El intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, expuso las ventajas técnicas de su ciudad, frente a la rionegrina Punta Colorada, a la hora de albergar el proyecto de inversión conjunto de YPF y Petronas para construir una planta licuefactora de gas.

De esta manera, evitó meterse en la dimensión política del conflicto que viene in crescendo, especialmente en las últimas horas, entre el presidente Javier Milei y el gobernador Axel Kicillof. En recientes declaraciones periodísticas, el primero calificó al segundo de “expropiador serial”. Antes lo había tratado de “enano comunista”.

Susbielles describió que "el puerto tiene más de 30 años de tradición, con una mayoría privada y un directorio que lo deja trabajar y ser líder a nivel nacional y latinoamericano, opera más de mil buques por año, y tiene un servicio de tráfico marítimo que permite operar con seguridad y tranquilidad". "Es un puerto que mueve 30 millones de toneladas al año, con servicios especializados en todos los ámbitos y una trayectoria larguísima en materia de energía", afirmó en una conferense de prensa.

"Los procesos de licuefacción y regasificación no son nuevos para nosotros; tenemos gente preparada para esto y contamos con la infraestructura necesaria", dijo al describir las ventajas a las que agregó que, al tratarse de "un puerto abrigado", opera un 22 por ciento más de días que Punta Colorada. 

Ampliando sobre el tema, Susbielles dijo: "Las aguas son más cálidas y tenemos una zona industrial petroquímica instalada que es la más importante de Argentina y la quinta a nivel latinoamericano. Tenemos universidades, un Plan Rector con el cual nos preparamos y licencia social y ambiental vigente. Bahía es la mejor opción para el país. El Puerto de Bahía Blanca está preparado para exportar mañana, lo cual significan dólares para el país".

Aún en su habitual tono sobrio y medido, Susbielles no pudo evitar que su indignación se filtrara a través de un comentario. "No pueden comparar a Bahía Blanca con un render", dijo en lo que entiende como una causa que involucra a todos: ya se pronunciaron las fuerzas políticas desde el concejo deliberante y la CGT local, entre otros actores.  Susbielles habla desde el conocimiento y la experiencia personal. Antes de ser electo intendente, entre 2019 y 2023, tuvo a su cargo la dirección del puerto. 

El gas natural licuado (GNL) es el resultado de un proceso de enfriamiento del gas natural a 160 grados bajo cero. Al cambiar de estado, el gas se vuelve menos voluminoso y esto facilita su almacenamiento y transporte, lo cual lo vuelve un bien fácilmente exportable. En consecuencia, la planta de GNL es un elemento necesario para convertir en divisas, en un momento crítico de la economía argentina, las reservas de los yacimientos de Vaca Muerta. Hasta hoy, no se conocen argumentos técnicos a favor de la mudanza a Punta Colorada.

Toda planta es política

La semana pasada, Milei le sugirió a Alejandro Fantino que la presencia del gobernador al frente de la provincia más importante del país sería motivo de desconfianza por parte de Petronas, que preferiría invertir 3 mil millones de dólares más para duplicar una estructura ya existente y disponible, a pesar de que el gobernador va por su segundo mandato y no tiene reelección.

La planta de GNL asoma como una de las batallas centrales en la pelea que Milei ha decidido darle a Kicillof, al elegirlo como su principal antagonista. La semana pasada, a modo de ejemplo, el ministro de Economía, Pablo López, demostró con estadísticas que Buenos Aires es la provincia más perjudicada por la motosierra, diez veces más que las otras. 

La respuesta de Kicillof se dio en X, donde lamentó que el presidente abordase "un tema tan importante de manera tan superficial y grosera". 

Los trabajos de las dos empresas petroleras en Bahía Blanca comenzaron en 2022 y nunca se evaluó otra opción hasta la llegada al poder del gobierno anarco capitalista. Con bloques legislativos propios muy chicos y obligado a tejer alianzas, Milei, a través del jefe de gabinete Guillermo Francos, habría acordado con el gobernador rionegrino Alberto Weretilneck, el apoyo de sus dos senadores nacionales a la ley de bases, a cambio de la mudanza del proyecto.

Un mes atrás, el hombre de Techint devenido CEO de YPF, Horacio Marín, chicaneó públicamente a Kicillof al afirmar que “si la provincia de Buenos Aires no adhiere al RIGI, ¿quién va a poner la plata?”

Casi en simultáneo, y antes de que la norma tuviera la sanción definitiva, el diputado provincial por la séptima sección pero residente en San Miguel, Agustín Romo, presentó un proyecto reclamando la adhesión al RIGI. Pero, curiosamente, no del cuerpo legislativo que integra, sino del poder ejecutivo provincial. 

Desde el comienzo de esta novela, algunos meses atrás, uno de sus principales protagonistas guarda silencio. Es la empresa malaya Petronas, cuya participación es central para el proyecto.