Con decenas de miles de personas en las calles de todo el país, movilizados en apoyo del presidente Nicolás Maduro y de su principal opositor Edmundo González Urrutia, finalizó ayer en Caracas la campaña electoral venezolana. Este domingo, el país de 28,3 millones de habitantes elegirá mandatario para el período 2025-2031 en unos comicios que tendrán una importancia significativa en todo el continente.
Desde el mediodía, una multitud cantaba y bailaba frente al escenario en la Avenida Bolívar, al oeste de la capital, a la espera de Maduro. Al llegar, cuando caía la noche, el líder chavista comenzó su discurso entonando las estrofas del himno nacional. Su alocución duró más de dos horas, en las que, además de hacer un recuento de algunos logros económicos y productivos de su gobierno, confrontó abiertamente con su gran rival. “Sólo nosotros garantizamos el camino del crecimiento y la estabilidad”, manifestó y luego preguntó: “¿Quieren que los gobierne un presidente de la extrema derecha radical fascista o quieren que los gobierne el presidente del pueblo?”.
Riña de gallos
A lo largo de su presentación, el líder del Gran Polo Patriótico (GPP) recordó varias veces al ex presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013, a quien llamó el “Comandante Infinito”. Además, como en todos sus eventos anteriores, bailó al ritmo de diferentes “jingles” de campaña y se mostró muy confiado de cara a la votación. “Derrotaremos al imperio criminal”, vociferó ante los aplausos de sus miles de seguidores, muchos vestidos de rojo y con remeras que decían “Yo voy a mi gallo pinto”.
La referencia al “gallo pinto” se relaciona con las peleas de gallos, usuales en los llanos venezolanos. A lo largo de la campaña, Maduro se identificó con un ave ganadora y valiente, en contraposición a González Urrutia, a quien describió como un “pataruco” (un animal débil y cobarde). “Les pido el voto para que triunfe la paz”, exclamó el mandatario, de 61 años, en referencia a la violencia que asoló a Venezuela durante varios años y por la que el chavismo responsabiliza a sus contrincantes en la elección.
Machado protagonista
Por el lado de la oposición, González Urrutia cerró su campaña con un acto multitudinario en Las Mercedes, una zona acomodada de la ciudad. Al igual que sucedió en todos sus eventos anteriores, la ex diputada María Corina Machado fue la gran protagonista del evento, mucho más que el propio candidato. Esta mujer de 56 años, cercana a Javier Milei, es la principal referente de la derecha venezolana y está inhabilitada por el Tribunal Supremo de Jucsticia (TSJ) para ejercer cargos públicos por irregularidades en su declaración patrimonial cuando era diputada. Por eso, eligió al ex diplomático de 74 años como su “representante” en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Antes de comenzar con su discurso, quien fuera embajador en Argentina durante el gobierno de Chávez subió un video de cuatro minutos a sus redes. En él, afirmó: “La ventaja que tenemos es histórica. Vamos a ganar y vamos a cobrar, y confiamos en que nuestras Fuerzas Armadas hagan respetar la voluntad de su pueblo”. El uso del verbo “cobrar” adquirió gran relevancia a lo largo de toda la campaña, ya que desde el chavismo lo interpretan como un llamado al revanchismo y la violencia, en caso de que la PUD triunfe en las urnas.
Además, González Urrutia y Machado presentaron ayer un documento, también en la red social X (en la que ella tiene casi cinco millones de seguidores). El texto enumera siete puntos con los que iniciar lo que ellos llaman “el regreso a la democracia”. Estos son: libertad, unidad, consenso, civilidad, estado de derecho, reencuentro y sentido de urgencia.
Por más que la campaña se desarrolló en una relativa tranquilidad, el clima en los últimos días se enrareció bastante. La oposición, que da su victoria como segura, agitó fantasmas de fraude electoral y alertó sobre una posible manipulación de votos. Incluso, Biagio Pilieri, ex diputado y vocero de la PUD, dijo la semana pasada que sólo darían por válido lo que mostrasen sus propias actas. Desde el chavismo, en tanto, se insistió en la transparencia del sistema electoral electrónico (se vota en una pantalla y se recibe un comprobante en papel). Habrá para los comicios alrededor de 635 veedores y observadores internacionales que fueron convocados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), entre ellos cuatro expertos de la ONU.
Observadores
Como parte de esa misión de observación electoral, se esperaba la llegada del ex presidente Alberto Fernández. Sin embargo, según él mismo publicó en sus redes sociales, no viajará finalmente a Caracas luego de que el gobierno venezolano lo instase a desistir de su visita. De acuerdo a la versión del argentino, el malestar surgió a partir de unas declaraciones que efectuó en un programa de radio. "Sólo dije que en una democracia, cuando el pueblo emite su sufragio, 'el que gana, gana y el que pierde, pierde'", explicó.
La frase de Fernández se inscribe dentro de la polémica que había surgido en la semana a raíz de una sentencia similar de Lula. Luego de las rispideces generadas tras las declaraciones del líder del PT y la consiguiente respuesta de Maduro, quien criticó el sistema electoral brasileño, desde el Planalto desistieron de mandar la delegación de observadores que tenían planificada. Los ex mandatarios que sí asistirán como veedores son Leonel Fernández, de República Dominicana; Ernesto Samper, de Colombia; José Rodríguez Zapatero, de España y Omar Torrijos, de Panamá.
Desde que Hugo Chávez asumió en 1999, estas serán las sextas elecciones presidenciales en Venezuela, todas ganadas por el chavismo. La principal bandera de Maduro para estos comicios es la mejora en los índices macroeconómicos (avalados por organismos como el FMI y la CEPAL) luego de varios años de desabastecimiento y crisis humanitaria. El presidente se jacta de haber levantado al país a pesar de las numerosas sanciones internacionales que pesan sobre la economía doméstica y que, según él, al igual que la violencia, fueron motorizadas por quienes hoy integran la oposición.
Las propuestas de la PUD, por su parte, incluyen la reducción de las funciones del Estado, un amplio programa de privatizaciones y el endeudamiento con organismos multilaterales de crédito, a tono con otros partidos de la derecha continental.
Otros candidatos
Además habrá otros ocho candidatos, entre los que se destacan el diputado y pastor evangélico Javier Bertucci, que sacó más de 10 por ciento de los votos en las últimas elecciones de 2018, y Benjamín Rausseo, un reconocido empresario y comediante. Se espera, de todas formas, que ninguno consiga un caudal significativo de adhesiones.
En un final muy cerrado, y con múltiples encuestas que favorecen a uno y otro, Venezuela se juega su futuro. Los próximos dos días serán de veda electoral y el domingo se abrirán las urnas desde las 6 de la mañana.