Por el incendio de una torre en Palermo, al menos 30 personas fueron trasladadas a distintos hospitales porteños por principio de asfixia, mientras que más de 50 fueron atendidas sobre la avenida Santa Fe por el SAME, que desplegó cerca de 50 ambulancias en un operativo que cortó la avenida entre República Arabe Siria y Scalabrini Ortiz. El fuego, que se habría desatado tras el cortocircuito de un tablero de electricidad ubicado en el segundo piso, subió por los huecos de los ascensores, al igual que el humo, que impedía a los habitantes del lugar escapar. La grúa con la cual los bomberos realizaron los rescates de quienes no podían huir por la escalera de emergencia sólo llegaba hasta el piso 12, por lo que para bajar a un bebe del piso 15, uno de los efectivos debió llevarlo en brazos al mismo tiempo que bajaba por una cuerda, con técnica de rappel. 

Las personas que habían sido diagnosticadas con principio de asfixia fueron trasladadas a los hospitales Fernández, Rivadavia y al pediátrico Gutiérrez, “mientras que el bebé rescatado fue llevado a la clínica Los Arcos”, informó el titular del SAME, Alberto Crescenti. Entre los atendidos en el lugar, sobre la avenida, al tiempo que un helicóptero sobrevolaba la zona, había una embarazada. Por la tarde, el fuego había sido “prácticamente apagado” y quedaba gente a la espera de que se disipara el humo, informó entonces el jefe de bomberos, Gustavo Benzi. Ya a esa hora, según informaba Crescenti, las personas que habían sido trasladadas se encontraban estabilizadas.

De acuerdo con fuentes policiales, el fuego comenzó al mediodía en la sala de máquinas, posiblemente tras un cortocircuito. Luego, según explicaron a este diario voceros de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) del Gobierno porteño, uno de cuyos inspectores estuvo en el lugar, el humo del incendio subió por los huecos de los ascensores. 

Tras ser dados de alta en el hospital Rivadavia, algunos de los vecinos contaron a canales de televisión que “no humo alarmas, no hubo nada que dijera que estaba pasando algo”. Una joven que vive en el 6º piso explicó que cuando despertó “ya había gente evacuando”. “Nos despertamos por el humo, el olor y porque la gente estaba gritando. Cuando quisimos salir, abrimos la puerta y había humo negro y no podíamos salir”, recordó. Un hombre que vive en el piso 13 contó que, cuando abrió la puerta para salir del departamento, “entró una bola negra, densa, de humo”. “Justo venía una vecina del piso 19 con un bebe en brazos, vio la puerta abierta y se metió. Intentamos salir por las escaleras usando toallas mojadas, pero no se podía avanzar. Nos quedamos en el balcón hasta que nos rescataron. No sonó ninguna alarma. Es un edificio nuevo y si hay algún protocolo de seguridad para estos casos, no estamos informados”, añadió.

Los voceros del AGC explicaron a PáginaI12 que no hay reglamentación que obligue a los consorcios a contar con alarmas de incendio, como sí sucede en los casos de los comercios, en los que, además, “después del incendio de Iron Mountain, se controla que haya extintores especiales”. De los edificios de propiedad horizontal, en cambio, “deben estar registrados los planos”, y la aprobación final, luego de que la construcción fue completada, depende de la Dirección General de Registro de Obras y Catastro (Dgroc),  que “da el final de obra”.

El incendio de ayer no fue el primer incidente que atravesó la torre de Santa Fe 3778. El 22 de abril del año pasado, mientras estaba en construcción, un montacarga cayó desde el piso 32 y dejó heridos a tres obreros, uno de ellos de gravedad por “una herida cortopunzante en el abdomen, que requirió intervención quirúrgica”, informó entonces Crescenti. En ese momento, algunos vecinos denunciaron que no era la primera vez que había accidentes en la obra.