Parece, pero nadie está quieto. El 2025 está a la vuelta de la esquina y hay elecciones, y de las difíciles. Esas en las que no hay cargos ejecutivos en juego (salvo alguna excepción en alguna localidad que va a destiempo) y en las que las figuras electorales o se guardan o están en gestión. Pero también tienen que jugar para traccionar a su sector de cara a los desafíos de más adelante. Juntar la plata para la campaña es el desafío primordial para aquellos que no dependen de una estructura de gobierno o de las alicaídas finanzas directas de los partidos. Y en medio de un descreimiento en la política que terminó por parir a Javier Milei presidente. Con pies de plomo, así deben moverse todos para no pisar en falso, pero también para los libertarios será difícil el armado: El líder no estará pegado en la boleta esta vez y el envión del balotaje del 2023 empieza a frenar su inercia. Diputados nacionales y concejales son los cargos a disputar en Santa Fe. Eso si es que el gobierno provincial no logra imponer su idea de declarar la necesidad de una reforma constitucional. En ese caso, habría que votar también a convencionales constituyentes.

En el peronismo santafesino, su figura electoral más gravitante se reunirá con el gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof hacia fin de este mes. El senador nacional Marcelo Lewandowski ya lo trajo a Rosario al ex ministro de la Producción Matías Kulfas y pronto llegará también de su mano el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez. Habla con Guillermo Moreno y está por ahora más lejos de Máximo Kirchner. Pero también tira diagonales en la provincia hacia Rubén Giustiniani y el concejal de Rosario Leonardo Caruana. Dos que quedaron lejos de la estructura oficial del Partido Sociaista que comenzó a reagruparse después de las derrotas que comenzó a acumular desde 2019 y los reordenamientos internos a los que obligaron las muertes de Hermes Binner y Miguel Lifschitz.

Lewandowski no rifa su capital político y por eso no llegó a grandes entendimientos con la nueva estructura orgánica del Partido Justicialista santafesino. Una sociedad política manejada por los senadores provinciales porque son los que tienen la plata para pagar el mantenimiento del edificio partidario de la capital provincial y a sus empleados. Tienen con qué. Mientras los miembros de la Cámara alta nacional pagaron costos por aumentarse sus dietas; sus pares provinciales los triplican en ingresos y nadie lo sabe. Varios de esos varones del peronismo lograron revalidar títulos en sus departamentos pero no pueden proyectar su influencia más allá de los confines de sus pagos chicos.

El único senador nacional que tiene el peronismo de Santa Fe dará a conocer un proyecto de su autoría para la creación de la Agencia Federal de Integración Socio Urbana. Así se buscará identificar los lugares más críticos del país, que presentan un conjunto de problemas al mismo tiempo: violencia, desigualdad, habitacional, o de acceso a bienes culturales. Y la idea es ir a esos lugares y actuar con todas las herramientas del Estado, junto con la comunidad y las organizaciones de la sociedad civil.

El intendente de Funes Rolly Santacroce.

Hoy en Argentina hay más de 6.400 barrios populares, con un total de casi 5.300.000 personas, el 11,50 por ciento de la población del país. Esta propuesta -sostienen quienes trabajan junto a Lewandowski- ya funcionó exitosamente en Brasil, Colombia e Inglaterra. Además se nutre del Índice de Vulnerabilidad Barrial de la Provincia de Buenos Aires, que permite detectar y conocer los sitios más críticos de ese extenso territorio para su intervención. Obviamente, será uno de los temas en la agenda del encuentro con Kicillof. La nueva agencia intenta retomar e incorporar mejoras al trabajo que venía realizando desde 2018 la Secretaría de Integración Socio Urbana, dada de baja por el Gobierno Nacional en febrero.

Otros

Por ahora el único lanzado formalmente del PJ es Agustín Rossi. Hace rato avisó que pujará para volver a la Cámara de Diputados nacionales. En el camino perdió a dos muy cercanos referentes de la Corriente de la Militancia como la concejala Norma López y el ex diputado provincial Leandro Busatto. Cada uno formó su propio espacio para tributar a la alianza del peronismo con Ciudad Futura de Juan Monteverde que le ganó la interna a Roberto Sukerman y perdió por poco la general con Pablo Javkin.

Una alianza compleja por delante porque un sector no tan minoritario del peronismo rosarino se niega a ser conducido por Ciudad Futura. Una cosa fue el acuerdo win-win para la expectante PASO Monteverde-Sukerman; y otra muy distinta será la conformación de un polo opositor que tenga al PJ en segundo plano. La disyuntiva ya partió el bloque de concejales en Rosario. En el Concejo de Rosario los peronistas que terminan el mandato el año que viene son Norma López, Lisandro Cavatorta y María Julia Irigoytia.

Los diputados nacionales Roberto Mirabella y Eduardo Toniolli también terminan sus mandatos en diciembre del 2025 y no estarán ajenos a la disputa electoral por renovar bancas en la Cámara. Ninguno de ellos tiene contacto con Rossi y tampoco son afines entre ellos. Sería una interna bien interna con una difícil campaña posterior conformando una única lista conjunta. La alternativa de ir por afuera es de un alto riesgo pero está rondando el escenario. Diego Giuliano es diputado nacional del Frente Renovador hasta el 2027 pero sin duda el sector de Sergio Massa armará listas para las próximas elecciones. Además, no son pocos los que sostienen una posible postulación de Sukerman que volvió a su profesión de abogado después de los resultados electorales de 2023. 

Habrá más, por supuesto. El intendente de Funes Rolly Santacroce tendrá que moverse si quiere mantener sus expectativas de cara al 2027 cuando nuevamente se ponga en juego la gobernación. Aunque sea imposible prefigurar el escenario de ese momento.

No son pocos los que creen que el ex gobernador y actual diputado provincial Omar Perotti debería tener un rol más central a la hora de los armados del año próximo. Pero el desgaste tras la gestión y su decisión personal de sustraerse a los debates actuales de la política provincial muestran que será muy cauteloso a la hora de tomar decisiones políticas. Fiel a su estilo, por otra parte.

El peronismo de la provincia sabe que tendrá una campaña cuesta arriba cuando aún sigue procesando la derrota electoral del 2023 y las autocríticas ya no dan para más. Reformular y barajar de nuevo es un desafío en Santa Fe donde se unió toda la oposición para llegar a la Casa Gris y acomodarse para gobernar con la menor cantidad de fisuras posibles. Hasta ahora el respaldo electoral a Maximiliano Pullaro lo ubicó como líder indiscutido de la coalición pero otra cosa será el armado de las listas locales y nacionales cuando crezca el descontento del PRO y levante perfil la ambición del socialismo que empezó a mostrar sus dientes.

En semejante marco, a nadie le conviene la eliminación de las Primarias, Abiertas, Obligatorias y Simultáneas que está planteando el gobierno nacional. “Por ahora sólo lo tiran en los medios, no hay ningún proyecto ingresado y ya estamos acostumbrados a ver cómo opera este gobierno con sus iniciativas”, dijo esta semana el diputado rosarino Germán Martínez, jefe de la bancada de Unión por la Patria; y agregó que su postura es a favor de que continúe el actual régimen electoral de las PASO.