Tras un par de semanas con mucho movimiento e incertidumbre en los mercados cambiarios, el diputado nacional de Unión por la Patria Carlos Castagneto cuestionó al ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, e ironizó con que “el rey de la timba financiera le está errando”.
Para el extitular de la AFIP durante la gestión de Alberto Fernández, la situación en Argentina "está difícil”.“Hay que seguir atajando todo lo que nos están tirando en este país”, se lamentó Castagneto en las 750, en una referencia a su pasado como arquero profesional de fútbol entre 1982 y 1993.
“Anunciaron que el Banco Central no iba a intervenir más con los bancos. Y volvieron a emitir para pagar deuda. Venden noticias que son financieras, pero que no influyen en las pensiones, jubilaciones, salarios, trabajo, recuperación laboral, salud y educación. Es muy triste”, añadió sobre este punto.
El futuro de los clubes
Por otro lado, el diputado nacional de Unión por la Patria se refirió al proyecto de Javier Milei y Federico Sturzenegger para promover la llegada de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) al fútbol argentino.
Consultado por Víctor Hugo Morales, Castagneto fue contundente: “Ya se han expresado los clubes. En La Plata un club quiso armar una SAD. Lo formalizaron en una asamblea. Se hizo una apelación de los socios y la Justicia se lo negó”, repasó.
Y añadió: “Yo diferencio. Los clubes de barrio, sabes qué importantes son. Son una contención sobre los chicos en situación de calle, jugar en equipo, pelear en equipo. Por otro lado, los clubes que pertenecen a la AFA, en donde realmente presentamos un proyecto para que sigan siendo Sociedad Civiles”.
“El presidente (Milei) les está hablando a inversores que solo vienen a sacar a los chicos de las inferiores, porque en el exterior no hay prácticamente inferiores", explicó el legislador del peronismo.
Y puso el ejemplo del club inglés Chelsea, que hasta 2022 pertenecía al magnate ruso Roman Abramovich pero, tras la guerra entre Rusia y Ucrania y la difusión de sus presuntos vínculos con Vladimir Putin, debió venderlo: "Cuando vino la guerra lo echaron y estuvo a punto de quebrar”, finalizó Castagneto.