La exfuncionaria de 9 de Julio Victoria Caillava y su esposo, el exmarino Carlos Pérez, principales acusados en el caso ya que el rastro odorífero de Loan fue identificado por canes en los autos del matrimonio, declararon por más de diez horas ante la jueza Cristina Pozzer Penzo. Alegaron inocencia, pero no aportaron mayores precisiones sobre el destino del niño. Ambos están acusados de haber participado en su sustracción.
En la indagatoria fueron consultados por su relación con los policías detenidos y por los movimientos después del almuerzo familiar. La hipótesis que sobrevoló las preguntas que les hicieron apunta a la idea de que alguien les entregó al chico y a su vez ellos lo volvieron a entregar.
En ningún momento fueron consultados por el supuesto accidente, el atropellamiento del que inicialmente había hablado Laudelina Peña. Sí se les preguntó por la sangre que apareció en una rueda del auto, pero su respuesta es que desconocían tal situación.
Antes que el matrimonio y al igual que su esposa, Laudelina Peña, Antonio Benítez declaró ante la Justicia que cree que a Loan se lo llevaron. Sin embargo, el último hombre con el que habría estado el niño tampoco aportó ningún dato ni prueba concreta sobre esa "creencia" ni acerca de la persona que podría haberse llevado a su sobrino político. Benítez denunció, a su vez, que fue golpeado y amenazado por la policía correntina en horas posteriores a su detención, cuando le exigieron, según asegura, que incrimine a alguien de la familia del chico.
"Desconfían de mí porque fui el último que lo vio", dijo Benítez en la declaración indagatoria que se extendió hasta horas de la noche del miércoles. El hombre reconstruyó así su versión de lo ocurrido aquella tarde del 13 de junio pasado, después del almuerzo en la casa de la abuela Catalina. Dijo que fueron al naranjal con la pareja de Daniel "Fierrito" Ramírez y Mónica Millapi y con el grupo de niños entre los que estaba Loan, al que, asegura, en un momento dejó de ver.
El hombre sostuvo que fue una de las niñas la que advirtió la ausencia del nene y les avisó a los mayores. Benítez ratificó, como lo había dicho en su primera declaración, que fue entonces que llamó a su esposa para avisarle que el nene se había perdido. "De la forma en que lo buscamos, creo que se lo llevaron", agregó allí, pero aclaró que "no sé qué paso, dónde está y quién se lo llevó".
Del mismo modo se había expresado en su declaración del martes Laudelina, que tampoco vio el momento de la desaparición de Loan pero sí dice "creer" que se lo llevaron. Ella sí aportó algunos nombres para sostener su versión: apuntó sobre Benítez, su propio esposo, como uno de los que podría haber llevado a Loan desde el naranjal hasta la tapera donde, sostiene, algún "cómplice" pudo haberlo sacado de 9 de Julio.
La versión de Benítez es todavía más floja si se tiene en cuenta que, a diferencia de Laudelina, el hombre sí estuvo con Loan hasta el momento en que misteriosamente desapareció de la vista de él y de Millapi y Ramírez, que este miércoles también se declaró inocente y dijo no saber nada sobre lo que pudo pasarle al niño. Benítez, además, no precisó con claridad qué hizo después de la desaparición. Se sabe que el hombre no estuvo presente en las primeras horas de la búsqueda y que su celular se activó en antenas de pueblos aledaños, como Yataití Calle.
Durante su declaración, el tío político de Loan sostuvo que sufrió apremios durante su primera detención en el marco de la causa, cuando fue acusado, en principio, de abandono de persona. "Me esposaron, me pegaron, me dijeron que tienen el modo de hacer hablar y hasta pidieron que culpe a alguien", dijo y sostuvo que los policías apuntaban principalmente Millapi y a Macarena Peña, la hija de Laudelina. "Yo le decía cómo voy a culparlas, si yo no las vi", agregó Benítez.
La jueza había indicado a la prensa que la declaración de Millapi, prevista en principio para el lunes que viene, podía llegar a adelantarse para este jueves, pero es probable que eso no se concrete por la demora en las declaraciones. Para este viernes, en tanto, se espera la indagatoria del comisario Walter Maciel, que lo hará de forma presencial en el juzgado de Goya, y del exsuboficial Francisco Amado Méndez, el último en ser detenido por su presunta participación en el encubrimiento de los hechos.
La Justicia también determinó que parte de las pruebas pendientes de resolución, como los peritajes de rastros encontrados en los autos de Caillava y Pérez, se realicen finalmente en Buenos Aires, por lo que se trasladarán hacia allí desde el Tribunal Superior de Justicia correntino. Las pruebas llevan una demora inusual que se condice con las serias fallas en la investigación durante las primeras semanas del caso. Hasta el momento, por ejemplo, los peritos no han llegado a establecer un ADN indubitable de Loan para poder compararlo con los rastros.