Empresarios y Gobierno trabajando codo a codo para “aplastar” el salario. Así definió el secretario general del SUTEBA y secretario de relaciones internas de la CTA-T, Roberto Baradel, lo ocurrido este jueves durante la nueva reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que no llegó a un acuerdo y tendrá, nuevamente, resolución vía decreto.

Para el sindicalista bonaerense, es simplemente “vergonzosa” la actitud de ambos sectores que operan en “tándem”. Algo que se traduce en los números: “La propuesta de los empresarios fue pagar 264 mil pesos de salario mínimo recién en noviembre”.

Es decir, en palabras de Baradel, que “quieren consolidar el salario mínimo en la mitad de la canasta de indigencia”. El argumento, dijo, es que si se aumenta el salario mínimo va a generar despidos. Con desconfianza, el titular de SUTEBA se manifestó lejos de esta posición.

Es un boicot al Consejo del Salario. Lo convocan para después poder platear en los organismos que hay diálogo. Héctor Daer decía que si estaba tan bien justificado, por qué la parte empresarial no hacía una conferencia de prensa diciendo que ofrecían esto”, añadió. "Hugó Yasky fue muy enérgico y contundente durante la reunión en la postura de la CTA porque es una vergüenza lo que plantearon los empresarios, están queriendo consolidar el salario mínimo en la mitad de la canasta de indigencia", añadió.

De cara al futuro, agregó: “Expectativa no hay. Vamos a seguir reclamando. Hoy estamos movilizados en los conflictos donde hay despidos. No solo se dan en el Estado. Hay muchos en el sector privado. Hay muchas suspensiones o eliminación de turnos. En muchas fábricas”.

Estamos movilizados en cada uno de los lugares, repudiando esto, movilizándonos, haciendo asambleas. Hay que seguir delineando estrategias para seguir reclamando”, dijo en un contexto en el que los despidos llegan no por los altos salarios, sino por todo lo contrario: la recesión y la caída brutal del consumo.