“Los discursos de odio se van materializando de diversas maneras desde que (Javier) Milei, (Victoria) Villarruel y (Patricia) Bullrich se hicieron cargo de los instrumentos del Estado” comienza diciendo un documento titulado “Cuando el odio gana terreno” y que lleva la firma de los copresidentes del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), el presidente de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE) y de los coordinadores de la Pastoral Social Evangélica (PSE). El texto surgió como reacción ante la información de que un grupo de diputadas y diputados de La Libertad Avanza (LLA) visitaron a represores condenados por la Justicia por violaciones contra los derechos humanos y a quienes los legisladores oficialistas califican como "excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista".
La declaración de los referentes cristianos evangélicos sostiene que “desde nuestros espacios de testimonio y proclamación del Evangelio hemos denunciado las acciones de desguace del Estado, no solo despidiendo a las y los trabajadores, sino también desmantelando programas muy sensibles y necesarios que acompañaban principalmente a los sectores más vulnerados de la sociedad, asegurándoles un mínimo de dignidad”.
Agregan que “también hemos señalado la estigmatización de las organizaciones sociales y de los dispositivos de respuesta a la emergencia alimentaria junto a la perversidad de esconder comida y preferir que se venza antes de entregarlas a las familias más necesitadas”. Subrayan los firmantes que “la ola polar que estamos atravesando también generó ya varias muertes por el frío y las mantas que tiene el Estado siguen guardadas en los galpones de la ministra (Sandra) Pettovello”.
No obstante la indignación de los cristianos evangélicos se acrecienta porque “a todo esto se suma ahora la visita de varixs diputadxs Libertarixs que, siguiendo con su idea de reafirmar la negación del Terrorismo de Estado durante la última dictadura militar, han visitado a varios genocidas que se encuentran presos”.
Recuerdan que los legisladores de la LLA argumentan que “no son represores, son excombatientes” y, sostienen los denunciantes, “con estas palabras vacías de toda veracidad histórica, pretenden justificar la visita y, para que no quede duda, aseguraron que Milei coincide con su visión”.
Sostienen los representantes cristianos que “las miles de personas desaparecidas, privadas ilegalmente de su libertad, torturadas, asesinadas, violadas y el robo de bebes fueron para este gobierno (de Milei) ‘actos legítimos’ por lo cual sus responsables deben ser tratados como combatientes y no como aquello que son y que la justicia ya ha dictaminado: genocidas”.
El documento lleva la firma Elsa Oshiro, Luis Alman Bornes y Monica Brizuela, copresidentes del MEDH, Leonardo Schindler, presidente de la FAIE, y de Agustina Guerreros, Diego Mendieta y Gerardo Oberman, integrantes de la mesa de coordinación de la Pastoral Social Evangélica.
Los cristianos sostienen que “queremos alertar a la sociedad, tal vez desprevenida o abrumada por tantas consecuencias nefastas de las políticas de hambre y exclusión de este gobierno, acerca de las gravísimas consecuencias de estos avances indiscriminados de señales de odio y desprecio por la vida”.
Agregan también que “desde las enseñanzas del maestro Jesús, crucificado por políticas de odio muy similares, debemos esforzarnos más y más por anunciar por dónde pasan las propuestas que traen vida y plenitud y que dignifican a las personas”.
Culmina la declaración demandando “basta a todos los atropellos hacia la memoria y la dignidad de nuestro pueblo”.