El Gobierno de Nicolás Maduro le pidió este martes al expresidente Alberto Fernández que desista de su participación como veedor en las elecciones que se llevarán a cabo en Venezuela el próximo domingo 28 de julio, debido a que para el Ejecutivo existen "dudas" sobre su imparcialidad. Este miércoles, el exmandatario argentino informó a través de un duro comunicado que acatará el pedido, aunque confesó que "no comprende" las acusaciones en su contra. 

"Como puede verse en la nota que se muestra, el Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela me convocó a participar como veedor de la elección que se celebrará en ese país el próximo domingo. En el día de ayer, el gobierno nacional venezolano me transmitió su voluntad de que no viajara y desistiera de cumplir con la tarea que me había sido encomendada por el Consejo Nacional Electoral", contó Fernández en un comunicado que publicó en su cuenta de X. 

Según reveló el expresidente, lo que habría hecho enojar al gobierno venezolano a punto tal de pedirle a Fernández que desista de su tarea de veedor de las elecciones de este domingo fue una declaración que éste hizo durante una entrevista en Radio con Vos. Si (Maduro) es derrotado, lo que tiene que hacer es aceptar; como dijo (el presidente de Brasil) Lula (da Silva), el que gana, gana, y el que pierde, pierde. Punto. Se terminó. Así es la democracia. No voy a legalizar a nadie, sino que voy a hacer lo que me pidieron, ser un veedor de las elecciones para que todo funcione bien”, había dicho Fernández en esa entrevista radial.

"La razón que se me dio (para suspender el viaje) es que, a juicio de aquel gobierno, declaraciones públicas realizadas por mí ante un medio nacional causaban molestias y generaban dudas sobre mi imparcialidad. Entendieron que la coincidencia con lo que había expresado un día antes el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, generaba una suerte de desestabilización del proceso electoral", aseguró este miércoles Fernández.

Y agregó: "Debo aclarar que no comprendo tal malestar. Solo dije que en una democracia, cuando el pueblo emite su sufragio, 'el que gana, gana y el que pierde, pierde' y si el oficialismo fuera eventualmente derrotado debía aceptar el veredicto popular. Otro tanto debería hacer la oposición en el caso de que el resultado le fuera adverso".

Sorprendido por el planteo del gobierno venezolano, Fernández resolvió suspender su participación como veedor. "Ante la insólita demanda, creí conveniente no viajar y no dar lugar a que se me atribuya querer enturbiar una jornada electoral trascendental, cuando solo buscaba cumplir con la tarea propia de un veedor electoral", indicó en ese sentido.

Un veedor electoral, recordó, debe vigilar el cumplimiento de las normas establecidas durante todo el acto electoral, de manera objetiva, imparcial y transparente. "Ese era mi único propósito. Hubiera querido poder hacerlo, pero siento que en el contexto creado no podré cumplir cabalmente con esa tarea", señaló.

Sobre el final de su mensaje, afirmó que su mayor deseo es que "Venezuela, que en estos años fue asediada por amenazas de invasión y lastimada en su economía por un brutal bloqueo, pueda celebrar sus elecciones de manera transparente y que el veredicto popular sea respetado cualquiera sea el resultado".

"Si ese objetivo se cumple, el pueblo venezolano recuperará la convivencia democrática y los millones de venezolanas y venezolanos que debieron emigrar podrán regresar a esa maravillosa tierra en la que nacieron", remarcó Fernández, quien aclaró que decidió hacer pública su situación "con mucho pesar" y con el único objetivo de expresar sus "mejores deseos de que Venezuela tenga el mejor futuro que merece".