Desde Moscú
Aunque la Selección Argentina no brilló, y logró el triunfo en el último minuto frente a un humilde equipo ruso, Jorge Sampaoli puede estar satisfecho. Una de sus apuestas para este encuentro, el Kun Agüero, que hacía su debut bajo la dirección del santafesino, cumplió con creces. El delantero del Manchester City, anotó el gol del partido, y tuvo en sus pies algunas de las situaciones más claras del seleccionado.
La definición, lo encontró en el lugar natural de un nueve, el centro del área chica. Después de un remate que tapó el defensor ruso, Georgi Dzhikiya, el Kun aprovechó que el arquero estaba en el suelo y la empujó con la cabeza. En el primer tiempo, había tenido la más clara de Argentina con un remate de volea tras un centro de Otamendi desde la izquierda, que tapó Akinfeev con una atajada enorme.
Argentina dominó el partido los noventa minutos, aunque Rusia pudo haber marcado, y en más de una oportunidad. A los trece minutos del segundo tiempo, Denis Glushakov, volante del Spartak, sacó un latigazo desde afuera del área que se fue muy cerca del palo izquierdo de Romero. Dos minutos más tarde, complicó de nuevo a Chiquito, y Germán Pezella terminó despejando para mantener el marcador a cero.
En el total, el equipo nacional fue más sólido que el ruso y generó más jugadas de peligro, incluso si se considera que Lionel Messi no cumplió una noche mágica. De todas formas, el diez del Barcelona intentó algunas asociaciones; habilitó a Di María a los veinte del primer tiempo para una definición que encontró la pierna de Akinfeev; y generó el pase entre líneas que Pavón transformó en el pase previo para que Agüero pusiera el 1-0 en el último minuto.
Otros que se destacaron en el equipo fueron el volante del Zenit de San Petersburgo, Matías Kranevitter, que tardó en meterse en el partido pero al final sumó puntos recuperando; y Nicolás Otamendi, que aportó solidez en la defensa y ensayó una chilena que se fue apenas por arriba del travesaño, y enmudeció a las setenta mil personas que coparon el estadio Luzhniki.
“Hubo avances colectivos, pero hay que seguir trabajando”, dijo Sampaoli en la conferencia de prensa posterior al partido. El técnico había dicho que su prioridad en esta tapa sería encontrar el estilo del equipo. En ese sentido, destacó la labor defensiva, con “rasgos de recuperación muy rápidos”, y la “buena salida” que se logró desde atrás.
De la parte ofensiva, resaltó “las transiciones” entre Papu Gómez y Di María, y los “buenos momentos entre Agüero y Messi”, sobre todo si se cuenta la “densidad de jugadores que pusieron en su campo” los rusos. El martes próximo, Sampaoli tendrá una nueva oportunidad frente a Nigeria, en la ciudad rusa de Krasnodar, y deberá ensayar variantes para cubrir la ausencia de Messi. Según el entrenador, Paulo Dybala o Papu Gómez podrían remplazarlo.
Por su parte, el capital de la selección, que se acercó a una zona mixta ávida de respuestas, dijo que se hizo un “buen primer tiempo” y se crearon “un par de situaciones claras”. El triunfo, afirmó, es “bueno para fortalecer lo que venimos haciendo”. Messi, además, dejó constancia de la buena sintonía con Sampaoli, que lo liberó para el martes, y afirmó que hay que aprovechar el poco tiempo con la selección para “reforzar lo que quiere el técnico, el sistema y llevarlo a cabo”.
Las declaraciones del técnico y el capitán del seleccionado dejan en evidencia la tarea pendiente del seleccionado, forjar una identidad. Por ahora, algunos momentos de buen juego, mucho entusiasmo y, la novedad, un delantero que quiere llevar el nueve sobre sus espaldas durante el Mundial de Rusia 2018.