La voracidad presupuestaria de la nueva SIDE libertaria acaba de darse de frente con el rechazo de gran parte de la oposición. En las últimas 24 horas, dos de los principales bloques de la oposición dialoguista - los pichettistas de Hacemos Coalición Federal y los lilitos de la Coalición Cívica - anunciaron que harán causa común con el peronismo para rechazar el DNU que designó 100 mil millones de pesos a los fondos reservados del organismo de Inteligencia. La ofensiva, que empezó con una iniciativa de Margarita Stolbizer y se propagó con la intervención de Nicolás Massot, amenaza, ahora, con expandirse hacia la totalidad del radicalismo y enterrar, así, los fondos que el gobierno libertario se había conseguido para usar en la SIDE sin tener que dar muchas explicaciones. "¿No hay plata para los jubilados pero sí para pagar trolls?", cuestionaban en las filas de HCF, que vienen arrastrando bronca contra el gobierno nacional hace semanas y analizan que, ahora sí, llegó el momento de cobrarse algunos insultos. 

El miércoles a la noche, Margarita Stolbizer envió un mensaje al grupo de WhatsApp que comparte con el resto de HCF y anunció que presentaría un proyecto de rechazo al DNU 656/2024. La diputada ya se había pronunciado con dureza contra el decreto que aumentaba los fondos reservados de la SIDE hasta convertirlos - según los cálculos de la oposición - en el 75 por ciento del presupuesto total del organismo de inteligencia. Esto es: que del total de casi 140 mil millones de pesos que maneja la ex AFI - reformada vía DNU la semana anterior -, 103 mil millones pueden ser utilizados arbitraria y confidencialmente sin dar explicaciones. "Gastarán eso en quién sabe quién y en qué. Nada bueno seguro y menos sin información ni control. Es, entre otras cosas, inmoral. Los costos lo siguen pagando jubilados y trabajadores para que otros sigan de fiesta con la plata del Estado", cuestionó Stolbizer, en su momento.

Se fueron sumando varios diputados, como los socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein, así como Nicolás Massot, Emilio Monzó, la cordobesa Alejandra Torres e, incluso, Oscar Agost Carreño (que preside el PRO en Córdoba). Massot, que está profundamente enemistado con Martín Menem y gran parte de la dirigencia libertaria, metió mano en los fundamentos del proyecto y terminó saliendo un texto que no solo declaraba "nulo de nulidad absoluta" al DNU, sino que apuntaba los cañones contra el gobierno nacional en general. El rechazo al decreto se había vuelto, así, en la moneda de cambio de un pichettismo agotado de los insultos presidenciales, los ataques de trolls en las redes sociales y, fundamentalmente, del "robo" de un lugar en la Bicameral de Inteligencia. La Bicameral que, precisamente, debería encargarse de controlar los fondos reservados y que, sin embargo, nunca se terminó de conformar por la interna entre Karina Milei y Victoria Villarruel. 

"No hay duda sobre la pretensión personal (de Milei) de imponer una personalidad avasallante y extralimitada en el ejercicio del poder. Es la impronta que ha definido a una gestión que se aleja cada vez más de las formas que impone el estado de derecho y las reglas de la convivencia democrática", arranca el texto del proyecto, en donde los diputados denuncian que el presidente los acuse de "degenerados fiscales" por haber aprobado un aumento de las jubilaciones y que, después, intente colar 100 mil millones de pesos para la SIDE. Y todo sin intervención del Congreso. 

Al día siguiente, la Coalición Cívica se sumó a la ofensiva y presentó su propio proyecto de rechazo. "No hay motivos que justifiquen esa decisión: si pretenden fortalecer las funciones de la nueva Secretaría pueden hacerlo de manera transparente y no aumentando un 3131 por ciento los gastos secretos y discrecionales que dieron origen a las más oscuras operaciones de inteligencia, impunidad y corrupción desde el retorno de la democracia", disparó Maximiliano Ferraro, autor del proyecto. El texto, menos visceral que el de HCF, terminó contando con la firma de la totalidad de los diputados del partido que lidera Elisa Carrió. 

Una mayoría para voltear el DNU

La avanzada de la Coalición Cívica y el pichettismo generó olas en todo el Congreso. Hasta Miguel Ángel Pichetto, usualmente más conservador en las arremetidas contra el gobierno, coincidía, en diálogo con sus pares, que el gobierno "se había pasado de vivo". Esto despertó las alarmas del oficialismo, que ya comenzaba a avizorar un escenario peligroso: con todos los votos de HCF y la CC, más los de Unión por la Patria y la izquierda, el oficialismo estaba a solo unos pocos votos radicales de que la Cámara de Diputados revocara los 100 mil millones de pesos que Santiago Caputo había conseguido para utilizar, a piaccere, desde la SIDE. 

Unión por la Patria, sin embargo, pretende ir más allá y voltear también el DNU que modificó toda la estructura de la AFI. El peronismo argumenta que la única razón de ser del DNU 656 es el DNU 614, ya que los 100 mil millones estarían destinados, según la letra del decreto, a "solventar" la reorganización del sistema de inteligencia. El argumento de Casa Rosada, en efecto, es que los 100 mil millones resultan imprescindibles para que la SIDE pueda equiparse. "Ahora, ¿por qué para solventar estructura se necesitan gastos reservados si muchos de estos recursos pueden ser públicos? ¿Los 100 mil millones son para solventar la estructura o inventaron esta estructura para quedarse con los 105 palos verdes?", desliza Germán Martínez, titular de UxP.

Si bien el objetivo es voltear los dos DNUs, el peronismo, por ahora, solo logró encontrar terreno común en el rechazo al decreto que aumenta las partidas a los fondos reservados de la AFI. Las conversaciones ya comenzaron: Martínez habla con Massot y Massot porotea con el resto de HCF. Y los números son poco auspiciosos para el gobierno nacional. HCF, incluso, se muestra confiado en que ni necesitarán el apoyo de toda la UCR para voltear el decreto. Con los 99 de UxP, 5 del FIT, 6 de la Coalición Cívica, los 16 de HCF más algunos sueltos de Innovación Federal - que podrían ser los misioneros o los salteños -, y los 5 radicales que responden a Facundo Manes, el quórum de 129 diputados ya estaría garantizado. 

La UCR, mientras tanto, aún no definió una postura. En la última reunión del bloque, que se llevó a cabo el martes, los diputados conversaron sobre el tema y hubo algunos, como Fernando Carbajal, que insistieron que había que voltear el DNU. Carbajal integra, sin embargo, la línea más combativa del bloque, junto a Pablo Juliano y el resto de la "línea Manes": sus votos en contra ya estaban anotados. La ofensiva del pichettismo y la CC, de todos modos, tuvo su impacto en el ala más mileísta del radicalismo, liderada por Rodrigo de Loredo. No eran pocos los dirigentes radicales que, al cierre de esta edición, especulaban con que el bloque también impulsaría el rechazo del DNU. "El aumento del presupuesto reservado puede encubrir desde maniobras políticas sucias, como el pago de trolls, a directamente espionaje interno", reflexionaba un dirigente cercano a De Loredo. 

El primer paso, sin embargo, será esperar a que se cumplan los 10 días hábiles que tiene Javier Milei para enviar el DNU a la Bicameral de Trámite Legislativo. El oficialismo tiene el control de la comisión, ya que, de los 16 integrantes, solos siete firmarían un dictamen de rechazo seguro: los 6 de UxP y Massot. La oposición, sin embargo, sospecha que ni Menem ni Villarruel terminarán convocando la Bicameral. "Vamos a ir al recinto y se les va a caer", pronosticaba, confiado, un importante dirigente de la (¿ex?) oposición amigable.