No hubo acuerdo en la reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, por lo que deberá ser el Gobierno mediante laudo, como ocurrió en la anterior oportunidad, quien defina el piso para las remuneraciones.
El cónclave entre gremios, empleadores y representantes de la Secretaría de Trabajo se llevó a cabo desde poco después del mediodía, primero en Comisión y luego en sesión plenaria, sin llegar a un acuerdo. 

Posición patronal

La parte empresarial, que intervino por zoom desde la sede de la Unión Industrial Argentina, presentó una propuesta insólita, ofreciendo sobre el salario mínimo de mayo de 234.315 pesos, un aumento para julio (dos meses) de 10.685 pesos, para agosto de 8000 pesos, septiembre 6000 pesos y octubre 5000 pesos. En términos porcentuales, 4,56% para junio/julio, 3,26% en agosto, 2,37% en septiembre y 1,93% en octubre. 

En base a esta propuesta, el salario mínimo vital (en la práctica perdería este último objetivo) resultante sería de 245.000 pesos en julio, 253.000 en agosto, 259.000 en septiembre y 264.000 en octubre.

Teniendo en cuenta que el salario mínimo ya no alcanza ni a la líneas de indigencia, las retribuciones ofrecidas por la parte empresaria, muy por debajo incluso de las expectativas más optimistas de inflación, colocaría a las retribuciones mínimas en categoría de situación de miseria.

Unificación entre centrales

La representación sindical, conformada por la CGT y las dos CTA, unificó su propuesta en contactos previos a la reunión del Consejo, y llevó a esa mesa una propuesta de recomposición para el salario mínimo que lo llevaría a 482 mil pesos en el actual mes de julio y a 505 mil para agosto.

El encuentro tenía el objetivo de definir un nuevo piso salarial junto con los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo, en medio de un escenario que ubica al sueldo básico como el menor en 30 años.

El último encuentro entre las partes, en la Secretaría de Trabajo, fue a fines de abril. En aquella oportunidad no se logró un acuerdo, al igual que en la primera convocatoria del año, y el Gobierno terminó definiendo un aumento del 15% en el piso salarial en dos tramos (abril y mayo).

De esta manera, el ingreso básico pasó de $202.800 a $221.052 en abril para los trabajadores mensualizados, mientras que en mayo alcanzó los $234.315,12. En cuanto a los empleados jornalizados, la hora aumentó de $1014 a $1105,26 en el cuarto mes del año y a $1171,58 en el quinto. Son los valores que, hasta hoy, se mantienen vigentes, hasta que el gobierno disponga el ajuste de estas cifras y defina desde qué mes se aplica. 

Ahora el Gobierno definirá por decreto el valor del nuevo haber mínimo, laudando entre las partes. Un rol que el gobierno de Javier Milei había asegurado al comienzo de la gestión que jamás asumiría, pero que una y otra vez debe asumir al no ejercer ningún rol como mediador para acercar a las partes.

Manifestación

Al mismo tiempo que se realizaba la reunión del Consejo, en la vereda del edificoio de la Secretaría de Trabajo un grupo de militantes convocados por la CTA Autónoma, la Corriente Clasista y Combativa, Libres del Sur y otras organizaciones sociales, simbolizaban "El Entierro del Salario y las Jubilaciones", portando un ataúd acompañado de fotos de Luis Caputo (Ministro de Economía) y Federico Sturzenegger (ministrro de desregulación).

Ricardo Peidró, titular de la CTA Autónoma, quien estuvo presente en la reunión, aseguró que “esto es una farsa que va en línea con la política de este Gobierno que es sacrificar el salario, establecer una economía absolutamente detenida, sin avances".

“Podemos vislumbrar la complicidad del Gobierno con los grandes grupos económicos, algo que ya sabíamos porque sabemos quién gobierna, pero en estos ámbitos tripartitos es donde se manifiesta y se expresa con mayor crudeza este plan económico”, agregó Peidro tras el encuentro.