Cuando la actriz Lily Gladstone estaba en la escuela secundaria, sus compañeros de clase la votaron como "La más probable para ganar un Oscar". Este año estuvieron a punto de dar en el clavo. En Los asesinos de la luna, la extensa epopeya de Martin Scorsese, ella era Mollie, una mujer Osage que sufría la matanza sistemática de su familia, rica en petróleo. Era cálida, coqueta, desconsolada y estoica. La fuerza de su interpretación, con su cuidada gracia y sus toques de humor, fue tal que les arrebató la película a Leonardo DiCaprio y Robert De Niro.

Gladstone había ganado el Globo de Oro. Había ganado premios precursores de la crítica en lugares tan distantes como Florida y Dublín. Los metafóricos cañones de confeti estaban preparados. Pero cuando Emma Stone terminó llevándose a casa el premio a la mejor actriz en los Oscar, por su trabajo igualmente maravilloso en Pobres criaturas, se impuso una narrativa específica sobre Gladstone. Se convirtió, al menos en algunos círculos, en "la perdedora".

Hoy, con una sonrisa irónica, Gladstone dice que encontró todo el discurso halagador pero también salvajemente fuera de lugar. "Como intérprete aprendés a distanciar un poco tu propio ego de esa máquina", dice. "Si no, te come viva". Reflexiona sobre ese momento, curvando un poco la boca. "En general, sí, hubo una decepción colectiva en el país indio por el hecho de que no llegara el premio grande. Pero también hubo una celebración colectiva por haber llegado tan lejos. Que era de lo que se trataba". 

En los premios del Sindicato de Actores, celebrados en marzo, dos semanas antes de los Oscar, Gladstone se llevó el premio a la mejor actriz y recogió su trofeo con un discurso pronunciado a medias en la lengua de la tribu Pies Negros en la que nació. Esto provocó un verdadero incendio: los niños de los Pies Negros empezaron a enviarle videos en los que se presentaban con sus nombres indios y hablaban de sus aspiraciones en la vida. Los principales medios de comunicación se hicieron eco de los esfuerzos de revitalización de las lenguas indígenas encabezados por sus amigos. Steven Spielberg le dijo que el discurso le había animado a descargarse la aplicación Duolingo y aprender navajo, la lengua nativa de Arizona, el estado en el que creció. Además, agrega, "tal y como es el país indio, creo que todo el mundo piensa que los Globos de Oro son los Oscar. Así que, durante un tiempo, la gente pensó que realmente lo había ganado. Y tangiblemente, son estatuillas pesadas, y tengo muchas en mi chimenea".

El encuentro fue concertado para hablar de la nueva película de Gladstone, Fancy Dance: una danza ceremonial, un drama duro y conmovedor sobre dos mujeres indígenas que huyen y que subirá a la plataforma Apple TV + a fines de este mes. Sentada en la habitación de un hotel de Nueva York, con un vestido rosa de flores, Gladstone, de 37 años, ejerce una atracción innata. Probablemente sea su cara: la curiosa inclinación hacia arriba de sus labios, los profundos ojos marrones que, en la pantalla, pueden transmitir tanta gravedad con una simple mirada. Es imposible evitar sentirse atraído.

También se encuentra en un momento interesante de su carrera: una actriz que ya no está en el centro de la tormenta de las galas de premios y que por fin puede relajarse un poco, pero que también está asimilando su nuevo poder. Como el nombre más importante de la película, está en una gira de prensa que se ha adaptado totalmente a su agenda. Eso es algo diferente ahora. Otra es que, mientras trabajaba en la promoción de Los asesinos de la luna, era la novata asombrada sentada junto a una estrella de la lista A; esta vez, Gladstone es la veterana. A su lado está Isabel DeRoy-Olson, la coprotagonista de Gladstone, de 19 años, y una prometedora actriz más que contenta de disfrutar de su brillo.

"Tiene mucho talento y es un ser humano maravilloso", dice DeRoy-Olson, lanzando una retahíla de cumplidos que hace que Gladstone se tape los oídos bromeando, avergonzada. "Conocerla antes de Los asesinos de la luna y verla hacer cosas increíbles después... nadie se lo merece más que ella". 

La interpretación de Gladstone en Fancy Dance se basa en su trabajo para Scorsese. Allí fue la heroína trágica de la película, una visión de la fuerza de la supervivencia, aunque con una pizca de ingenuidad. Su personaje en Fancy Dance, la obstinada tía de la optimista adolescente de DeRoy-Olson, es contemporáneo e inteligente; utiliza su dura musculatura como un velo de protección contra las amenazas exteriores.

Gladstone cree que ambas películas funcionan en tándem, y que Fancy Dance es una respuesta a los críticos que afirmaban que Los asesinos de la luna se centraba demasiado poco en la vida de los Osage, y demasiado en las maquinaciones de los hombres blancos que casaban y asesinaban a la familia de Mollie para conseguir los derechos sobre sus tierras. "La gente quería saber más de la vida de Mollie y de su hermana", explica Gladstone. "Pero sabía que Fancy Dance estaba entre bastidores, y en manos de cineastas indígenas que te llevan al interior de esa experiencia aislada". Tanto Fancy Dance como Los asesinos de la luna se emitirán juntas en Apple TV+, explica Gladstone. "Son una para la otra. Se apoyan mutuamente".

Fancy Dance se mueve entre varios tonos. Es en parte una historia de madurez y en parte un thriller de misterio. Imagínese la melancolía de Luna de papel, de Peter Bogdanovich, cruzada con la rabia feminista de Thelma & Louise. Jax (Gladstone) busca a su hermana Tawi, madre de un niño con contactos en los bajos fondos que ha desaparecido sin dejar rastro. Atrás queda la hija de Tawi, Roki (DeRoy-Olson), que está convencida de que su madre volverá para reunirse con ella en un powwow próximo, en el que numerosas comunidades nativas se reúnen para conocerse y bailar. Jax desea adoptar a Roki, pero las autoridades desconfían de ella, mientras que los líderes nativos son incapaces de ayudarla. 

A menudo es una película dulce, pero también brutal y despiadada. Además, la mayor parte de la violencia queda oculta: sólo se escuchan las descripciones de los trágicos finales y somos testigos de sus secuelas emocionales. Los asesinos de la luna retrataba la violencia contra los Osage de forma más visceral, lo que le valió críticas en el momento de su estreno. Gladstone, sin embargo, afirma que las decisiones tomadas por ambas películas son válidas; Fancy Dance, cabe señalar, está dirigida por una cineasta nativa americana llamada Erica Tremblay.

"Scorsese no tenía miedo de mostrar la realidad y el impacto de la violencia", afirma la actriz. "Creo que fue increíblemente conmovedor en esa película, y no gratuito. Se filmó desde la perspectiva de que es horrible ver esos asesinatos y a esas personas asesinadas. Pero la cámara siempre permanecía muy atrás, como si fueras alguien presenciándolo y la banalidad de ello y lo rápido que puede suceder".

Gladstone en Los asesinos de la luna.

Las elecciones de Fancy Dance son diferentes. Por ejemplo, no hay cuerpos brutalizados. Pero insiste en que la visión de Scorsese era esencial. "Martin tiene la capacidad de cambiar la cultura", afirma. "Pocas personas en este planeta pueden traspasar el velo, abrir la puerta y llegar a la gente de una forma real e impactante, pero compasiva". Habla lenta y profundamente, pero con una autoridad casi real. Se podría oír caer un alfiler.

Gladstone nació en Montana, de madre blanca y padre Pies Negros, y creció en la reserva estatal de los Pies Negros. Su primera inspiración para actuar fue ver a los Ewoks en El regreso del Jedi, y pronto tuvo oportunidades en el teatro local y en obras escolares. Su salto profesional se produjo en 2016, cuando la cineasta Kelly Reichardt la eligió para interpretar a una ranchera solitaria que se siente atraída por la profesora del colegio comunitario de Kristen Stewart en su película Ciertas mujeres. La interpretación de Gladstone duele por la nostalgia y la incertidumbre, al tiempo que apunta a la homosexualidad -o al menos a la marginalidad- que caracteriza gran parte de sus mejores trabajos. Son cosas que Gladstone siempre ha visto en sí misma, desde su origen étnico mestizo hasta la fluidez de su identidad de género: utiliza los pronombres "ella" y "ellos".

"La forma en que soy capaz de metabolizar muchos personajes tiene que ver con su expresión de género y los papeles de género que les impone la sociedad", explica. "Pienso en el género como algo cultural, como que los Pies Negros no tenemos pronombres de género, tenemos verbos de género". Significa que los nombres en la comunidad simbolizan el propósito o el conjunto de habilidades de una persona, y no se eligen para mantener un género binario. "Mi abuelo tenía nombre de mujer, por ejemplo".

En Fancy Dance, Jax es queer y mantiene una relación sentimental -aunque sea emocional- con una bailarina exótica. Es sólo uno de los elementos de la película que se interpretan con tanta naturalidad. Por otra parte, el racismo de la policía local de Oklahoma se presenta como algo casual y solapado, mientras que la falta de apoyo institucional a Roki (a la que su madre ha abandonado, se la amenaza con sacarla de su tierra nativa y ponerla bajo la custodia de su ausente padre blanco) no sorprende demasiado a Jax. Los personajes están a menudo hastiados y cansados de luchar, familiarizados desde hace tiempo con la discriminación y con un mundo creado para trabajar en su contra.

Ese rechazo a ocultar las realidades más feas de la vida indígena puede haber sido la razón por la que Fancy Dance tardó más de un año en encontrar distribución. Pero Gladstone también cree que era necesario estrenarla después de Los asesinos de la luna, no sólo porque su nombre podría ayudarla a encontrar un público más amplio, sino porque el público teórico de la película necesitaba un punto de entrada diferente a las historias de los pueblos originarios. "Muchas veces surge una obra de arte que se adelanta ligeramente a los tiempos, que el público no está preparado para contextualizar en la sociedad", afirma. "No saben cómo verla. Todos sabíamos lo especial que era esta película, los golpes que da y las conversaciones que genera. Pero un público más amplio necesitaba algo tan fuerte e inmenso como Los asesinos de la luna para estar preparado. La gente ni siquiera sabe necesariamente lo que quiere ver hasta que se da cuenta de que no lo está viendo".

También por eso la temporada de premios le resultó tan útil. "Tenía suficiente luz sobre mí para reflejarla de forma concentrada en otros proyectos y otras personas", dice, dirigiéndose en cierto modo maternalmente a DeRoy-Olson, de las naciones Tr'ondëk Hwëch'in y Anishinaabe. "El premio es lo que sea", continúa. "Sólo estoy agradecida de que se haya abierto un espacio así para la representación. La gente estaba muy emocionada. Los niños lo vieron. Normalizó la imagen de una mujer Pies Negros en la televisión, con bellos vestidos y hablando su lengua".

A su lado, DeRoy-Olson resplandece. Es como si, más que ser su coprotagonista, Gladstone fuera un ejemplo de lo que ahora podría ser. 

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

(Imagen: AFP)

 

Nuevos tiempos en los premios

Lily Gladstone y Kali Reis han hecho historia como las primeras mujeres indígenas nominadas a los Emmy de interpretación. Ambas actrices fueron nominadas en la categoría de Actriz de Reparto Sobresaliente en una Serie Limitada. Gladstone, de 37 años, fue reconocida por su interpretación en Under the Bridge, de Hulu, en la que interpretaba a una agente de policía, Cam Bentland, que investiga el asesinato de Reena Virk, una niña de 14 años. Reis, de 37 años, fue nominada por su papel en True Detective: Night Country, de HBO Max, en la que también interpretó a una agente de policía, la policía estatal Evangeline Navarro, que investiga la desaparición de ocho hombres de una estación de investigación de Alaska y una posible conexión con el asesinato de un activista Iñupiaq.

Gladstone y Reis se convierten en la segunda y tercera intérpretes indígenas nominados a los Emmy de interpretación. El primero fue August Schellenberg, nominado al Emmy en 2007 por interpretar a Toro Sentado en la adaptación de HBO de Bury My Heart at Wounded Knee. Este año, el actor indígena canadiense D'Pharaoh Woon-A-Tai también fue nominado por primera vez a los Emmy, en la categoría de Actor Principal Destacado en una Serie de Comedia por su papel en Reservation Dogs. La serie, realizada por un reparto y un equipo mayoritariamente indígenas, también fue nominada a la mejor comedia. 

En febrero, Reis habló sobre la histórica carrera de Gladstone en los premios. "Cuando ganó el Globo de Oro, yo estaba sentada doblando la ropa", recuerda. "Literalmente, rompí a gritar y a llorar. Es un momento increíble para el talento indígena nativo americano".