Las ventas en supermercados medidas a precios constantes cayeron 9,7 por ciento en mayo respecto a igual mes del año anterior, anotando así la séptima caída consecutiva según informó el Indec. En autoservicios mayoristas la contracción fue más pronunciada, del 13,3 por ciento interanual. Si bien ambos indicadores arrojaron mejoras en la comparación contra abril (del 3,9 y 1,7 por ciento respectivamente), el ansiado rebote en forma de V corta no es confirmado por otras mediciones más recientes, la crisis continuó en junio y julio.

En mayo las ventas en supermercados anotaron la séptima caída interanual consecutiva, con una variación de menos 9,7 por ciento. El dato acumulado en el año arroja una merma de 12,4 por ciento, solo comparable con el 2019 pandémico (menos 12,7 por ciento acumulado caían las ventas en supermercados por entonces). El valor del ticket promedio en supermercados fue de 18.625 pesos, según describe el Indec, esto implicó una suba de 255,5 por ciento interanual, la cual no alcanza a compensar a la suba de precios, de 276,4 por ciento en igual comparación. Este dato no sorprende ante la fenomenal pérdida del poder adquisitivo de los salarios y otras fuentes de ingreso en el país desde que asumió Javier Milei a la presidencia.

En tanto, en los autoservicios mayoristas la baja fue de 13,3 por ciento interanual en mayo y 12,2 por ciento acumulado. De igual forma, solo puede compararse con la pandemia pues a mayo de 2019 las ventas en estos centros comerciales caían 14,1 por ciento acumulado. Respecto del ticket promedio se advierte también una caída más intensa si se compara con las compras minoristas en supermercados, el mismo promedió los 32.006 pesos en mayo de este año, lo cual arroja un aumento del 179,7 por ciento, por debajo del IPC.

Ambas mediciones mejoraron en mayo respecto a abril, sin embargo es prematuro e irresponsable interpretar este dato como un rebote de la actividad, como intentó hacerlo el Gobierno. Las ventas en supermercado crecieron 3,9 por ciento en mayo versus el mes anterior, en autoservicios la mejora fue del 1,7 por ciento, pero cuando se revisan estimaciones más recientes del mes de junio aparece otra vez el pozo. El consumo minorista medido por la consultora especializada Scentia muestra un desplome del 12,7 por ciento interanual en junio en centros de consumo masivo (supermercados, comercios chicos y chinos de todo el país), las ventas minoristas en comercios pequeños y mediano se ubicaron 21,9 por ciento abajo respecto a junio de 2023 según la estimación mensual que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

El desplome del mercado interno, asociado al aumento de precios y la política restrictiva de este Gobierno, pone en marcha un círculo vicioso con caída en la producción, despidos y nuevas caídas del salario real, que es muy difícil revertir en especial para una economía que lleva años estancada. “Estábamos en el piso, pero ahora queremos subir al piso” rezaba un viejo cartel televisado por la pantalla de canal 11 en los años de De la Rúa: cuando la política no hace nada por evitar que la gente se funda.

Un reciente artículo de Leandro Renou aclaraba que con una inflación del 250 por ciento que dejó Sergio Massa en la última parte del Gobierno de Alberto Fernández se habían acumulado siete meses seguidos de alza en las ventas minoristas medidas por Scentia. Hoy día, con 4 por ciento de inflación promedio en los últimos dos meses, hay una caída total del gasto –8,5 por ciento acumulado en igual medición- que muestra que más allá de la performance del IPC, la liberación total de precios que ordenó Milei fundió a la clase media.

Más recientemente la consultora Nielsen IQ advirtió que la caída del consumo masivo en el primer semestre fue del 18 por ciento en volúmenes. En todos los segmentos analizados se dio una tenue desaceleración de la baja del consumo en el bimestre mayo-junio que promedió el 15,5 por ciento. La principal baja la tuvo el segmento de bebidas, que se derrumbó un 17 por ciento en el bimestre, empujado por el derrumbe de bebidas alcohólicas (29,3 por ciento), mientras que en el caso de los alimentos la caída fue de 13,7 por ciento.

Las estadísticas de Indec también relevan el consumo en shoppings, que es indicador de la capacidad de compra de las clases altas y medias altas. El mismo se contrajo 12,7 por ciento interanual en mayo y 17,7 por ciento en el acumulado del año medido a precios constantes. Nuevamente, si se mira el ticket promedio de compra se advierte una caída en términos comparativos con la inflación, este arroja un monto de 347.567 pesos que implica un aumento del 186,8 por ciento interanual, también por debajo de la inflación minorista.