Los diputados franceses reeligieron este jueves a Yael Braun-Pivet, la candidata del presidente Emmanuel Macron, para presidir la Asamblea Nacional, la cámara baja, fragmentada en tres grandes bloques tras las elecciones legislativas anticipadas en las que ningún partido consiguió la mayoría absoluta.
La votación, que se desarrolló en tres vueltas, se extendió casi seis horas y es una señal negativa para la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP), que pese a tener el mayor número de escaños, no ha logrado acordar un candidato de consenso que sea candidato a primer ministro.
El proceso de elección de la presidenta de la Asamblea estuvo precedido por intensas negociaciones entre los partidos, en un ambiente crispado, cuando Francia se prepara a acoger los Juegos Olímpicos que comienzan el 26 de julio.
Braun-Pivet, presidenta saliente de la cámara baja del Parlamento, fue reelegida con 220 votos, frente al candidato comunista André Chassaigne de la alianza del Nuevo Frente Popular, que tuvo 207 votos y al de la ultraderecha Sébastien Chenu (141 votos).
El resultado del voto del jueves es clave porque da un primer vistazo a las alianzas que podrían crearse para forjar una mayoría y formar un nuevo gobierno, después de que Macron perdiera la mayoría en la Asamblea cuando convocó a elecciones anticipadas.
Los comicios legislativos a dos vueltas del 30 de junio y del 7 de julio dejaron un hemiciclo fragmentado en el que el NFP -- una alianza de izquierda que incluye a socialistas, comunistas, ecologistas y la formación de izquierda radical de La Francia Insumisa (LFI) -- quedó en primer lugar con 193 diputados, pero lejos de la mayoría absoluta de 289 escaños.
Después se situó la alianza de centroderecha de Macron (164 escaños) y la extrema derecha obtuvo 143 diputados.