En medio del debate por la instalación de la planta de licuefacción en Bahía Blanca, la oposición presentó un proyecto de interés que une transversalmente a los espacios políticos bonaerenses en defensa del proyecto que el gobierno nacional amenaza con mandar a Punta Colorada, en la provincia de Río Negro.
El proyecto fue presentado por la radical Karina Banfi, pero lleva la firma de los diputados del PRO Cristian Ritondo, Silvia Lospennato y Martín Yeza; el del MID, Eduardo Falcone; los de Hacemos Coalición Federal, Margarita Stolbizer, Florencio Randazzo, Nicolás Massot y Emilio Monzo; el radical Fabio Quetglas; Juan Manuel López de la Coalición Cívica y los peronistas Victoria Tolosa Paz, Sergio Palazzo.
Casi en paralelo al comunicado con el que los bloques más duros de la Legislatura bonaerense rechazaron la invitación del gobernador a visitar Bahía Blanca, la diputada que nació en la ciudad portuaria ubicada en el sudoeste provincial firmó una declaración en la que asegura que “vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional declare de interés el proyecto de construcción de la planta de licuefacción promovido por la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales S.A. (YPF) en el complejo portuario y logístico de la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires".
El proyecto, además, pide insta al Poder Ejecutivo Nacional, "a llevar a cabo las gestiones pertinentes para potenciar esta instalación en el territorio bonaerense, aprovechando las ventajas existentes”.
El acompañamiento de los representantes provinciales en la Cámara Baja representa un mensaje político contundente que deja aislados a los representantes de La Libertad Avanza, que sostienen la postura del Presidente que la semana pasada deslizó que es “obvio” que el proyecto se termine trasladando a Río Negro. “¿Le vas a confiar al comunista?”, dijo Milei en una entrevista con Alejandro Fantino.
Tomando distancia de esa postura que actualmente es la que fundamenta la disputa política entre el Presidente y el gobernador Kicillof, y después de señalar que según estimaciones de consultoras privadas, la inversión inicial para la construcción de la planta podría oscilar entre los 6.000 y 7.000 millones de dólares en la primera fase, con una inversión potencial a largo plazo de hasta 40.000 millones de dólares, considerando la infraestructura adicional necesaria, el proyecto de Banfi dice que la construcción de esta planta generaría alrededor de 16.000 empleos directos e indirectos, aprovechando un recurso energético de gran demanda a nivel mundial.
Por esa razon, el proyecto de declaración asegura que “la construcción de la planta de licuefacción en Bahía Blanca es un paso crucial para el desarrollo económico y productivo del sur bonaerense”, y pode “agotar todos los esfuerzos para asegurar esta inversión de gran importancia”.