La devolución de los puntos de coparticipación que el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires le reclama al gobierno nacional tras el fallo favorable de la Corte Suprema, está más que complicada. Así lo reconoció el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri que luego de encontrarse con el ministro de Economía, Luis Caputo, calificó la reunión como "tensa, difícil". Según Macri, el funcionario nacional le reconoció que no hay posibilidades de cumplir con todo el fallo. Una definición que llevó al jefe de gobierno a reconocer que la ciudad "no aguanta más" la mora con el fallo judicial.

El conflicto entra CABA y el gobierno nacional resurgió una vez que el gobierno de Alberto Fernández redujo el porcentaje de coparticipación )2,95 por ciento) que recibía la ciudad luego de que un decreto del entonces presidente Mauricio Macri lo incrementara para solventar, supuestamente, el traspaso de la policía a la ciudad. En su momento, Horacio Rodríguez Larreta en su condición de alcalde porteño recurrió a la Corte. Los supremos no solo fallaron a favor de Larreta sino que hasta definió el porcentaje que debía enviar la Nación a pesar de que eso está previsto según la ley.

Una vez que llegó Milei a la Rosada y con la buena relación entre Mauricio Macri y el libertario, en el gobierno porteño se dio por descontado que la Nación cumpliría con el fallo supremo. Pero eso no ocurrió.

"La primera postura del ministro no fue cumplir todo el fallo. Nos planteó que podía acomodarse en algunos números, lo que hace todo el tiempo, tratar de administrar recursos", contó el jefe de gobierno porteño ante el canal La Nación+.

Jorge Macri relató un poco el diálogo mantenido con Caputo: "Le dije: 'Mirá, hasta acá aguantamos nosotros, ahora pedile a otros'. La Ciudad no puede seguir haciendo este esfuerzo y acordamos este mecanismo de empezar el 1° de agosto y, sobre todo, hacer algo que la Corte siempre suele pedir, que los problemas de la política los resuelva la política".

Buscar un acuerdo

De todas formas, el alcalde porteño reconoció que tanto la Nación como la Ciudad de Buenos Aires se presentarán juntos ante la Corte Suprema para expresar "una postura de acuerdo" y resolver la deuda de "alrededor de 90 millones de dólares por mes".

Jorge Macri reveló que, tras la eliminación del impuesto a las tarjetas de crédito, principal vía de recaudación, la administración porteña cobraba impuestos sobre las Leliqs y otros pases, pero cuando el Gobierno quitó las Leliqs del Mercado, comenzaron a tener un problema financiero. "Ahí levanté el teléfono y me comuniqué con el ministro", reveló.

"Fue un punto de quiebre, un desafío y lo administramos razonablemente bien. La Ciudad hizo un esfuerzo grande durante seis meses, dándole tiempo al Gobierno, siempre mantuvimos vivo el reclamo de que se cumpla el fallo de la Corte Suprema", agregó Macri.

A pesar de su firmeza en el reclamo, Jorge Macri aclaró que nunca evaluó demandar penalmente al gobierno de Javier Milei ya que reconoce una postura diferenciada a la de la administración de Alberto Fernández la que calificó de "casi delictiva" y de querer quitarle recursos "con una excusa falsa".

"Una cosa fue la actitud de ese gobierno de quitarle a la Ciudad de esa manera y otra la de este Gobierno que dijo 'considero que te tengo que pagar, pero dame tiempo'", señaló. En definitiva, el ministro de Economía dejó de lado el slogan del gobierno del "no hay plata" y recurrió a la que usa cualquier deudor al pedir tiempo para juntar el dinero.

Por último, el jefe de Gobierno porteño se mostró optimista y contó que el libertario se comprometió a encontrar una manera de resolver el conflicto. "Estuve la semana pasada mucho tiempo con el Presidente. En el desfile tuve chances de hablar, pero él me dijo que íbamos a encontrar una manera de resolverlo", concluyó.