El bloque libertario en el concejo deliberante de San Miguel estalló en plena sesión con gritos y acusaciones que tenían por destinatario al concejal Carlos Romo, padre del diputado tuitero Agustín Romo.
Que los bloques legislativos de La Libertad Avanza son frágiles y tienden a partirse no es una novedad. El de diputados provinciales se rompió antes del 10 de diciembre. Sin embargo, lo que ocurrió en el bloque de concejales libertarios de San Miguel es inédito: la ruptura se oficializó en el recinto, en plena sesión y a la vista de todo el mundo. Y la concejal Noelia Oxley hizo responsable de cualquier cosa que pudiera ocurrirle a su ahora ex compañero, Carlos Romo.
La relación entre los dos integrantes del bloque de LLA fue tensa desde el minuto uno, porque cada uno tiene una terminal distinta. A Carlos Romo lo conduce su hijo, el diputado provincial Augustín Romo, uno de los pioneros de la estrategia de comunicación digital libertaria, que reparte su tiempo entre la Casa Rosada, donde funciona el troll center, y su responsabilidad legislativa. Romo hijo empezó como asesor de Ramiro Marra en la legislatura porteña. Cuando Marra cayó en desgracia, su lealtad viró hacia Santiago Caputo, ante quien se sigue reportando.
Cuando los De La Torre, Pablo y Joaquín, conocidos como “la banda del Opus Dei”, eran parte del oficialismo, los Romo replicaron el mismo acuerdo a nivel local, con la esperanza de que Agustín fuera el candidato del espacio para suceder a Joaquín Méndez en 2027.
Pero ese acuerdo nunca se hizo extensivo a Oxley, que reporta directamente a la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, a quien suele acompañar en sus recorridas por el conurbano. De hecho, muchas veces Romo y Oxley llegaron al recinto con posiciones opuestas.
Ocurre que, como jefe de bloque, Romo asistía a las reuniones de labor parlamentaria, donde alcanzaba acuerdos con los concejales que responden a Méndez y De La Torre, pero después Oxley no los suscribía ni respetaba en el recinto.
Como fuera, no queda del todo claro si lo intentaba y fracasaba o si simplemente la ninguneaba. En síntesis, Romo no la conducía. El propio Carlos, apenas menos locuaz que su hijo, le dijo a quien quisiera escucharlo que Oxley es "inmanejable".
Esa tensión, que se fue acumulando durante los últimos meses, llevó a la propia concejal a realizar primero denuncias policiales por hostigamiento y amenazas y, finalmente, la explosiva declaración, en plena sesión, en la que acusó a Romo de mafioso y dijo temer por su integridad física, por lo que ellos pudieran hacerle o mandar a hacerle.
Por lo pronto, la próxima disputa es por quién se queda con la representación local de LLA. Una versión sostiene que los Romo pedirán su expulsión del partido. Pero ella podría pedir exactamente lo mismo a Karina Milei.
¿Agustín 2027?
El proyecto de Romo hijo de ser candidato a intendente, tiene un horizonte bastante complejo. Por un lado, nadie sabe hasta dónde pueden llegar las denuncias de Oxley contra su padre, que hizo fortuna como prestamista de los trabajadores municipales a través de códigos de descuento.
Por otro lado, la ruptura de los De La Torre con el oficialismo nacional es ya evidente. Desde hace algunas sesiones, el bloque pasó a llamarse “Primero San Miguel”, una señal de que podrían competir con la boleta del oficialismo y dejar a los Romo en soledad con el color violeta.
Tras los escándalos de los alimentos retenidos y el acuerdo con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la familia política más podrosa del distrito había puesto dos condiciones para permanecer en las menguadas filas del oficialismo: que la ministra Sandra Pettovello retirara la denuncia penal contra Pablo y que se disculpara públicamente.
Ninguna de las dos ocurrió y la ruptura se profundiza. Sin embargo, Romo padre sigue votando con el oficialismo. La interpretación de los demás bloques es que no tiene otro lugar a dónde ir. La situación de ambos, padre e hijo, podría empeorar, si Karina Milei decidiera involucrarse en esta pelea de pago chico por la representación de LLA, en favor de Oxley.