En vísperas del 30 aniversario del atentado contra la AMIA, el diario Teheran Times, vocero del régimen de los ayatolas, reiteró su “rechazo a las hipotéticas acusaciones de la justicia argentina contra los ciudadanos iraníes”; condenó el alineamiento de Javier Milei con Estados Unidos e Israel y deslizó una amenaza contra el país: Teherán va a imponer su propio juego respecto del enemigo y hará que se arrepienta de su enemistad con Irán”. Es posible que la amenaza en sí misma sea una jugada geopolítica, una bravuconada, pero siempre se abre la probabilidad de que fanáticos, radicales islámicos, tomen la posta ante un gobierno -el de Milei- que no pronuncia la palabra paz, sino que avala todo lo que hagan las derechas de Washington y Jerusalen en un momento especialmente caliente en Medio Oriente y en el mundo. En todos lados crecen los hechos de antisemitismo y de islamofobia. Todo ocurre en un momento en que, además, los servicios de inteligencia y seguridad se reformulan por decreto, sin pasar por el Congreso, y en manos de improvisados. Como si fuera poco, Milei habló por la noche en vísperas del aniversario y en el Congreso Mundial Judío en Buenos Aires pero no bajó el tono de la confrontación sino que volvió a provocar. "El terrorismo del 7 de octubre es el mismo que nos atacó hace 30 años", lanzó (ver aparte).

 

Auto-atentado y venganza

El Teheran Times no es un diario oficial, pero refleja todas las posturas del gobierno iraní. En el largo editorial desliza hipótesis descabelladas sobre las que nunca hubo ninguna evidencia ni la más mínima sospecha: que el ataque contra la AMIA fue “un auto-atentado de los judíos” o “una venganza y castigo del gobierno de Carlos Menem contra los sionistas argentinos”. A esto se agrega -dice el diario- que a las pocas horas ya se acusó a Irán por el atentado y se ubicó a Teherán como enemigo.

El texto se cierra, justamente, con la amenaza: “Indudablemente Teherán no olvidará las políticas anti-iraníes de Buenos Aires. Pero Irán ha mostrado que no juega fácilmente en el tablero de ajedrez del enemigo, cosa que hace en el momento oportuno y teniendo una buena posición. Irán va a imponer su propio juego respecto del enemigo y hará que se arrepienta de su enemistad con Irán”.

Nadie entiende qué significa que hará Teherán para que la Argentina se arrepienta de la enemistad con Irán. Puede ser apenas una consigna. No se conocen represalias iranies claras, pero seguro es un llamado a que la Argentina sea vista como un enemigo por el mundo del Islam. En especial los fundamentalistas.

Empeorando las cosas

Con el gobierno de Milei todo se agravó. El Teherán Times es crítico con “el ineficaz gobierno de izquierda de Alberto Fernández”, pero pone el acento en “el gobierno populista de extrema derecha de Milei, que se convirtió en un títere del régimen sionista y repite las acusaciones sin fundamento contra la República Islámica, amenazando a los ciudadanos iraníes (sospechosos de relación con el atentado)”.

En realidad, el líder de La Libertad Avanza no se posicionó internacionalmente en el bando moderado que convoca a buscar acuerdos de paz entre israelíes y palestinos y un nuevo pacto nuclear con Irán, sino que directamente se puso del lado de las derechas israelíes y norteamericanas. La semana pasada ubicó a Hamás en la lista de organizaciones terroristas sin mencionar, como lo hicieron la mayoría de los países europeos y latinoamericanos, los bombardeos indiscriminados en Gaza. Ese alineamiento produce un fuerte rechazo, no sólo en el mundo persa-chiita, que es el que lidera Irán, sino también en el mundo árabe, incluyendo a los gobiernos y sociedades que son más proclives a buscar una convivencia con Israel, tal como Egipto, Jordania y hasta el más poderoso de los países del Islam sunita, Arabia Saudita.

"Lamentablemente -dice el Teherán Times-, en lugar de buscar socios confiables para restaurar la economia de la Argentina, el gobierno de Milei encabeza el escenario anti-Irán. Mientras los gobiernos de América Latina están desarrollando y expandiendo sus relaciones con Irán, Milei pone en peligro los intereses nacionales de su país". En general, es cierto que la mayoría de los países de la región. -empezando por México y Brasil- mantienen fluidas relaciones con Irán y los países árabes. No entraron en una confrontación abierta como el gobierno de LLA. En los actos de la AMIA-DAIA de este miércoles y jueves, por los 30 años del atentado, participan los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Santiago Peña, pero no llegaron delegaciones representativas de los otros gobiernos de la región. 

Una amenaza

La frase amenazante del editorial de que Irán “va a imponer su propio juego sobre el enemigo y les hará arrepentirse de su enemistad” parece más propagandística que otra cosa. Bastante al estilo de “Occidente temblará”. Pero hubo una enorme cantidad de atentados en el mundo no impulsados por un estado sino por grupos que se van fanatizando. Así ocurrió en España, en Francia e incluso en el primer atentado contra las Torres Gemelas, en 1993, cuando un grupo de partidarios de un sheik ciego de Nueva York intentaron derrumbar ambos edificios con una camioneta llena de explosivos. Hubo seis muertos y cientos de heridos. Se apuntó a Occidente como el responsable de todos los males y no dejaron de aparecer grupos chicos o más grandes para emprender accciones "de venganza".

Respecto del atentado contra la AMIA también está planteada la duda. La investigación oficial afirma que se trató de Irán y que le encargó la operación a la organización libanesa pro-iraní Hezbollah. De hecho, hay cuatro altísimos funcionarios iraníes imputados y con orden de captura, incluyendo al actual ministro del Interior. Del otro lado, no se acusó nunca a ningún líder máximo de Hezbollah, sólo a su jefe operativo, Imad Mugnyieh, a quien mataron en Damasco. Pero en el reciente libro de Alejandro Rúa (30 Dias, editorial Planeta), quien fuera titular de la Unidad AMIA del Ministerio de Justicia se plantea la alternativa de que el ataque contra la mutual judía fue obra de un grupo de adherentes, radicalizados, de la mezquita de Floresta, que lideraba el ex agregado cultural de Irán en la Argentina, Mohsen Rabbani. Es más, dos especialistas norteamericanos, Ross Newland, de la CIA, y Jim Bernazzani, del FBI, sostienen que no encontraron elementos contra Irán. O sea, de hecho, adherirían a la hipótesis de que la autoría fue obra de una célula formada por fundamentalistas, sin un estado detrás, o que actuaron militantes referenciados en Hezbollah, pero no orgánicos.

Esos diagnósticos deberían poner en alerta a las fuerzas de seguridad e inteligencia de la Argentina. Así como aparecen lobos solitarios en Estados Unidos, no se puede descartar que aparezcan fenómenos parecidos imbuidos de los mensajes similares al publicado por el Teherán Times

Desmantelando las defensas

La amenaza iraní se produce en un momento en que la administración Milei desguaza los servicios de inteligencia y, de hecho, pone al frente a funcionarios sin experiencia -Sergio Neiffelt- , que proviene del organismo de limpieza del Riachuelo, y sobrevolando el super-asesor presidencial Santiago Caputo, quien tampoco tiene la menor experiencia. Al mismo tiempo, de manera ilegal, sin pasar por el Congreso, se hizo una reforma por decreto de todo el sistema de inteligencia, alejándolo del control parlamentario. A tal punto que se pretende que la designación de Neiffert no requiera ya de acuerdo del Senado, como relató la periodista Luciana Bertoia en este diario. 

En paralelo, la división en cuatro sub-servicios de inteligencia hace pensar en un debilitamiento aún mayor. En el fondo, todo lo que tiene que ver con información de inteligencia respecto de terrorismo queda delegado en la CIA norteamericana y en la Mossad israelí. La SIDE (se vuelve a ese nombre) no tiene tecnología ni calle -informantes- que permitan prever un ataque y se sabe que los norteamericanos no se prestan a entregar software de última generación: sólo dicen que si ven un peligro, avisarán. 

El escenario es complicado. Las tensiones en todos los rincones del planeta crecieron después de la masacre perpetrada por Hamas el 7 de octubre, seguido luego por los bombardeos y las muertes civiles en Gaza. En ese panorama, la Argentina aparece expuesta. En conflicto con buena parte de los vecinos, en malas relaciones con España o China, y mal mirada por los países árabes. Y ahora con una amenaza incierta lanzada desde Teherán.