El exembajador argentino en la OEA, Carlos Raimundi, afirmó que no existen posibilidades de fraude en las elecciones en Venezuela, que se vive un clima normal en la previa de los comicios y aseguró que existe un "espíritu de recuperación". Raimundi acaba de arribar esta semana a Caracas para actuar como uno de los observadores electorales y en diálogo con la 750 explicó cómo se vive la previa de un día clave.

Raimundi afirmó que la situación en la capital venezolana es "absolutamente normal, de paz social, de trabajo, completamente distinta de esa imagen de crisis que siempre nos tratan de imponer desde la prensa internacional, desde la prensa occidental, concentrada". "Se vive normal, como en Buenos Aires, como en cualquier capital de Latinoamérica. Es más, aquí hay un espíritu de recuperación", sostuvo.

En la disputa del domingo próximo el exdiplomático Edmundo González es el principal rival electoral de Nicolás Maduro, ligado a María Corina Machado, quien está inhabilitada por ley para ejercer cargos públicos. 

Según explicó Raimundi, González "aglutina varios espacios de la oposición" por esta razón. "Marina Corina Machado, siendo representante de Panamá ante los Estados Unidos, hizo intervenciones pidiendo la injerencia directa norteamericana en Venezuela y eso viola la ley y de cualquier país soberano", recordó.

Por último, aclaró cuáles serán sus tareas como observador. "Yo estoy aquí por un observatorio que hasta hace poco pertenecía al Parlamento de Argentina, reconocido internacionalmente, pero no depende ningún poder. El observador tiene la tarea que su nombre lo indica, observar, ver cuál es el clima electoral, si se cumplen los requisitos de imparcialidad, si se cumplen los plazos, etc.", señaló.

"El tema central es la ignorancia. En Venezuela hay cinco poderes. Están los tres poderes clásicos que tenemos nosotros, las democracias liberales, pero además hay un Poder Electoral -que está al mismo rango del Ejecutivo y Legislativo- y hay un Poder Popular. La elección está absolutamente supervisada por el Poder Electoral. Y hay cientos de observadores de distintos países del mundo que imposibilitan cualquier posibilidad de fraude, de adulteración, de manipulación de datos. Si hay objeciones son estrictamente político-ideológicas ordenadas por el imperialismo", concluyó.