El conflicto entre los trabajadores del neumático y la patronal llegó al edificio de la Secretaría de Trabajo en la avenida Callao. Este viernes se realizó la primera audiencia entre trabajadores, empresarios y Estado para que Bridgestone demuestre que se encuentra en una situación patrimonial crítica que amerite que el gobierno le otorgue la herramienta del Proceso Preventivo de Crisis (PPC), mediante la cual puede echar o suspender trabajadores "por fuerza mayor". FATE, la otra de las tres fabricantes de neumáticos en el país, también tuvo su audiencia por el mismo motivo, aunque el proceso se encuentra más avanzado.
“Claramente no hay ninguna crisis que pueda probar esta empresa”, explicó sobre Bridgestone el secretario General del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna), Alejandro Crespo en diálogo con la radio 750, y catalogó como una “locura administrativa” el pedido del mayor fabricante de neumáticos del mundo de abrir en el país un PPC. El PPC es un mecanismo previsto en la Ley de Empleo Nº 24.013 y prevé una negociación entre la empresa, el sindicato y el Gobierno antes de aplicar despidos o suspensiones por razones de fuerza mayor.
La semana pasada, Bridgestone "liberó de tareas" a sus trabajadores y pidió la apertura de un PPC en el que “amenaza con 452 despidos, solicita la modificación del Convenio Colectivo de Trabajo, flexibilización laboral e incluso la eliminación de la cláusula de participación en las ganancias (N.d.A.: que logró el sindicato en 2001 luego de un fuerte conflicto gremial)”, aseguró Crespo en diálogo con este diario.
El sindicato también apuntó contra la Secretaría de Trabajo de la Nación de actuar de manera "escandalosa" por dar lugar a un pedido "de una empresa multinacional que reparte ganancias por la enormidad de las mismas". “Esto es totalmente ilegal. Administrativamente es una locura. Generaría que cualquier empresa pueda pedir un procedimiento preventivo de crisis. Que es algo muy desventajoso para los trabajadores”, alertó Crespo.
Dos versiones del origen
La firma, que en 2022 y 2023 repartió utilidades con sus empleados por obtener ganancias extraordinarias en 2021 y 2022, asegura en un comunicado que “a partir del extenso conflicto gremial del 2022, sufrimos una pérdida de confianza corporativa que generó la transferencia del volumen de exportación de Argentina a otras plantas de la región. Como consecuencia, hoy estamos exportando solo el 10 por ciento de lo que proyectábamos” y justifica el inicio del PPC para "comunicar el objetivo de reducción de producción para focalizar las operaciones en el mercado local”. "La parada de planta ya estaba planificada y será por esta semana, lo que es importante aclarar acá es que se dispensa a la gente de las tareas, pero se abonarán el 100 por ciento de los sueldos con total normalidad", agregó.
Desde el Sindicato lo interpretan como un lockout patronal, ya que no dejan que los trabajadores asistan a su trabajo bajo una figura inexistente que consideran ilegal, la "liberación de tareas". Aldo, trabajador de FATE desde hace once años, explicó: "Para ponernos un poco en contexto, es necesario volver al conflicto salarial que se dio entre marzo y noviembre de 2022. Las tres grandes fábricas no estuvieron paralizadas durante esos meses, como muchos imaginan, sino que se promedió una cantidad de cuatro paros por mes".
De acuerdo al trabajadores, las empresas pedían dólares a precio preferencial para poder importar materias primas a cambio de llegar a un acuerdo paritario. Según Aldo, fue el propio Daniel Scioli quien, en ese entonces embajador de Brasil, viajó a la Argentina a asegurarles a Bridgestone, Pirelli y FATE que iban a poder acceder a los dólares para esas importaciones.
"El conflicto nunca se resolvió, porque las empresas compraron materias primas, pero nunca las pusieron a disposición de la producción, sino que hicieron acopio de las mismas para especular con los precios a futuro", continúa Aldo, "esto último se debe a que buscaban generar desabastecimiento para aumentar los precios de los neumáticos. ¿De qué manera? Un lock out, salvo que en vez de cerrar los portones a la manera "clásica", dejaban entrar a los trabajadores, pero no les asignaban tareas. Nunca podés generar desabastecimiento parando cuatro días de 30, pero si lo pueden hacer negándoles tareas a los trabajadores a diario de forma sistemática. El desabastecimiento les permitió aumentar desmesuradamente el precio de los neumáticos. El inconveniente es que cuando se terminó el conflicto y se regularizó la producción, nunca se bajaron esos precios, sino que para colmo, los reajustaban al valor del dólar paralelo", continuó.
El chispazo que prendió la mecha del actual conflicto fue, de acuerdo al trabajador de FATE, el anuncio del 5 de mayo por parte del gobierno de bajar aranceles para la importación de neumáticos. La medida era para neumáticos pesados, cuyos únicos fabricantes en el país son FATE y Bridgestone. "Al ser una multinacional, Bridgestone entendió que en estas nuevas condiciones les sería más rentable importar neumáticos pesados desde sus plantas en el exterior, que fabricarlas en el país. Ahora sólo le restaba poder "sacarse de encima" a los trabajadores", denuncia.
FATE dio a entender su “malestar” por esta concesión favorable a su competencia, y respondió el 13 de mayo con 97 despidos. De inmediato el gremio llamó a un paro, y la Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. "Lo que en realidad buscaba Madanes Quintanilla era desatar un conflicto para generar presión sobre el gobierno (hizo lo mismo con un PPC en el 2019, en épocas de campaña electoral, con un Macri ya golpeado), y terminó consiguiendo beneficios en materia impositiva, entre otras cosas", continuó.