Boca, con algunas caras nuevas y defectos viejos, y Defensa y Justicia, con su clásica idea de tratar bien la pelota, pero con sus también clásicos bajones, empataron 2-2 en un partido que no tuvo un gran relieve técnico pero que entretuvo. 

Lo hicieron atractivo los constantes cambios de timón durante los 90 minutos, y el hecho de que hasta el final quedó la sensación latente de gol en los dos arcos.

En el equipo de Martínez jugaron los que no pudieron estar en Ecuador, por la inscripción tardía: Gary Medel, Tomás Belmonte, Brian Aguirre y Milton Giménez.

Ninguno de los cuatro deslumbró. Medel se mostró lento, impreciso y retrocedió demasiado en el segundo gol de los de Varela. Belmonte puso mucha entrega y poco fútbol, Aguirre levantó su nivel en el segundo tiempo, cuando lo liberaron de correr tanto por la banda, y Giménez se anotó en un gol curioso con más de un rebote que hizo entrar la pelota mansamente en el arco. 

Los que sí se destacaron fueron Merentiel, el prolijo "Pol" Fernández y Blanco. El uruguayo (que hizo el gol de penal por una mano tonta) se mostró siempre movedizo, y Blanco fue importante cada vez que pasó al ataque o metió pelotazos cruzados.

Defensa y Justicia, manejado en el medio por Aaron Molinas y sus volantes asociados, llegó con mucha facilidad hasta los pagos de Romero en la primera etapa, pero se fue deshilachando en el segundo tiempo, cuando Boca logró ajustar las marcas en la franja central.

Los ex jugadores tuvieron un rol protagónico en la primera mitad, cuando se disculparon por sus goles al exclub. El primero fue Ramos Mingo (pasó por las inferiores de Boca) cuando empujó la pelota en el área chica tras un córner; el segundo Merentiel, que recordó su paso por Defensa y Justicia con un elocuente pedido de perdón tras convertir de penal, y Molinas que no gritó su lindo gol a raíz de su paso por Boca (18 partidos, ningún gol en Primera División). 

En el cuarto gol nadie pidió disculpas, aunque pudieron haberlo hecho los defensores del equipo local, que se chocaron en su intento de rechazar la pelota y la terminaron mandando a la red.

El empate los dejó más o menos conformes a los dos, pero Francisco Meneghini y Diego Martínez se fueron pensando en lo mucho que hay que trabajar para mejorar los rendimientos defensivos, sobre todo.