La CGT advirtió que la visita de diputados de La Libertad Avanza (LLA) a genocidas presos por delitos de lesa humanidad es parte del “avance negacionista” que pretende dar “impunidad” a los condenados por crímenes cometidos durante la última dictadura, y puntualizó que ese acto “pisotea la dignidad, la memoria y la gloriosa historia” del movimiento obrero argentino.
“Los trabajadores y el movimiento obrero organizado fueron las principales víctimas del terrorismo de Estado durante la dictadura genocida”, recalcó la central obrera a través de una declaración pública que circuló por las redes sociales bajo el título: “Manifestamos nuestro repudio a quienes pretenden imponer la impunidad”.
A través de ese comunicado de su Secretaría de Derechos Humanos, la central obrera expresó su “más absoluto repudio” a ese hecho que tuvo lugar el 11 de julio último en el penal de Ezeiza y del que fueron protagonistas los diputados oficialistas Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo, Alida Ferreyra y Rocío Bonacci.
Benedit, el organizador del convite con los represores como Alfredo Astiz, uno de los peores, había dicho que fueron hasta allí para “ver excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista”.
La CGT recordó que “las principales víctimas” de los genocidas de la última dictadura cívico-militar fueron quienes conformaron el movimiento obrero y remarcó que así lo indican los datos oficiales: el 70 por ciento de los desaparecidos fueron trabajadores y trabajadoras.
“Esa lucha épica y de los centenares de miles de víctimas (entre desaparecidos, secuestrados, perseguido, despedidos y encarcelados) se asiente bastardeada por la actitud de estos ‘legisladores’ que pisotean la dignidad, la memoria y la gloriosa historia del movimiento obrero organizado argentino”, sentenció el texto de la central obrera.
Por ese motivo, añade la declaración, “manifestamos nuestro más absoluto repudio” ante la visita de apoyo de los diputados de LLA a los represores.
Para la CGT, ese gesto “significa un avance negacionista que pretende avanzar en un proceso de impunidad”, y también “incluye un claro ataque a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que el pueblo argentino construyó a lo largo de estos 40 años de democracia”.
La declaración emitida a través de las redes sociales está firmado por los titulares de la Secretaría de Derechos Humanos de la CGT, Maia Valcovinsky y Julio Piumato.
El texto también menciona las declaraciones de Benedit, a través de las cuales defiende el accionar represor de los condenados que visitó y cita las declaraciones de uno de los expresidentes de facto de entonces, que justificó la represión de Estado contra los trabajadores.
Precisamente, Roberto Viola en abril de 1977 había establecido que “el objetivo de la represión era el movimiento obrero organizado” y que el motivo era “impedir que la resistencia obrera en defensa de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores hiciera fracasar el Plan de Martínez de Hoz”.
Por eso, para la CGT, la “heroica resistencia” obrera “fue una de las causales principales de la conquista del retorno de la democracia”.