Una chica de 16 años oriunda de Guachipas, municipio que se encuentra en el Valle de Lerma, camino a los Valles Calchaquíes, falleció por hantavirus la semana pasada. Frente a lo inusual del lugar en donde se registró el deceso, el Ministerio de Salud Pública de Salta dispuso la intensificación de la vigilancia de hantavirus durante 90 días en las áreas operativas de La Viña y Cafayate.

El director de Epidemiología, Francisco García Campos, informó que hasta ahora en la provincia se registraron 12 casos de la enfermedad, distribuidos principalmente en los departamentos de Orán, San Martín, Anta y, ahora, Guachipas. Además, con este, el número de fallecimientos por la enfermedad llegó a tres, uno en de Guachipas, otro en Orán y el tercero, en Anta.

Respecto al caso de Guachipas, García Campos dijo que "es considerado atípico debido a que la transmisión en esa región es inusual, por lo que como medida preventiva, se ha intensificado la vigilancia de hantavirus”.

Esto implicará un trabajo en conjunto entre el Programa de Vigilancia Epidemiológica y el Programa de Zoonosis con los municipios para investigar este caso y tomar las medidas necesarias para proteger la salud de la población.

El hantavirus se presenta como un síndrome febril con síntomas respiratorios importantes. Es crucial considerar los aspectos epidemiológicos de la enfermedad y conocer las zonas con transmisión histórica, como Orán, San Martín, Rivadavia y Anta.

Se recomienda especialmente a la población que vive en zona rural mantener limpios los domicilios y terrenos baldíos, con el fin de evitar la presencia de roedores, que son los que transmiten el hantavirus. Y también, bloquear orificios en puertas, paredes y cañerías, por donde pueden ingresar estos animales portadores.

Transmitido por ratones de cola larga

La infección por hantavirus es una zoonosis, es decir que se trata de una enfermedad que se transmite desde un animal al ser humano. El agente transmisor de hantavirus es el ratón rural, que vive en ambientes como maizales, cañaverales, bosques y pastizales, no la rata urbana.

Por ello se aconseja usar veneno o trampa para roedores, no tocarlos ni golpearlos. Si se encuentra uno de estos animales muerto, rociarlo con lavandina y luego de 30 minutos como mínimo, recogerlo, usando guantes, y enterrarlo a más de 30 centímetros de profundidad, o quemarlo. Luego de usar veneno, lavarse bien las manos con agua y jabón.

En el caso de que sea necesario acumular leña, hacerlo lo más lejos posible de la vivienda; desmalezar terrenos y evitar el contacto con las secreciones de roedores.

Ventilar por lo menos 30 minutos antes de ingresar a lugares que hayan estado cerrados y cubrir boca y nariz con pañuelo húmedo. Limpiar pisos, mesas, cajones y alacenas con una solución de agua y lavandina, en una proporción de diez partes a una y dejar 30 minutos antes de enjuagar. Humedecer el piso antes de barrer, para no levantar polvo, que puede estar contaminado.

Si se acampa, hacerlo lejos de malezas o basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua segura.

Recomendaciones

García Campos enfatizó la importancia de tomar medidas preventivas, especialmente en áreas donde se sospecha la presencia de roedores.

Y volvió a recordar las recomendaciones. Mantener la vivienda limpia para evitar la presencia de roedores. Eliminar elementos en desuso que puedan servir como nidos para los ratones.

Evitar que los roedores entren a la casa o hagan sus nidos en ella, tapando todas las rendijas de más de medio centímetro de abertura, tanto en el interior, especialmente donde se almacenan alimentos, como en el exterior. Utilizar mallas de acero, cemento u otro material resistente.

Ubicar huertas, graneros y depósito de leña lejos de la vivienda, como mínimo a 30 metros. Colocar leña, herramientas, forrajes, granos, entre otros insumos, sobre tarimas de 30 centímetros y moverlos en forma periódica.

No usar espacios cerrados que puedan estar infestados por roedores sin ventilarlos previamente, abriendo puertas y ventanas.

Tener especial cuidado al poner en marcha ventiladores o aparatos de aire acondicionado cuyos filtros o conductos puedan haber estado en contacto con polvo contaminado, roedores o sus excretas.

Acampar lejos de malezas y basurales. No dormir sobre el suelo; si es posible, usar un catre de por lo menos 30 centímetros de altura. Si se usa carpa, que en lo posible tenga piso.

Construir depósitos de manera que eviten el ingreso de roedores y puedan ventilarse permanentemente.

Evitar el contacto con roedores o sus madrigueras. Mantener los alrededores de las casas despejados, limpios y libres de elementos que puedan servir de alimento o para que los roedores aniden, como materiales de desecho, cartones, leña, paja, basura doméstica.

Desmalezar y mantener el pasto corto alrededor de la vivienda, en un perímetro mínimo de 30 metros. Antes de desmalezar, tomar precauciones para que los roedores no ingresen a la casa.

Enterrar la basura en lugares alejados a la vivienda, cubierta con al menos 30 centímetros de tierra, si no hay recolección.