Oscuridad prácticamente total. A casi 40 días de la desaparición de Loan Peña, la justicia no tiene una pista firme. Transcurridas buena parte de las indagatorias parece cierto que los tíos del chico, Antonio Benítez y su esposa, Laudelina Peña, tienen la coartada más débil. Hoy por hoy, son los principales apuntados, pero tampoco es que hay una prueba categórica para acusarlos. 

En estos días ya se habla poco del atropellamiento, por lo que el matrimonio María Victoria Caillaba-Carlos Pérez parece más aliviado. Pero no los desvinculan. Al comisario Walter Maciel es difícil relacionarlo con la desaparición de Loan: llegó al lugar tres horas después. Pueden achacarle ineficiencias e irregularidades pero no surge nada más contundente que eso. Finalmente, la otra pareja Mónica Millapi-Fierrito Ramírez, que estuvo con los chicos, no parecen haber estado a solas con Loan y no hay evidencias de que se hayan ido del lugar. 

La hipótesis de que el chico haya caído en una laguna tampoco se puede descartar del todo: la investigación fue muy mala, no hay garantía sobre los rastrillajes y está el dato de un perro que apuntaba a la laguna, pero fue afectado por un alambrado eléctrico. Nada encaja por ahora y se corre el peligro de que el caso termine como otros dos en la Argentina, el de Sofía Herrera en Tierra del Fuego (2008) y el de Guadalupe Lucero en San Luis (2021). O el de Madeleine McCann en Portugal (2007). En los tres casos no se sabe hasta ahora qué ocurrió.

En ese marco de la oscuridad total, la desaparición de Loan plantea numerosos interrogantes.

1. ¿Cuál es la acusación en concreto?

En las 53 páginas en que la jueza Cristina Pozzer Penzo formuló la acusación, se sostiene que los detenidos participaron de la sustracción y ocultamiento del menor. Pero no hay ninguna descripción de cómo se hizo la sustracción, quién se llevó al chico. Es más, por un lado, aparece imputado Benítez, al que su hermana acusa de abuso sexual, y por el otro lado Caillava y Pérez, presos porque se declaró que atropellaron al nene. La lógica indica que fue Benítez o Caillava-Pérez, pero en todo caso no se explica cómo podrían ser los tres.

2. ¿Qué es lo que apunta contra Benítez, tío de Loan?

Benítez estuvo con los chicos en el naranjal. Después afirma que estuvo buscando a Loan y fue visto en su moto, sin camisa, transpirado. Las antenas tomaron su celular en tres lugares distintos -Mantilla, Gobernador Martínez y Yataity- por lo que los fiscales Mariano De Guzmán, Alejandra Mangano y Marcelo Colombo afirman que mintió. La que también mintió y se desdijo es su esposa, Laudelina, que primero dijo que al niño lo atropellaron y después pidió disculpas por mentir. Todo hace pensar que jugó a tapar a Benítez. El otro elemento es que su hermana Ana afirma que es un violador, por lo que podría tener que ver con la hipótesis del abuso sexual de menor. Después de estar sin camisa y transpirado -cuatro testigos lo dijeron- apareció con una remera. Sin embargo, en la indagatoria dijo que nunca se cambió de ropa. ¿Son pruebas decisivas? No parece. Lo que sucede es que nada es decisivo si no se encuentra a Loan y se pueda establecer qué pasó.

3. El increíble caso de la zapatilla de Loan

Al día siguiente de la desaparición del niño, al mediodía, se encontró una zapatilla de Loan. La impresión es que esa zapatilla fue puesta ahí y la sospecha es que lo hicieron Laudelina y su hija Macarena. ¿Por qué? Ante otras dos mujeres y ante el comisario Maciel y un informante, Francisco Méndez, Laudelina y Macarena apuntaron a un lugar: la hija metió un palo y sacó la zapatilla toda barrosa. De inmediato dijo que era de Loan, algo difícil de saber porque casi no se veía. De entrada, parece una prueba plantada, pero tampoco se puede ser categórico. Si es plantada, evidentemente Laudelina y Benítez tienen relación con la desaparición de Loan. Si no fuera plantada, o sea que efectivamente el niño perdió ahí la zapatilla, habrá que volver a rastrear la laguna contigua, que tiene una fauna muy carroñera.

4. ¿Se pudo haber perdido Loan, cayéndose a una laguna?

Los policías de Corrientes no lo descartan del todo. Afirman que cuando apareció la zapatilla, el mejor tándem de perro e instructor del país, a cargo de Mario Rosillo, siguió un rastro que iba hacia esa laguna. Sin embargo, el can tropezó con un boyero -un alambrado eléctrico- que le dio una fuerte patada y eso influyó en el perro. La policía de Corrientes buscó en esa laguna, pero ellos mismos sostienen que se requiere de un grupo más especializado. ¿Es una alternativa probable? No parece. Pero en la Argentina ya se vivió el caso de la familia Pomar que tras días y días de rastrillaje apareció muerta casi al lado de la ruta, donde supuestamente se había rastrillado.

5. ¿Quedó descartado el atropellamiento?

Como se sabe, Laudelina declaró -arriada por hombres del gobernador Gustavo Valdés- que Caillava-Pérez atropellaron al niño y se lo llevaron después. Los perros señalaron como rastro la camioneta Ranger y, sobre todo, un Ford K. En la indagatoria, al matrimonio casi no le preguntaron sobre el atropellamiento. Se ve que la jueza no le cree a Laudelina. No obstante, ambos contaron que toda la familia los vio irse del almuerzo y que no atropellaron a Loan, porque todos se hubieran dado cuenta. Lo cierto es que todavía no hay explicación para lo señalado por los perros, aunque ellos dicen que los hermanos de Loan subieron a la camioneta cuando buscaban al chico. Si usaban ropa que hubiera pertenecido a Loan, tal vez se produjo una contaminación. Aun así, no se explica lo del Ford K, porque los hermanos de Loan no subieron a ese vehículo. Respecto del rastro que parece sangre en la camioneta, el laboratorio de la Policía Federal determinó que el perfil no se corresponde al de Loan. Incluso no está del todo determinado que sea sangre humana. No se descarta.

6. ¿Qué sucede con Ramírez y Millapi, los otros adultos que estaban en la escena?

Alguna sospecha sobre Ramírez sigue existiendo. Los fiscales dicen que la coartada de Fierrito no está clara. El hombre dice que estuvo buscando y buscando al niño, caminando durante más de una hora después que se perdiera, a las 14.10. Para los fiscales eso no está probado. No faltan los policías que sostienen que a Loan se lo llevaron Benítez y también Ramírez. En esta hipótesis habrían sustraído a Loan para entregarlo, a cambio de dinero, para pedofilia o trata. ¿Hay evidencias? No. Prácticamente ninguna.

7. ¿Hay sospechas sobre el comisario Walter Maciel?

Hay un hecho concreto: está detenido. Pero es evidente que no estuvo en la sustracción del niño, porque llegó al lugar mucho más tarde, cuando ya Loan estaba desaparecido. La acusación, que es muy difusa, apunta a una especie de complot del comisario, su informante Méndez, con algunos de los que estuvieron en el almuerzo para secuestrar al niño. No parece tener mucho sustento. Al menos hasta ahora, no se verificó ninguna relación del comisario con los que estaban en la casa de Catalina, la abuela. Es probable que al comisario se le atribuyan ineficiencias o incluso irregularidades como cambios en el libro de guardia. En la indagatoria, el uniformado le echó la culpa al fiscal Juan Carlos Castillo de varias medidas que no se tomaron. Y, al mismo tiempo, dejó entrever sus sospechas sobre Benítez y Laudelina. Cree que alguno de ellos dos se llevó a Loan. Hay un gesto de la jueza que da la impresión de haber bajado sus sospechas sobre Maciel: no lo mandó nuevamente a la cárcel sino que quedó alojado en una comisaría.

8. ¿Entonces qué hipótesis sigue vigente?

De hecho, todas. Porque no hay nada contundente en el expediente. La abuela Catalina, por ejemplo, dice que esta es una venganza familiar, o sea una interna entre sus hijos/hijas y yernos. Habla de infidelidades, traiciones y hasta la pelea por un campo.  Está la hipótesis de Benítez, el abuso sexual seguido de muerte. Es la más seguida ahora por los fiscales y la jueza. En paralelo, se debilitó, pero no está caída, la alternativa del atropellamiento. Y siguen presas varias personas en base a la teoría de un complot entre todas ellas para llevarse al nene y cambiarlo por dinero. Nada está caído porque nada está probado. La jueza ahora tiene diez días para dictar procesamientos, faltas de mérito, confirmar prisiones o poner a alguien en libertad.

Como está hoy el expediente, la magistrada necesitará un milagro -o alguna nueva prueba, determinante- para sostener una acusación más precisa. Los fiscales, en los próximos días, propondrán más medidas. Es un indicio de que falta mucho para saber qué pasó con Loan.