La prestigiosa revista británica "The Economist" hizo una crítica sobre el plan de dolarización de Javier Milei, donde dejó en evidencia los complejos escenarios que deben ser considerados antes de "tamaña" elección. En el artículo, presentaron datos actuales de las tres economías latinoamericanas que se abalanzaron sobre la divisa norteamericana para "intentar" salvar sus economías y cuentan cómo les fue.
Ecuador, Panamá y El Salvador tomaron la decisión de adoptar el dólar como moneda oficial. En los tres países, la elección tuvo efectos mayormente negativos. Los tres vieron cómo su crecimiento económico se desplomó por debajo del promedio latinoamericano, a la vez que se elevaba el riesgo país.
"Adoptar el dólar significa renunciar a una política monetaria independiente y a la opción de responder a los shocks externos devaluando la moneda. En Ecuador y El Salvador todavía existen bancos centrales, pero no controlan la oferta monetaria ni fijan los tipos de interés. En cambio, las economías tienen que encontrar otras formas de ser flexibles y competitivas", sostuvieron en el artículo británico.
En esa línea resaltaron la relevancia que tiene actualmente una política que permita que los países puedan imprimir dinero para cubrir sus déficits presupuestarios. En este sentido indicaron que en los tres países dolarizados, los déficits fueron considerables el año pasado y la deuda pública es "preocupantemente alta".
“El FMI está particularmente alarmado por la expansión fiscal de El Salvador, que considera "insostenible", destacaron.
La advertencia para Milei fue directa. "Los problemas que enfrentan estos países deberían hacerle reconsiderar su propuesta", señalaron.
Datos que se repiten: inflación, desigualdad y deuda eterna
La situación económica en El Salvador, dos décadas después de adoptar el dólar como moneda oficial, sigue siendo compleja y afecta especialmente a las clases vulnerables. La pobreza extrema aumentó, pasando del 5,6% de la población en 2019, primer año del presidente Bukele, al 8,6% en 2022, según los datos más recientes. Actualmente, una de cada tres personas vive en condiciones de pobreza.
Una encuesta de 2023 reveló que el 70% de los salvadoreños considera que la economía es el problema más grave que enfrenta el país, mientras que solo el 4,4% menciona problemas de inseguridad, que lideraban las preocupaciones en 2021. El costo de vida se convirtió en una prioridad, con el 63% de los encuestados afirmando que aumentó "mucho" en el último año. Aunque la lucha contra la inseguridad era un punto fuerte de Bukele, su desempeño en términos económicos es poco satisfactorio.
El elevado costo de vida también dificulta la atracción de inversión extranjera, uno de los objetivos iniciales de la dolarización. El país, totalmente dependiente de Estados Unidos, subsiste con precios altos sin una correlativa mejora en los salarios. El salario mínimo en El Salvador oscila entre 243 dólares para el sector agropecuario y 364 dólares para comercio, servicios e industria. Actualmente, se analiza una propuesta para aumentar estos valores a 304 y 456 dólares, respectivamente. La canasta básica costó 257 dólares al mes por familia en 2023, un aumento de siete puntos respecto al año anterior.
La falta de inversión es un problema común en los países que dolarizaron. En Ecuador, que también utiliza el dólar como moneda oficial, el riesgo país es el segundo más alto de la región, solo superado por Argentina, mientras que El Salvador ocupa el tercer lugar.
Según algunos analistas, "la dolarización actúa como un corsé para el desarrollo, impidiendo el surgimiento de un sector industrial robusto que pueda ofrecer buenos salarios". Esto también facilita el auge del crimen organizado, que obtiene ingresos superiores a los de un sector empresarial débil y de baja productividad, contribuyendo a la violencia y el narcotráfico en Ecuador.
En Panamá, donde el dólar se adoptó oficialmente en 1904 junto al balboa, hay estabilidad económica. Sin embargo, el país sigue siendo el tercero más desigual de América Latina. A pesar de tener una inflación relativamente baja, el aumento en el precio del petróleo y los alimentos, así como la recesión global, afectaron a la población.
La experiencia de estos países sugiere que la dolarización no es una solución mágica a los problemas económicos. La lección que "The Economist" le dio a Milei es que la dolarización puede imponer restricciones serias y complicar los problemas económicos existentes.
"La experiencia de estos países debe ser considerada cuidadosamente al evaluar cualquier cambio en la política económica de Argentina", plantearon.