El año pasado, la guitarrista y cantante de Escorpia, Valentina Cooke, invitó a Luciana Palacios -corista y vocalista de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado- a un ensayo con su trío para preparar una versión de “Sábado”, de Divididos. Ambas se conocían y admiraban hace mucho tiempo, pero nunca habían compartido un escenario o un encuentro musical tan cercano. Pero en la sala de ensayo se generó una química tan fuerte que decidieron prolongar la colaboración musical. “Nunca la había sentido cantar así tan cerca mío como la escuché ese día; me puso la piel de gallina y me transmitió muchísimo. La había escuchado mil veces con Los Fundamentalistas, pero me encontré con una impronta muy propia de ella que no la había visto hasta ese momento. Pegamos muy buena onda y me quedó con ganas de hacer algo con ella”, cuenta Cooke.
En febrero, finalmente, Cooke tomó la iniciativa y le propuso encarar un proyecto acústico para hacer canciones que les gustaran a las dos y que por diferentes razones no entraban en las bandas que cada una integraba. Con arreglos de soul y R&B, el reciente dúo de Palacios y Cooke se sirve de dos voces y una guitarra para conmover al público. En este plan, las artistas se presentarán el viernes 19 de julio a las 21 en Complejo Art Media (Corrientes 6271), lo que será su tercer show de vida. “Nos juntamos a ensayar y armar el repertorio en marzo, y nos dimos cuenta que teníamos un humor muy parecido y nos reíamos mucho. Lo más lindo que tiene el dúo con Luciana es que hay un compartir muy natural tanto en lo musical como en lo humano”, resalta Cooke. “Si bien creo que las dos coqueteábamos con eso de juntarnos, nunca lo habíamos concretado. Por suerte se dio muy naturalmente y empezó a fluir”, refuerza Palacios.
Según definen, es “un show ecléctico, íntimo y dinámico”. El repertorio sintetiza los gustos musicales de ambas y recorre canciones de artistas variados: Radiohead, Audioslave, Corinne Bailey Rae, Divididos, Los Beatles, Michael Jackson y Lauryn Hill. “La idea es jugar con las voces. Es medio soulero el primer bloque, y después metemos algunas canciones en castellano y de rock nacional”, adelanta Cooke, quien también interpretará dos canciones suyas. Además, claro, habrá un bloque de canciones que Palacios canta con Los Fundamentalistas. “Algunas canciones del Indio nos atrevimos a versionarlas un poquito y llevarlas a un terreno más tranqui, como ‘Y mientras tanto el sol se muere’, que la hacemos con una cadencia más habanera. Después a ‘Por qué será que Dios no me quiere?’ le metí una cosa más blusera”, dice la cantante de Escorpia, un power trío que conjuga soul, reggae, rap y funk.
“Siempre fui por el lado más del soul y el R&B, pero trabajar con el Indio y Los Fundamentalista fue una escuela súper grosa para mí. Ahí me sumergí en el mundo del rock y ahora lo siento como un lugar de pertenencia”, cuenta Palacios, quien integra la banda del exlíder de los Redondos desde 2008. “Es un fogueo increíble para mí ser parte de esta banda, es una maravilla y me siento súper afortunada”, resalta. “Si bien no fue una banda que tocó con mucha asiduidad, siento que me fogueé un montón a nivel artístico y escénico. Es una banda súper grande, con una producción enorme y me parece imposible no llevarse todas cosas increíbles en materia de aprendizaje. ¡Haber estado en el escenario con el Indio es una enormidad!”, dice Palacios. “Indio es súper profesional y muy puntilloso. Siempre sabe lo que quiere y lo que no, y eso lo hace único. Por eso lo respetan tanto”.
-¿Por qué eligieron el formato acústico para el dúo?
Valentina Cooke: -Por la simplicidad de poder llevar este proyecto a cualquier lado y que sea menos costoso por la coyuntura difícil que estamos viviendo. También porque las dos tenemos proyectos aparte, y poner más instrumentos demanda más ensayos y tiempo para coordinar. Eso no implica que no pueda cambiar el formato en el futuro, pero por ahora surgió así. Este formato se presta a la cercanía con la gente. Después, la parte eléctrica y power cada una la tiene cubierta por su lado.
Luciana Palacios: -También es un desafío estar solas a nivel vocal con un solo instrumento. A veces una se siente respaldada cuando toca con una banda. En este caso, me gustan mucho las voces plenas en escena sin tanto barullo atrás. Si bien uno cuando se sube al escenario, esté con banda o no, siempre está entregando todo y exponiendo todo su ser, acá siendo acústico estamos con el alma al desnudo.
-¿Y de qué manera este repertorio dialoga con el presente?
V. C.: -Lo más importante de este repertorio es que busca romper o animarse a hacer lo que uno siente. Porque es ahora o nunca: la realidad está re jodida y la sociedad está cagada a palos psicológicamente. Entonces, es necesario generar espacios de unión que sean honestos; compartir la música, que es un refugio para quien va a escuchar y para quien la ejecuta. No hay nada más importante que ser genuino en el escenario y que a uno le pase algo cuando canta las canciones. No hacer por hacer, sino transmitir algo y que no sea solo un entretenimiento.
L. P.: -Es un momento muy complejo, hay gente que la está pasando realmente muy mal. Y hay una cuestión que me parece muy perversa (de este gobierno) que tiene que ver con querer destruir todo lo que tiene que ver con la cultura, la música, el teatro y el cine. Son todas cosas que nos hacen bien y nos permiten abstraernos de situaciones pesadas, porque funcionan como un bálsamo. Pero hay una necesidad de querer obstaculizar eso. De todos modos, en este país hemos estado en situaciones muy oscuras y ya estamos curtidos.
Valentina Cooke, además, transita bastante por la escena musical con el trío Escorpia, que comparte con la bajista Salo Bass y la baterista Rocío Luna. Si bien el circuito musical se equilibró un poco en 2019 con la aprobación de la ley de cupo en eventos musicales -que establece un mínimo de treinta por ciento de acceso de artistas mujeres y disidencias en los escenarios-, el contexto actual se torna algo incómodo para las voces femeninas. “Venimos dando una lucha hace mucho tiempo y con la ley de cupo se avanzó muchísimo. Eso está repercutiendo en las nuevas generaciones que ahora toman las herramientas sin cuestionarlas tanto”, enmarca Cooke. “Sin embargo, a nosotras como banda nos cuesta un montón encontrar espacios, sigue siendo muy difícil y estamos re lejos”, dice. “En este momento -con la disolución del Ministerio de Mujeres- estamos sufriendo una represalia a todo este levantamiento del movimiento feminista con el que veníamos ganando un montón de derechos. Esas decisiones claramente intentan tratar de frenar esta lucha, pero no lo van a lograr, porque en la genética algo está cambiando”.