El presidente de Venezuela y candidato a la reelección en los comicios del próximo domingo, Nicolás Maduro, prometió este lunes que su partido va a darle "una paliza a la extrema derecha fascista". En el inicio de la semana previa a las elecciones, Maduro aseguró que "nadie va a manchar el proceso electoral". Aunque insistió en denunciar a la ultraderecha el mandatario pareció moderar su discurso respecto a los últimos días, en los que llegó a decir que una victoria opositora se traduciría en un "baño de sangre", unas declaraciones que "asustaron" al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. 

"Vamos a decidir el futuro de Venezuela"

"Yo soy Nicolás Maduro Moros, presidente del pueblo, y digo desde Valera que vamos a ganar las elecciones presidenciales el próximo domingo 28 de julio. Y en Trujillo le vamos a dar una paliza a la extrema derecha fascista y racista", proclamó el mandatario durante un acto en el estado de Trujillo. "No es cualquier cosa la que se decide el domingo, vamos a decidir el futuro de Venezuela para los próximos 50 años", advirtió Maduro según el portal Últimas Noticias.

Con la "pela" (paliza) que le vamos a dar a la extrema derecha el 28 de julio se terminará la oposición por 100 años", resaltó Maduro, al tiempo que defendió el voto por él como el voto "por la paz y la estabilidad" del país. "Yo no prometo, yo me comprometo", sostuvo antes de anunciar la entrega de varias obras recuperadas como la rehabilitación del Hospital José Gregorio Hernández, de la Unidad de Diálisis en Boconó, así como la dotación de 40 nuevas unidades de ambulancias. Además destacó la entrega de 100 viviendas nuevas en el Urbanismo Cristóbal Mendoza.

En un lunes de intensa actividad proselitista Maduro pasó por el pueblo de San Cristóbal, en el estado de Táchira, y desde allí aseguró que nadie va a manchar el proceso electoral del próximo fin de semana. "No pudieron con nosotros ni podrán jamás", planteó el presidente, quien alertó sobre las amenazas por parte de la extrema derecha que pretenden, en su opinión, no reconocer los resultados del 28 de julio en caso de derrota. "Cuántas veces ellos han gritado fraude, siempre, y esta no va a ser la excepción", advirtió Maduro.

"El 28 de julio es el día de la justicia, el día en que el pueblo, con su voto, le va a cobrar todas las cuentas por los daños de esa extrema derecha fascista contra nuestro país", dijo el mandatario ante una multitud de seguidores en Táchira, estado fronterizo con Colombia. Además aseguró: "Nadie va a manchar el proceso electoral, mano de hierro con el fascismo, y si se comen la luz (si se equivocan) se arrepentirán 200 años y será el último error que cometan en su vida".

"Paz o guerra"

Las declaraciones de Maduro parecen ser una continuidad de las del sábado, en las que presentó la próxima elección presidencial como un dilema entre "paz o guerra". "El 28 de julio se decide el futuro de Venezuela para los próximos 50 años, si viene una Venezuela de paz o viene una Venezuela convulsa, violenta y llena de conflictos", clamó Maduro en un acto en la ciudad de Maturín, donde más temprano la líder opositora María Corina Machado había sido recibida por una multitud en otro acto electoral.

Hace ya unos días, el gobernante había advertido que podría ocurrir un "baño de sangre" en Venezuela si el chavismo no gana las elecciones. "El destino de Venezuela en el siglo XXI depende de nuestra victoria el 28 de julio. Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria electoral de nuestro pueblo", dijo Maduro el martes pasado en Caracas. El mandatario no aclaró esos dichos aunque tampoco los repitió en sus siguientes actos de campaña.

Frente a "una nueva realidad política"

En rueda de prensa el jefe del comando de campaña de Maduro, Jorge Rodríguez, dijo este lunes que el plan de González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), está diseñado para "generar desasosiego, inestabilidad, dolor, despido, robo y muerte", y aseguró que contiene acciones "exactamente iguales" a las tomadas por el gobierno de Javier Milei en Argentina. 

El principal candidato de la oposición venezolana especuló con la posibilidad de que Maduro acorte su mandato y entregue el poder anticipadamente si se materializa la contundente victoria electoral que esperan y puso como ejemplo el traspaso entre Raúl Alfonsín y Carlos Menem en Argentina. "Aquí puede haber un deslave de votos hacia mi candidatura. Y eso abre una nueva realidad política", afirmó González Urrutia en una entrevista en Venevisión.

González Urrutia manifestó su "confianza" en conseguir una "abrumadora victoria" y subrayó: "Las mediciones de opinión que nosotros tenemos nos dan una sensación de seguridad, una amplia ventaja muy difícil de alcanzar". Sin embargo González Urrutia alertó que "hay sectores dentro del oficialismo que no están dispuestos a reconocer una eventual derrota; eso es lo primero que hay que tener en cuenta y después, bueno, iniciar un proceso de conversaciones".

El exembajador venezolano en Argentina le agradeció este lunes a Lula su respaldo a un "proceso electoral pacífico". El presidente de Brasil subió el tono recientemente al criticar una serie de obstáculos a la oposición por parte de la autoridad electoral venezolana y pedir una mayor observación internacional luego de que la Unión Europea fuera impedida de observar los comicios. El Consejo Nacional Electoral de Venezuela asegura que su sistema de votación está "blindado" en cuanto a la inviolabilidad y secreto del sufragio.