El trabajo de todos los días de BB Asul es componer en la sala. A veces para ella, a veces para otros. En este momento se encuentra trabajando para diferentes artistas, una de ellas es Ángela Torres, con quien ya colaboró en canciones como Fresh Prince y Tu Mitad. BB Asul publicó a finales del año pasado Pura, su segundo álbum, y se presentó en marzo en Niceto. “No pensé que se iba a llenar así. También tocamos Mar en los Gardel, hay que ver que es lo próximo”, le dice al NO durante un break en la sala.
Los artistas de la escena urbana parecen temerle o no encontrarle sentido a sacar un disco, pero ella va para otro lado. “El disco te permite ampliar más tu búsqueda. Esa cosa de que todas las canciones tienen que ser un hit para salir mañana y que mañana estén ubicadas en lo que está sonando, te quita mucha posibilidad de creatividad".
"Si bien entiendo que hay que hacer una cosa más hitera porque si no, no te escucha nadie, también está bueno poder tener una canción que sea una búsqueda. Me gusta Billie Eilish y siento que en su último disco dijo 'A la mierda', hay temas larguísimos, pasan miles de cosas”, dice mientras prende un cigarrillo en la terraza del estudio.
No quiere forzar un nuevo disco pronto ni encasillarse en un género. Con UWU (2021) y Pura ya quedó claro que tiene la capacidad de pivotear entre el pop, el trap, el r&b y la bossa nova con soltura y una voz con luminosidad propia. “No me gusta la idea de que los artistas somos una sola cosa, constantemente en nuestra escena se ve la posibilidad de variar”, asegura. Y aclara: “Si me defino en un solo género es pop, pero el pop abarca muchas cosas, entonces se trata de ver, dentro de lo que a mí me gusta, qué es". Aún así, cree que lo próximo que haga puede tener sonidos más rockeros, más “punkis”.
- Muchos músicos de la escena llevan una banda de rock en sus recitales, aunque no hagan rock…
- La pista está muy bien, es muy divertida y funcional, pero la banda le da vida a tu show. Me gusta mucho Taichu, que hace un show casi todo pistero, ese tipo de canciones se la bancan. Hay ciertos sonidos que te conviene que sean con pista y, como ella hace un show re performático, se justifica. A mí me gusta cantar, hacer mis firuletes, que con la banda me parece que quedan mejor. Y también me parece que es un momento en el que vamos a reivindicar a las bandas, a la música argentina. Ya estuvimos haciendo muchas cosas fakeando Puerto Rico y ahora hay que hacer lo nuestro. Me parece que es un momento de instrumentos, de cantar, de hacer canciones-canciones.
Su papá es Alejandro Terán, músico, compositor, arreglador y director de orquesta. Trabajó con Soda Stereo, Charly García, Gustavo Cerati, Santaolalla y más figuras. Además, el abuelo y el primo de BB Asul también son músicos. En su casa siempre hubo instrumentos y fue casi inevitable que experimentara con la música. De todos modos, sus influencias , en términos generacionales, fueron muy diferentes a los músicos de su familia: “Yo empecé a hacer música escuchando la Pxxr Gvng, la Zowi, otro tipo de construcción artística, creativa”, recuerda. Su papá no se espanta, vive escuchando nueva música y se la comparte. Ambos trabajaron en Mar, una canción de su último disco que tiene arreglos orquestales.
- ¿Cómo incide tu viejo en vos?
- Más allá de la música, hay una cosa en verlo trabajar: es muy disciplinado. Es una persona muy moral, aunque no parezca tanto. Tiene algo con la responsabilidad. Hablando de música, me ha mostrado un millón de cosas; por ejemplo, me mostró a El Doctor. Además, me gusta mucho su manera de mirar las cosas. Hace poco trabajó en el último disco de Dillom, me decía que era una película, entonces la música tenía que entrar como entra en las películas, los arreglos de cuerdas tenían que ser bien cinematográficos. Es una persona que nunca piensa en términos de "Esto vende, esto no vende". Ve qué es lo que es hermoso y qué es lo que enaltece el proyecto, y de eso aprendo mucho.
- Los hijos varones de un músico siguen su camino, vos sos la hija mujer, ¿cambia en algo eso?
- No tengo hermanos varones, no sé bien cómo hubiera sido, pero nunca sentí que hubiera una diferencia. Hablamos de igual a igual, él respeta mucho mis ideas. Cuando grabamos Mar, él hizo los arreglos de cuerdas y fue muy respetuoso, no me dijo “Tomá". Creo que lo más privilegiado que tengo con respecto a eso, es haber vivido con él en mi casa un nivel de apertura muy grande para con la música y para con todo. Eso te permite volar mucho más. Fui a un secundario de música y en ese momento parecía que iba a ser concertista de piano, pero a mí no me importaba ser concertista de piano. Cuando vio que yo empecé a sacar temas diciendo “Puta, te cojo” le encantó.
En las canciones de Pura la tristeza es una de las protagonistas, y en muchos momentos aparece la salud mental entre metáforas e ironías. Algo bastante diferente a las temáticas que suelen imperar en el “género urbano”, donde el éxito, los beefs y el dinero se llevan toda la energía. Pareciera que hay un lado B en su generación y ella lo transporta a la música.
“Está muy presente en nuestra generación, no sé si es porque hablamos más de nuestros sentimientos o porque realmente somos una generación más depresiva. Yo tuve mi época muy depresiva, después de que me pasaron algunas cosas feas -expresa-. Fui medicada y siento que son cosas que están en mi lenguaje y de hecho mil veces tengo que bajar un cambio para no estar hablando abiertamente de eso en cualquier contexto. Una vez que uno sale de esa situación igual te queda muy presente lo que pasaste, es algo con lo que la gente se identifica porque nos pasa mucho”.
- ¿Cómo es el concepto de Pura?
- Mi idea es que el agua y la angustia, la depresión profunda, limpian de la misma manera. Que vos llegues a tocar un fondo grande de angustia, te devuelve al mundo limpio como cuando te bautizaste. Hay una peli, Fragmentado, de un tipo que tiene muchas personalidades que dice que la gente pura del mundo es la gente que está lastimada. La gente que viene rota es la que puede ver realmente la pureza de los demás y del mundo. Me encanta esa idea porque cuando uno está en el pozo de la angustia máxima cuesta ser más empático, pero a partir de eso podés incorporar el dolor de los demás y percibir cómo se siente el otro.
- ¿Cuál es el límite para no estetizarlo?
- ¿Romantizarlo, decís? No me parece tan mal, es una salida emocional. No me da miedo teatralizar lo que me pasa. De hecho me gusta más pararme en un personaje al que le pasan las mismas cosas que a mí, pero las dice de una manera más bonita. Si no te pasa y lo hacés para levantar visitas, se nota.
Otra faceta de BB Asul puede encontrarse en su Twitter, donde expresa lo que piensa y termina peleándose con libertarios. En un momento en el que las mujeres suelen ser un blanco fácil para los trolls y cuando muchos artistas jóvenes prefieren no opinar, ella no se arrepiente de nada.
"Los artistas están re tibios", lanza. "Toda mi vida, sobre todo de adolescente, escuchaba a los artistas por su música pero también por su manera de pensar. Que me traigas un tema hablando del auto que tenés me chupa un huevo. Con quienes sí se expresan se genera una empatía mucho más grande. Yo la veo hablar a Lali y la re banco. La gente está pasándola como el orto y si nosotros, que somos los que supuestamente llevamos a canciones las vivencias del mundo, no hablamos de eso, es raro. ¿Somos aliens que la pasan bomba mientras todo el país se está cagando de hambre?".
- ¿Sentís ese deber?
- Hay cosas que no se pueden no decir. Matan a tres lesbianas en tu ciudad y no podés no decirlo. Yo me zarpo, bardeo de más, estoy con un lanzallamas y me tienen que decir “Esto no da”. De economía no entiendo pero sí de lo social, de lo que veo, de las cosas que la gente está diciendo, de las cosas que se están reivindicando, que me parecen una mierda. También me parece una mierda cuando le echan toda la culpa de este gobierno a Emilia Mernes, que no tiene nada que ver. Me parece una mierda que el foco de la conversación se ponga en quién fue el que dijo tal cosa, el que no dijo. Cada uno hace lo que puede con lo que tiene, pero también me parece una mierda que el grueso de los artistas no diga absolutamente nada.