“Una burbujita por el cielo va, volando volando y el viento la llevará”, canta Ana Iniesta en el escenario del Centro Cultural Konex, mientras burbujas de todos los tamaños llegan hasta los niños y las niñas que se paran a tocarlas. “El show lo pensé desde un guión dado por las canciones y sus mundos poéticos, siempre sintiendo la sonoridad del trío lunar como paisaje; digamos que la melodía pinta y planta con las letras eso que está pasando en el paisaje musical, apuntando al presente de la comunión efímera y preciosa que nos da el teatro, única en sus posibilidades. Esta vez estoy acompañada además por dos payasas (Granada y NIdea) que juegan con elementos, bailan, traen un retablo de sombras y titiritean, haciendo contacto los mundos poéticos sin perder la frescura tan potente de ese encuentro, por eso creo que resulta conmovedora la experiencia en mis espectáculos. Me pasa siempre que les adultes al terminar la función me dicen que se emocionaron”, cuenta la artista a Las12.

Las letras de sus canciones hablan de cosas que les pasan a les niñes, intentan traducir, poner en palabras, eso tan inasible que trae la primera infancia: “es una labor de quienes hacemos músicas para infancias que resulta significativo por el nivel de invisibilidad que tienen las niñeces como sujetos de derecho, sociales y políticos a pesar de que ocupan tanto espacio en nuestros corazones, nuestro cotidiano (y slogans de políticos y corporaciones). Creo que mis letras traen a la presencia esto de “Ah ¡es cierto! ¡Qué y cuán importante y valiosa es su mirada del mundo!”, y llegan, a los grandes y a les peques sintiéndose en su salsa”, explica Ana.

Las canciones de Iniesta hablan de lo cotidiano y lo hacen con melodías propias de estas tierras como malambos, chamamés, valcesitos. Su primer disco describe cómo caminan las hormigas por la corteza de la mesa, por ejemplo, esos momentos suspendidos de observación que pueden ser horas. “Nunca hay que olvidar que la vida pasa lento, eso hay que cuidárselo a les niñes, transmitirlo más firme y contundente que nunca, en un mundo tan apurado”, dice Ana.

El 20 de julio estarán en el Centro Cultural Recoleta, con entrada gratuita y el 21 de julio, en Wilde (Avellaneda) en el teatro Sur Danza; ambas funciones son a las 16. El 25 de julio a las 16.30 estarán en Miramar y el 26 a las 11 en Mar del Plata. En agosto estarán celebrando el mes de las infancias en las Bibliotecas populares del Valle de Traslasierra, Córdoba, donde Ana vive hace dos años. En las redes aparece toda la info en @anaylabandadelaluna.

Además de las canciones, Ana está presentando el libro La luna de Candela, que hizo junto a Magdalena Fleitas y es una súper nana para cantar antes de irse a dormir.