En medio de una crisis económica que se profundiza, el Presidente Javier Milei entró en una situación de nervios que lo tiene tan alterado que, en las últimas horas, salió a doblar la apuesta contra los que le critican que la recuperación no existe. Notablemente sobrepasado por la situación y en paralelo a acomodar a su antojo supuestos datos de mejora que los propios números niegan o relativizan, volvió a embestir contra dos de sus ex asesores, con denuncias fuertes en la red social X. "Orígen de la traición", se intituló un mensaje que el mandatario escribió y que continuó con la siguiente descripción: "Uno traicionó porque quería afanarse información confidencial para hacer más rentable la consultoría. El otro lo hizo después de fracasar en imponer su agenda prebendaria. Hay muchos analistas que son muy ingenuos y/o intelectualmente muy deshonestos", destacó Milei. Reforzó la idea el cineasta oficial nombrado por el presidente para hacer propaganda política: "Este es un gobierno de gente 100% comprometida con salvar el país. No puede haber nadie que esté para otra cosa. Nos debemos a los votantes", escribió en X Santiago Oría, citando el mensaje de su superior

La referencia presidencial es para Fausto Spotorno, economista de la consultora Orlando Ferreres y uno de los más respetados del mercado; y el otro apuntado es Teddy Karagozian, el empresario textil más grande Argentina. Los dos fueron echados por criticar al ministro de Economía, Luis Caputo, y al modelo económico de Milei. Karagozian, el cesanteado más reciente, se fue en tiempo récord del Consejo de Asesores porque, con una frase, le pegó en la línea de flotación al Gobierno: "No vislumbro la recuperación y no va a suceder", dijo. 

La acusación que hace Milei es muy seria, sobre todo en lo referido a Spotorno, a quien acusa de un supuesto intento de robo de información "confidencial". Fuentes del entorno del economista dijeron a Página I12 que "está muy sorprendido, no entiende de dónde saca eso el Presidente". Y agregaron que "en el Consejo de Asesores no se maneja ningún tipo de información confidencial". A Spotorno salieron a bancarlo varios de los liberales perseguidos por Milei, entre ellos Roberto Cachanosky, quien defendió su integridad ante semejante acusación de robo de información. En el listado de los que criticaron a Milei por derecha no sólo está él, sino también Diego Giacomini, Carlos Maslatón, Ricardo López Murphy, Martín Tetaz y Carlos Melconian. "Milei no los quiere ni ver", cuenta. 

Hasta la consultora Econviews, de Miguel Kiguel, un cuadro que banca a Milei, alertó en un informe reciente que "no ayuda hacerles Bullying a economistas y periodistas que tienen visiones diferentes, porque comunica nerviosismo"

Tanto a Spotorno como a Karagozian los despidió Demian Axel "Satanás" Reidel, el ex JP Morgan encargado de cortarles las piernas a los disidentes, aún aquellos con intenciones constructivas. Lo de Karagozian, en tanto, hasta sería más debatible porque Milei expresa una visión sobre un sector de la industria, aunque también es curioso porque fue el mismo presidente quien llevó al ceo textil al Consejo Asesor

De todos modos, el Gobierno siguió la pelea con esa familia de empresarios. Javier Lanari, el segundo del vocero Manuel Adorni, escribió en X que la ropa nacional es cara. Le contastó Tomás Karagozian, hijo de Teddy y dirigente de UIA Jóven. "Javi, nosotros producimos hilo y exportamos el 30 por ciento. Si nos quitan retenciones y hubieran reformas, podría ser más del 50. También hacemos remeras, nos cuestan 4300 pesos y las vendemos a 10 mil (...) ojo que esto es largo", le advirtió. Lanari, subsecretario de prensa, le prometió bajar los impuestos. 

"Inquieto, nervioso"

Los que conocen al Presidente aseguraron ante este diario que "en estas semanas se lo ve particularmente inquieto, nervioso" y buscando fantasmas como chivos expiatorios de la crisis. Si no fuera por el carácter explosivo del mandatario, habría que decir que es hasta normal semejante tensión: tuvo otra semana de mercados turbulentos porque las medidas de Caputo para calmar el dólar no convencen y, en paralelo, la actividad sigue dando datos muy negativos para esta altura del año. 

Esa desesperación por salir de contra-ataque a la recesión hizo que, incluso, la Casa Rosada bajara línea de comunicar como mejoras datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). El mismo dio una suba del 2,3 interanual con una trampa que es muy visible. Ese crecimiento lo explicó un alza de 103 por ciento en el agro, comparado con un año de sequía, y algo de Minería. El resto de los sectores cayeron en picada. De hecho, según datos de la consultora Vectorial, que comandan el ex viceministro de Economía Haroldo Montagú y el ex presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker, sin el campo la economía estaría cayendo 5,4 por ciento en mayo. Una catástrofe.

Se plegó a la celebración de esa ficción Marcos Galperín, el empresario más grande del país  y el dueño de Mercado Libre. No sabrá Galperín que no sólo la foto de mayo es tramposa y vieja, sino que además ignora otros datos paralelos y que están más adelantados. El primero es que el mismo INDEC difundió, para mayo, una caída del 35 por ciento en las importaciones, postal de una economía que sigue en recesión fuerte. Además, si se miran los datos de junio y lo que va de julio, los motores de la economía no sólo caen año contra año, sino mes contra mes. 

ADIMRA, la cámara metalúrgica, reportó en junio una baja de 17,3 interanual y de 1,9 intermensual y es madre de industrias. De hecho, la propia Unión Industrial (UIA), marcó en mayo una caída de más de 14 puntos y avisó que para adelante la crisis sigue: "los datos adelantados de junio reflejan que la caída interanual persiste y en la serie mensual también podría observarse una disminución", graficó la entidad que preside Daniel Funes de Rioja. 

El consumo masivo, por su parte, medido en el indicador de Scentia, mostró una caída de ventas en supermercados de todo el país de 12,5 interanual en junio, tres puntos más que lo que había caído en mayo contra mayor del 23. La otra pata de PBI, la construcción, mostró en junio una caída del 32 por ciento en la venta de materiales, según Construya. A esto hay que sumarle que el Gobierno celebra un 4 por ciento de IPC cuando sigue sin aprobar aumentos reales en el Salario Mínimo, Vital y Móvil, y con los ingresos en mínimos históricos que no logran que la inflación tenga impacto positivo en los costos de las familias.