“Dama, damita, damisela, señorita, allí en casita, ¿está usted preparada para este cambio? ¿Está lista para sacar a la mujer policía que hay en su interior?”. El anuncio televisivo irrumpe al comienzo de Las azules (estreno el próximo 31 de julio por Apple TV+), la entrega que sigue a las integrantes del primer cuerpo policial femenino mexicano mientras un asesino serial hace de las suyas en las calles de la capital. El relato se acomoda entre el thriller urbano, la denuncia social y un corte estético tan abrasivo como hipnótico, donde, obviamente, las discusiones de género piden protagonismo.
“La responsabilidad de la serie es iniciar una conversación, sobre las historias que forman parte de nuestro inconsciente colectivo o aquellas que valen la pena y están quedando en el olvido”, le dice a Página/12 Fernando Rovzar, el ideólogo de este proyecto que consta de diez episodios.
“El encuerador de Tlalpan” ya se ha anotado cuatro homicidios durante 1971. Asimismo, María (Bárbara Mori), Gabina (Amorita Rasgado), Ángeles (Ximena Sariñana) y Valentina (Natalia Téllez), serán las encargadas de dar con ese femicida atroz que se lleva las prendas de sus víctimas como botín. Si por algo se destaca Las azules es por el crisol de representaciones femeninas. Por un lado, está la ama de casa, buena madre y esposa coqueta, obsesionada con atrapar al asesino. La señora de la Torre, casada con Alejandro (Leo Sbaraglia), va a romper el corset social y demostrará que tiene pasta de detective. Le sigue una chica de familia policial a la que le niegan la posibilidad de sumarse a la fuerza. También está la brillante analista de huellas dactilares neurodiversa y una joven rebelde parida entre la Masacre de Tlatelolco y el Halconazo. En ese caldo social, con la estaca de una misoginia rampante, las mujeres investigarán en secreto el caso que no ha despertado mayor interés entre sus pares.
De hecho, el poder ha creado esa rama como ardid publicitario para acallar las críticas por su inacción frente al caso. En vez de armas, a las agentes les dan silbatos, las visten con un outfit monono de minifaldas y botas negras. Basada en hechos reales, la serie también despunta por su estética bañada en el sensacionalismo de la llamada “nota roja”. En definitiva, el objetivo de Las azules es contar una de misterio en medio de un contexto feroz.
“Ninguna de las mujeres se daba realmente cuenta de la violencia que impartían hacia ellas, el machismo y el maltrato generalizado; la serie nos refresca esas luchas de estas pioneras”, dice Mori. El germen del proyecto fue un artículo periodístico de aquel entonces que hablaba de un aniversario perdido de la fuerza. “La verdad que nadie sabe de esto y tampoco había demasiados registros policiales. Llegamos a dar con una capitana de nombre Atala que es un poco el personaje de María. Ella fue quien nos permitió identificar las distintas historias”, dice su creador.
-¿Cómo definiría la estética tan peculiar de Las azules?
Fernando Rovzar: -Me refresqué con el cine mexicano de los ’70, Ripstein, Cazals, Hermosillo, Fons, entre otros. A mi parecer fue la mejor década del cine mexicano. Tenían un fuego. Estaban incendiadas de protesta. Pero no quería que fuera melancólico sino que fuera bien moderna. Al estilo de lo que entonces fue El caso Thomas Crown. Muy elegante y futurista con sus cuadros dentro de cuadros. Quise hacer algo así. La serie tiene un lenguaje moderno dentro de un contexto de época.
-¿Y por qué cree que esta historia estuvo tanto tiempo en las sombras?
F. R.: -La historia fue un triunfo para las mujeres que fueron parte del cuerpo, pero no tanto para el gobierno que las creó como un mero ardid comunicacional. Creo que también se vincula con el presente y el pasado. En México estamos a punto de tener a nuestra primera mujer presidenta, y estamos trazando una línea, desde ahora con aquellas azules, hasta Sor Juana Inés de la Cruz o Frida Kahlo. Nuestro trabajo es desenterrar estas historias que merecen ser parte de la conversación.
Programados
* Prime Video anunció la fecha de estreno de Cross para el próximo 14 de noviembre. Aldis Hodge será el encargado de darle vida a un detective y psicólogo forense que le da nombre a la serie. Un tipo con una capacidad excepcional para indagar en la mente de los asesinos y capturarlos. La serie está basada en el bestseller literario de James Patterson. Antes de su debut, la serie fue renovada para una segunda temporada.
* El Upsidedown cada vez más cerca. Netflix publicó un video con el backstage del rodaje de lo que será el cierre de Stranger Things. Aunque se desconoce la fecha de estreno de la quinta temporada, los hermanos Duffer dejaron trascender que habrá más saltos temporales en esta carta de amor al cine ochentoso. Vecna y Eleven...están avisados.
* La segunda temporada de la celebrada Poker Face (Universal +) se encuentra en rodaje. La historia sigue a una Columbo femenina, mezcla de polígrafo humano y detective por inercia, que resuelve misterios en medio de un raid errante por los Estados Unidos. Creada por Rian Johnson, la propuesta se destaca por el papel de Natasha Lionne, más un esquema que sigue al “caso de la semana” y elenco que recuerdan a la vieja escuela televisiva. En los nuevos episodios aparecerán Giancarlo Esposito, Katie Holmes, Gaby Hoffmann y Kumail Nanjiani como invitados. Charlie ya tiene preparado detector de mentiras.
El personaje
Mark Cobden de Time (Sean Bean). Un maestro de escuela es condenado a varias temporadas tras las rejas por haber matado a un ciclista. Dentro de la prisión de Craigmore, su único vínculo será con un guardia “severo, pero justo”. Prisionero y guardián comparten el respeto a las normas, y algunos golpes. La gran pregunta es: ¿aguantará el personaje del actor que pereció en pantalla más de un centenar de veces? La miniserie ya está disponible en Flow.