes donantes demócratas dijeron al mayor comité de acción política partidario de Biden, Future Forward, que su promesa de aportar 90 millones de dólares se quedará en suspenso si sigue adelante como candidato presidencial.

De acuerdo a las últimas encuestas, el magnate republicano con una condena y otras causas abiertas entre manos le saca ventaja a Biden. La media de sondeos efectuada por la web FiveThirtyEight señala que acapara el 42,1% de las intenciones de voto, 2,1 puntos porcentuales más que el actual presidente.