“Queremos encontrarnos para abrazarnos, homenajearla y reivindicar su legado”, afirma Sabrina Osowski, a propósito de la actividad que se realizará este sábado a las 17 horas, en honor a la lucha y la vida de Nora Morales de Cortiñas: “Norita”. Sabrina habla desde Casa nuestros hijos, la vida y la esperanza, donde llevan adelante sus actividades las Madres de Plaza de Mayo Línea fundadora. Allí, este sábado, a dos meses del fallecimiento de esta Madre de la Plaza -ocurrido el 30 de mayo-, se realizará un homenaje para recordarla “como militante, compañera, amiga, vecina”.
Por eso en la Casa nuestros hijos, ubicada en el Espacio de Memoria (ex ESMA), se realizará un encuentro destinado a grandes y chicos que combinará música, videos y fotografía. “Nos acompañarán Paula Maffia, Valeria Cini y estudiantes de la Tecnicatura de música popular con sus canciones -repasa Sabrina- para honrar su legado que es el de todas las Madres”. Habla de la herencia que habita en el pañuelo blanco, en las rondas, y en el coraje que expandió esa lucha a la totalidad del proceso democrático.
“Nos interesa mantener vivo el legado de Norita y de todas las Madres, en momentos donde sus nombres, sus símbolos y sus luchas se vuelven un ejemplo más que necesario”, dice Sabrina, quien está a cargo de las actividades culturales de esta Casa. “Queremos transitar el lenguaje amoroso de la música, para reivindicarlas”, describe. Para destacar luego “la generosa participación” de las artistas invitadas.
Estas dos compositoras ofrecerán allí una serie de temas luego de la participación del Ensamble de la Tecnicatura de música popular, de la Casa nuestros hijos. “Un espacio formativo que involucra diferentes proyectos”, explica Adrián Fernández, profesor de esta particular escuela de música.
La Tecnicatura se lleva adelante junto con Música Esperanza y depende de la Universidad Nacional de La Plata, señala Adrián. Como tiene lugar en la ex Esma, el perfil del músico que egresa tiene una mirada social: “son músicos sociales”. En este homenaje participarán con tres canciones. “Después vamos a la Biblioteca Sudestada, en Vicente López, para otro evento comunitario", en solidaridad con esta biblioteca.
“Que hubiera una escuela de música fue decisión de las Madres al momento de poner un pie en la casa, para que fuera algo vital”, detalla Sabrina. Desde entonces funciona la Tecnicatura y ofrece una presencia vital y cotidiana con más de doscientos estudiantes.
Norita y el universo feminista
Sobre las músicas invitadas Sabrina comparte: “Queríamos que fueran mujeres, porque los últimos años de Norita estuvieron vinculados al movimiento feminista y ellas están vinculadas con eso, existe esa afinidad con esto que Norita también representa”. Por eso, tocar en esta fecha “es también un homenaje a ese universo, a Norita con el pañuelo verde, o en los actos del 8 de marzo. Nos parecía coherente” sostiene.
No fueron elegidas al azar. “Norita y las Madres en general me despiertan mucha admiración, con ellas hay un antes y un después en mi vida militante” recuerda la talentosa Valeria Cini, sobre un episodio sellado por la presencia de las Madres cuando apenas tenía 14 años y motorizaba la lucha por la persistencia de su “escuela secundaria”. Era la Escuela nacional de cerámica, que aún existe y es “un valioso espacio educativo” -señala Valeria- donde ella era parte del Centro de estudiantes.
“Pedíamos presupuesto para la escuela que medio se caía abajo, y con los pibes del Mariano Moreno nos juntábamos a cortar las avenidas, para visibilizar, y también salíamos a marchar –relata Valeria-. Y en una marcha del 24 de marzo, en la calle, en un momento me doy vuelta y veo a todas las Madres que venían atrás nuestro, con el cartel, caminando, ahí, a cinco metros. Es difícil transmitir esa emoción, pero ahí sentí que estaba donde tenía que estar”.
“Ellas estuvieron tan solas, fueron tan maltratadas y puestas en ese lugar donde a la mujer enseguida, por su enojo, se la carátula de loca, que a mí me inspiran valentía y me inspiraron coraje, siempre, como en muchas marchas después a las que tuvimos que seguir yendo, por el colectivo LGTB, por el aborto, por los DD.HH.” confirma la cantante, guitarrista, compositora y productora que cerrará este encuentro. Marchar para visibilizar “es parte de una construcción colectiva”, agrega. "Es un honor estar ahí y cantar en este homenaje a un mes y un poquito más de la partida de Norita”.
Un dato resuena con fuerza en este encuentro que se percibe será sentido, y es la referencia a la defensa del Espacio de Memoria ex ESMA: “No es momento de quedarnos esperando a ver qué pasa, sino de hacer –sostiene Sabrina-, nos interesa que la Casa siga llena de vida, que vengan distintos públicos y conozcan sus actividades”.
Con música y abrazos como respuesta a la hostilidad del contexto, la trabajadora de la Casa concluye: “Es un momento en que encuentros como éste se vuelven necesarios para ponerle voz al legado de las Madres, para volver a ese ejemplo, a sus luchas, a sus símbolos. Homenajeamos a Norita porque se fue, pero a través de ella, al pañuelo, a las rondas y por supuesto a la organización necesaria para hacerle frente a contextos de lo más adversos”. Reivindicarlas como un lugar al que volver insiste, se convierte en una guía, donde "el ejemplo de esa lucha trasmuta en realidad".