"No hay nada", dijeron a este diario desde Capital Humano. "Es todo una opereta", añadió David Adrián Martínez, a.k.a "el Dipy", cuando le preguntaron si le había ofrecido un contrato en el Estado. Esa era la versión oficial que, lamentablemente, no pudo hacer nada cuando salieron a la luz varios documentos que dan cuenta que el Ejecutivo pensaba incorporar al cantante a la planta de empleados que tanto critica desde su cuenta de Twitter. Incluso, ya se había pensado un cargo específico con una semática propia de la burocracia: "Asesor en bandas emergentes", figura en el documento oficial de la Secretaría de Cultura que quedó frenado a último minuto. Para más pruebas, también se conoció el CV que había presentado el cantante popular, el certificado de antecedentes penales y la declaración jurada que firmó, de puño y letra, para así trabajar en el superministerio de Capital Humano.

Un contrato para el Dipy

La versión de la contratación se había expandido durante todo el martes, pero a la mañana del miércoles, "el Dipy" -un músico devenido en militante antiperonista- salió a desmentir aquella versión. "Llegué de gira de Misiones, donde hice un show, y no sé nada. Nadie me consultó. No sé qué estará pasando, o qué habrán dicho", mencionó en una entrevista radial. En ese momento no se había filtrado el memo en el que Leonardo Cifelli, secretario de Cultura, le expidió al Juan Facundo Etchenique -a cargo de la Coordinación Legal y Administrativa- para que Martínez sea designado en Capital Humano. La función que iba a cumplir -y que, en los papeles, ya cumplía desde el 1 de abril- era la de ser asesor "en banda emergentes". El monto sorprende: de concretarse la designación, desde abril de este año, el cantautor hubiera cobrado 1.750.000 pesos mensuales, todo esto mientras el Gobierno le da otro golpe al INCAA, al eliminar por decreto la cuota de pantalla para el cine argentino.

Según cuentan desde Casa Rosada, el rango de asesor no había sido el primero en el que se había pensado para el Dipy. Es que en el organigrama se pensaba que él maneje un área vinculada al desarrollo social en barrios populares. "Pero no cumplía con los requisitos mínimos para ser director nacional", fue lo que argumentan luego que saltó el escándalo.

Candidatura y silencio

Martínez fue candidato de La Libertad Avanza en el partido de La Matanza, de donde es oriundo. Y si bien en la elección municipal no pudo vencer al PJ, el cantante mantuvo el alto perfil, producto de ir a cual programa de televisión lo inviten, pero, en especial, al cumplir con la cuota de tiempo en Twitter para que sea destacado por Javier Milei. Allí aprovecha para trollear a diputados nacionales, sindicalistas, dirigentes y cualquier otra persona que se defina como peronista. 

Es raro que en las últimas horas no haya aparecido en su red social favorita. Ahí quizás podía ilustrar por qué, para él, es "una opereta" el ofrecimiento para trabajar en el Estado, en el que el propio Martínez accedió al firmar la DDJJ y adjuntar su CV. Al menos daría su versión y no la que dejan correr algunos medios de acuerdo a las fuentes gubernamentales. "El Dipy tiene malas carpetas", dicen en Casa Rosada, al referise a la denuncia por violencia de género por parte de una expareja suya.

Algunos datos personales fueron tachados por este diario