La intendenta de la localidad de General Mosconi, Ana Guerrero, solicitó a legisladores nacionales y al gobierno de Javier Milei que desista de la decisión de mudar a Tucumán el Centro de Adiestramiento Antidroga que la Gendarmería Nacional tiene en este pueblo del norte salteño, cercano a la frontera con Bolivia. 

“Más allá de que sea un centro de capacitación hay más de cien efectivos cerca que pueden ser afectados en los operativos”, dijo Guerrero a Salta/12. La intendenta sostuvo que ya que el gobierno nacional habla de combatir el narcotráfico, precisamente, dejar más gendarmes en el norte apunta a este objetivo. 

Guerrero recordó que la gestión anterior del gobierno nacional había proyectado trasladar este Centro de Adiestramiento a la provincia de Tucumán, entendiendo que logísticamente se encuentra en un epicentro más cercano a toda la región norte, pero tras las gestiones que también entonces se realizaron, se logró que este centro siga funcionando en el norte salteño. 

La intendenta moscoense mencionó además que la partida de los casi 100 gendarmes que pasan por la ciudad durante su especialización, impactaría de manera negativa en la ya golpeada economía del municipio.

Comparó la situación con la intención de la gestión nacional de cerrar la oficina del Correo Argentino en Mosconi, que pudo revertirse merced a distintas gestiones que posibilitaron que la sede local del Correo siga abierta en General Mosconi. 

Guerrero sostuvo que estos resultados solo son posibles con el apoyo general, no sin antes recordar que cerrar organismos nacionales es para Mosconi siempre un problema, dado que es “un pueblo golpeado que no logra ponerse aún de pie”.

La población de General Mosconi sufrió un violento golpe en los años 90, con la privatización de la empresa YPF, cuya actividad movía la actividad de esta localidad. La producción petrolera, que se inició en 1925 a seis kilómetros de Mosconi, en la Quebrada de Galarza, ofrecía fuentes de trabajo directa e indirecta para toda la población. 

Con el cierre de YPF y la consecuente crisis social que provocó, Mosconi ganó trascendencia por los piquetes, los cortes de ruta en reclamo de políticas públicas que sustituyeran la fuente de trabajo perdida. La respuesta del Estado fue la represión inmediata, en las que murieron Orlando Justiniano, Carlos Santillán y Aníbal Verón, Alejandro Gómez y Oscar Barrios. Hasta ahora no se ejecutaron políticas gubernamentales que generen fuentes de trabajo.