Aviones israelíes bombardearon este sábado el puerto estratégico de Hodeida, ciudad de Yemen controlada por los rebeldes hutíes, un día después de un mortal ataque con dron en Tel Aviv reivindicado por estos insurgentes.

Según expertos, se trata de los primeros ataques anunciados por Israel contra Yemen, un país en guerra controlado parcialmente por los hutíes, apoyados por Irán y aliados del movimiento islamista palestino Hamas -en guerra con el Estado hebreo en la Franja de Gaza desde octubre.

Desde hace meses, los rebeldes hutíes llevan a cabo ataques en el mar Rojo y el golfo de Adén contra barcos vinculados según ellos a Israel, en solidaridad con los palestinos de Gaza, y lanzaron misiles contra ciudades israelíes, aunque la mayoría fueron derribados. Pero el viernes, un ataque con dron de los hutíes dejó un muerto en Tel Aviv, tras haber burlado el sistema de defensa israelí.

La reacción de Netanyahu

"Tengo un mensaje para los enemigos de Israel: Nos defenderemos por todos los medios, en todos los frentes. Cualquiera que nos ataque pagará un precio muy alto", declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un discurso televisado tras los ataques en Yemen.

"La sangre de los ciudadanos israelíes tiene un precio", declaró el ministro de Defensa, Yoav Gallant. "El incendio que arde en Hodeida es visible en todo Oriente Medio, y su significado es evidente".

El ejército israelí afirmó que sus "aviones de combate golpearon objetivos militares del régimen terrorista hutí en la región del puerto de Hodeida", en el oeste de Yemen. Este puerto, esencial especialmente para la ayuda humanitaria, sirve de "principal vía de suministro de armas iraníes desde Irán a Yemen, empezando por el dron utilizado en el ataque" en Tel Aviv, acusó el portavoz del ejército, Daniel Hagari.

Por su parte, Mohamed al Bukhaiti, miembro del politburó de los hutíes, afirmó que Israel "pagará por atacar instalaciones civiles, y responderemos a la escalada con escalada". El Ministerio de Salud dirigido por los rebeldes afirmó que los ataques dejaron "80 heridos, la mayoría de ellos con quemaduras graves".

Fuego y llamas 

Según Mohamed Abdelsalam, alto cargo hutí, el ataque tenía como objetivo "instalaciones de almacenamiento de combustible y una central eléctrica" que suministra electricidad a Hodeida, "para presionar a Yemen para que deje de apoyar" a los palestinos. "Responderemos a esta agresión (...). No dudaremos en atacar objetivos vitales del enemigo israelí", amenazó Yahya Saree, portavoz militar de los insurgentes.

La televisión Al Masirah, dirigida por los rebeldes, difundió imágenes de yemeníes supuestamente siendo tratados en hospitales tras los ataques, varios de ellos con vendas y tumbados en camillas.

Un hombre entrevistado por la cadena indicó que muchos de los heridos eran empleados del puerto, donde según las imágenes los ataques provocaron un enorme incendio que se extendió y generó una imponente columna de humo negro.

"Los equipos de protección civil y los bomberos intentan apagar el fuego que arde en los depósitos de petróleo del puerto", indicó Al Masirah. Un residente de Hodeida afirmó que "la ciudad está a oscuras, la gente está en la calle y se han formado colas en las gasolineras, que han cerrado".

"Nueva y peligrosa fase" 

"Reconocemos plenamente el derecho de Israel a la autodefensa", declaró un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, subrayando que Estados Unidos, aliado de Israel, "no participó en los ataques" contra Hodeida.

En diciembre, Washington creó una fuerza multinacional para proteger la navegación de los ataques hutíes en el mar Rojo, una zona estratégica para el comercio mundial, y ha lanzado numerosos ataques contra los rebeldes en Yemen desde enero, con la ayuda de Reino Unido.

La guerra en Yemen, un país pobre de la península arábiga, enfrenta desde 2014 a los hutíes y al gobierno respaldado por Arabia Saudita y ha provocado una de las crisis humanitarias más graves del mundo.

El puerto

El puerto de Hodeida es un punto de entrada clave para el combustible y las mercancías en las zonas controladas por los rebeldes, indicó Mohamed Albasha, analista de Oriente Medio para la empresa estadounidense Navanti Group.

"Ahora, los comerciantes temen que [estos ataques] empeoren la ya crítica situación humanitaria y de seguridad alimentaria en el norte de Yemen, ya que la mayor parte del comercio pasa por este puerto", afirmó.

Para el movimiento libanés Hezbolá, aliado de los rebeldes hutíes y que también abrió un frente contra Israel por la guerra en Gaza, los ataques del sábado en Yemen anuncian "una nueva y peligrosa fase de un enfrentamiento muy importante en toda la región".