La justicia le pidió a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que explique la visita de seis diputados de La Libertad Avanza (LLA) a Alfredo Astiz y otros represores que se encuentran detenidos en la Unidad 31 del penal de Ezeiza.

Daniel Obligado, juez de ejecución del Tribunal Oral Federal (TOF) 5, le solicitó a Bullrich que le informe “de carácter urgente” el trámite administrativo interno que se tuvo que hacer para que el 11 de julio una comitiva encabezada por el diputado Beltrán Benedit llegara hasta la cárcel.

Desde que asumió Javier Milei, el Servicio Penitenciario Federal (SPF) pasó a la órbita de Seguridad. Es por eso que Obligado demanda las respuestas de la ministra cuyo jefe de gabinete, Carlos Manfroni, había dicho el año pasado que trabajaban para darles una “solución” a los mayores de 70 que están detenidos por crímenes contra la humanidad.

El pedido de explicaciones de Obligado tiene un antecedente: Alejandro Slokar, integrante de la Cámara Federal de Casación Penal y coordinador de la comisión de crímenes contra la humanidad de ese tribunal, lo había exhortado a conocer lo sucedido y adoptar las medidas requeridas. 

En un oficio, Slokar había recordado que el Estado argentino tiene compromisos internacionales para "erradicar la impunidad".

El TOF5 condenó a Astiz a prisión perpetua en dos oportunidades. Lo mismo que a varios de los represores que actuaron en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y que actualmente están alojados en el penal de Ezeiza. Entre otros, Adolfo Donda, Antonio Pernías y Alberto Eduardo González. En el caso de González, él tiene un vínculo de larga data con la vicepresidenta Victoria Villarruel. Lo visitaba en la cárcel e incluso en el hospital cuandob estuvo internado. Según Cecilia Pando, el "Gato" González escribió los libros que firmó Villarruel.

Benedit --que ya había estado en la cárcel con anterioridad-- acudió la semana pasada con otros cinco colegas de la Cámara de Diputados: Rocío Bonacci, Lourdes Arrieta, Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo y Alida Ferreyra.

Cuando se filtró la visita, Benedit envió un mensaje en el que se negaba a llamar represores a Astiz y compañía. Dijo entonces que eran "ex combatientes que libraron batallas contra la subversión marxista".


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