Hay una pregunta que ningún economista puede responder: cómo es que, con una inflación del 4 por ciento, viniendo del 13 que dejó el gobierno anterior, el consumo pasó de crecer siete meses seguidos a caer otros siete meses, con desplome de dos dígitos en las ventas y una recesión brutal que no muestra reacción. Para Luis Caputo, el ministro de Economía, el fenómeno es claro como el agua. El funcionario blanqueó ante empresarios de diferentes rubros, entre ellos el consumo y el campo, que la depresión económica es el regulador innegociable de la baja en los precios. Y que hard