"Tengo más tiempo para dedicarme a los temas de derechos humanos. Hicimos una presentación ante la justicia federal para preservar la información sobre la dictadura que hay en la AFI (Agencia Federal de Inteligencia), estamos esperando que la fiscal (Paloma) Ochoa se pronuncie", dice Myriam Bregman apenas llega a la entrevista con Página/12. Está hablando de las modificaciones que plantea el gobierno de Milei para la central de inteligencia del Estado, y responde así a la pregunta sobre cómo son sus días ahora que dejó la banca de diputada, tras dos años y medio de labor parlamentaria, en cumplimiento del acuerdo de rotación entre los partidos que conforman en Frente de Izquierda-Unidad. Su lugar ahora lo ocupa Vanina Biasi, del Partido Obrero (PO), del mismo modo que Romina Del Plá (PO), fue reemplazada por Mónica Schlottauer, de Izquierda Socialista (IS), y en los últimos seis meses de 2025 asumirá en esa banca Vilma Ripoll, del MST. En tanto, Christian Castillo, del PTS, dejará su suya para dar lugar a Néstor Pitrola, del PO. Nicolás del Caño (PTS) va a estar hasta mayo del año próximo y será reemplazado por Juan Carlos Giordano (IS). 

--¿Es más eficaz una denuncia judicial que un pedido de informes en el Congreso?

--Nunca pienso que una pelea en Tribunales o acá adentro se ganan en sí mismas, vos lo conocés con la lucha de Zanon, cuando pedimos que se declare el lock-out era un hecho inédito, nunca se había condenado a una empresa en Argentina, por eso insistimos en darle publicidad para que la justicia cambiara la jurisprudencia. Y lo logramos. Te doy otro ejemplo, las seis horas laborales, acá hay proyectos de diputados sindicales pero si no lo peleamos en las organizaciones reales del movimiento obrero nadie se va a poner a tratar seriamente la reducción de la jornada laboral, y menos acompañada del reparto de las horas, que podrían crear 1 millón 200 mil puestos de trabajo.

--¿Cuáles fueron los principales debates en los que participó?

--El del acuerdo con el Fondo Monetario, ahí la izquierda cumplió un rol fundamental, me involucré mucho en la denuncia de qué significaba ese acuerdo, es un hito porque el peronismo en su mayoría con Sergio Massa en la presidencia de la Cámara termina avalando el fraude macrista, que no había reportado ningún beneficio y había alimentado la fuga y la bicicleta financiera. Hicimos movilizaciones multitudinarias en la calle. Sostengo que es una deuda odiosa, según el derecho internacional es nula, el país no tiene por qué pagarla. También fue la ley de Humedales, Unión por la Patria había hecho campaña con ese tema, y cuando llegó el momento de discutirlo llamó la Cámara Minera. Nos dejaron afuera a Graciela Camaño y a mí, y acordaron postergarlo. Si hoy estuviera esa ley no se podría implementar el RIGI que acaban de aprobar, porque hubiera protegido los recursos naturales de los negocios. Fueron años movidos, aunque ahora parece que el impacto del gobierno de ultraderecha absorbió todo.

--¿Coincide en que la agenda política es marcada por el gobierno de Milei?

--Categóricamente sí. Eso sucede porque está ordenando directamente la situación política y económica el capital más concentrado, la gran burguesía, a tal punto que con la ley Bases todos votaron el blanqueo más escandaloso de la historia argentina (votaron en contra UxP, FIT-U más algunos legisladores de partidos provinciales y de la UCR), como complemento de la baja de bienes personales y del RIGI, que es traer dinero no importa de dónde lo hayas sacado para hacer lo que se te ocurra, ahí no hay grieta. Milei no tiene agenda, salvo si tiene cuatro o cinco perros, su agenda es la que le dicta el capital financiero internacional, con Caputo y Sturzenegger que vuelven a aparecer.

--En las calles, ¿se está marchando y reaccionando también detrás de los hechos?

--Muy poco. Ni siquiera eso. Desde el Frente de Izquierda hemos hecho un esfuerzo enorme en todo este tiempo enfrentando represiones muy duras, pero lo peor que podemos hacer es abandonar la calle, porque ahí es donde se deciden las batallas, la relación de fuerzas. Hay muchos que les gusta decir que 'no da la relación de fuerzas', si no salís a pelear no va a dar nunca porque la correlación de fuerzas se construye, creo que hay un dejar hacer a Milei de la mayoría de los partidos tradicionales, algunos en forma de complicidad como la UCR, pero también el peronismo que no ha enfrentado en la calle los enormes ataques. Se acaba de votar una reforma laboral tan retrógrada que supera a la del menemismo y no hicieron nada, la CGT se reúne con el gobierno porque hay 'lagunas' poco claras en el texto. Seguramente están negociando algo. Es una traición histórica a los intereses del movimiento obrero, haber abandonado la calle, haber metido tanto miedo. Decir que no se puede salir a luchar o que es peligroso le sirve al gobierno. Cuando hubo convocatorias claras y masivas la sociedad respondió, el 24 de marzo, el paro de enero (que convocó y organizó la CGT), la marcha universitaria de abril. No pongamos el problema en una sociedad que votó a Milei, la mitad no lo votó. 

--¿Por cree que dejan hacer?

--Algunos sacan la conclusión de que el gobierno de Alberto Fernández fracasó porque fue demasiado progresista y le dió demasiado aire al feminismo, porque se concentró en una agenda 'progre'. Para mí es exactamente lo contrario, fracasó porque no se animó ni con los estafadores de Vicentín, dijo que iba a defender la soberanía alimentaria y arrugó, se subordinó al FMI. Por eso se rehabilitan personajes como Guillermo Moreno, misógino, machista, en contra del aborto, a favor de Trump y de Netanyahu. ¿Esa es la alternativa que están armando para salir de esta crisis? Ahora plantean que todo lo que tengamos de progresistas o de feministas hay que eliminarlo, y es lo contrario, discursos contra el aborto y el matrimonio igualitario hacen que la derecha crezca porque asientan sentidos comunes mucho más a la derecha.

--¿El avance contra los derechos humanos se frena con una marcha similar a la universitaria o a la del 24 de marzo?

--Sí. Está planteado dar una pelea muy grande, tenemos todavía dos presos por la movilización del 12 de junio, no podemos naturalizar que alguien por movilizarse termine en un penal federal con ratas. Hay que responder con todas nuestras fuerzas. Desde el Ceprodh que integro y mi partido el PTS estamos dedicando mucho tiempo a trabajar para defender los Sitios de Memoria, que son prueba judicial cuya destrucción es un delito, y luchando por la reincorporación de los compañeros. Le damos mucha importancia a esta unidad con los organismos de derechos humanos para lograr la libertad de los detenidos del 12. Dimos una respuesta rápida y por primera vez en muchísimos años estuvieron los organismos históricos, los del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, referentes de Unión por la Patria y de la izquierda. Lo mismo estamos haciendo para la defensa de la Conadi, que busca a los niños y niñas apropiados en la dictadura. En Plaza de Mayo con Adolfo Pérez Esquivel y Estela Carlotto, con los compañeros despedidos de los sitios y los liberados del 12, esa unidad es en las calles. Eran 33 y querían ir por una causa por terrorismo, una delegación fuimos a Tribunales con dos cajas enormes con miles de firmas, con Taty Almeida, y se las dimos a la jueza Servini. Miles de personas dijeron que era persecución de Stornelli y Bullrich.

--¿Esa unidad se puede replicar en lo político?

--Son dos terrenos distintos porque hay programas diferentes. Nosotros no creemos que el país tenga salida bajo la bota del FMI, todo lo demás es demagogia. Milei llegó diciendo que era experto en crecimiento con y sin dinero. No pasó un año y está ahorcado por el mismo capital financiero que le dió aire en su momento. El enojo y desencanto que produjo el gobierno de Fernández y Fernández hizo que volviera una derecha recargada, aunque le hayan ganado a Macri. La unidad política es con aquel que plantee una independencia de clase, que se plante en defensa de los sectores populares y de las mujeres, no voy a renunciar ni un minuto a eso por más que me pongan a los Moreno de la vida y todos estos personajes de streaming con crucifijos en el cuello a decir que las mujeres tenemos la culpa de todos los balances negativos.

--Ante un hipotético estallido social, ¿uniría fuerzas con el peronismo?

--En la calle no le pedimos el carnet a nadie. Los trabajadores del neumático están sufriendo un ataque tremendo con 97 despidos, de empresas como la de Madanes que están entre las que más ganan. Ahí nada impide al peronismo de la provincia de Buenos Aires, donde está ubicado FATE, pelear contra esos despidos. En el terreno político, el peronismo de conjunto sigue teniendo un programa de pasividad, con lo cual Milei avanza a pasos agigantados, no sacan los pies del plato. Nadie se propone cuestionar a las grandes empresas, con la jornada laboral de seis horas o un programa alternativo. Lo que prima es la rosca por las elecciones del 2025 y del 2027. Pero cuando lleguen las elecciones esto va a ser tierra arrasada si no enfrentamos ahora a Milei y Bullrich. Ahora hay que rodear de solidaridad al Hospital Posadas. Hay que salir de las redes y el streaming, y apostar a las luchas que están en curso, unificarlas. De ahí va a salir la fuerza potenciada. No va a ser fácil porque desde el gobierno y los sectores de poder hay una ofensiva muy grande. También hay que señalar a los responsables de que esto no ocurra, hay que decir que la CGT no está haciendo nada. Cuando a los trabajadores les empiecen a descontar ganancias, o cuando vayas a pedir licencia por embarazo y te digan que tenés que trabajar hasta 10 días antes del parto, ahí seguramente será el punto bisagra. La protesta social se va a incrementar, por eso es tan importante dejar sentado que no haya presos por manifestarse. En este contexto, nos definió bien Martín Menem, somos 5 pero parecemos 100 (se ríe). Claramente me gustaría que la izquierda tenga más fuerza y por eso peleo todos los días.