Para Boca, no hay mañana. Es ganar o quedarse afuera de la Copa Sudamericana. El desquite de este miércoles desde las 21.30 ante Independiente del Valle de Ecuador en la Bombonera por los octavos de final del torneo continental ofrece una ruta de mano única para el equipo que conduce Diego Martínez que, ya sea en los noventa minutos o mediante la ejecución de tiros desde el punto penal si subsistiera el empate, deberá salir victorioso para poder enfrentar en octavos a Cruzeiro de Belo Horizonte. El partido irá por DSports Premium.
Una derrota en condición de local y la consecuente eliminación representaría un golpe duro para los boquenses que tampoco vienen tan bien en el torneo local y que, encima, deberán volver a jugar sin los cuatro refuerzos (Gary Medel, Tomás Belmonte, Ezequiel Aguirre y Milton Giménez) que no fueron habilitados por la Conmebol por la demora en su inscripción. Respecto del equipo juvenil que empató 0 a 0 la semana pasada en Quito, habrá novedades: reaparecerán Cristian Lema como primer marcador central y el uruguayo Edinson Cavani como delantero acompañando a su compatriota Miguel Merentiel.
Los ecuatorianos mostraron buen manejo de pelota pero escaso poder ofensivo y decaen notoriamente cuando bajan de la altura de Quito. Así fue cuando perdieron 2 a 0 con San Lorenzo por la fase de grupos de la Copa Libertadores. De todos modos, los partidos nunca se ganan en la previa. Alguna vez en 2016, Independiente del Valle pisó fuerte en la Boca, ganó 3 a 2 y pasó a la final de ese año de la Libertadores. Pero eso fue hace mucho tiempo.
Ahora habrá otros protagonistas y una gran responsabilidad para los chiquilines xeneizes que tendrán el respaldo de los más experimentados como "Chiquito" Romero, Advíncula, Lema, Rojo y Cavani. Boca podrá reinscribir a sus incorporaciones si pasa a octavos. Pero antes deberá vencer y luego convencer, dos frentes en los que el Xeneize viene en deuda en los últimos tiempos.