Israel sufrió este sábado el ataque más mortífero desde el inicio de la guerra en Gaza, con más de una decena de niños muertos tras el impacto de un proyectil disparado desde el Líbano, en una canchita de fútbol de la ciudad de Majdal Shams en los Altos del Golan, un territorio sirio ocupado por Israel en la frontera entre Israel, Líbano, Jordania y Siria.

La caída del cohete también dejó cerca de una treintena de heridos, seis de ellos en estado grave, 10 heridos leves y varias víctimas con síntomas de ansiedad, según confirmó el servicio de emergencias israelí Magen David Amon (MDA).  "Este es el ataque más mortífero contra civiles israelíes desde el pasado 7 de octubre", sentenció uno de los portavoces del Ejército israelí, Daniel Hagari.

"Alto precio"

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió que Hezbolá "pagará un alto precio" por el ataque, responsabilizando a la guerrilla chiíta-libanesa por la muerte de los niños.  "En nombre de toda la nación de Israel transmito el pésame enviado desde el fondo de mi corazón a las familias de los asesinados y a toda la comunidad drusa", agregó.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, también le apuntó a Hezbolá. "los terroristas de Hezbolá asesinaran brutalmente a niños cuyo único delito fue salir a jugar al fútbol", denunció.

"Detrás del ataque de esta noche se encuentra el grupo terrorista Hezbolá que posee cohetes muy potentes. El resultado ha sido muy trágico con la muerte de muchos niños", indicaron fuentes militares israelíes.

Hezbolá niega

El grupo chií libanés Hezbolá, por su parte, negó haber atacado la ciudad de Majdal Shams, pese a que sí había reivindicado a lo largo de este sábado hasta siete ataques en otros puntos del norte de Israel.

"La Resistencia Islámica en el Líbano desmiente categóricamente las acusaciones vertidas por algunos medios de comunicación enemigos y diversas plataformas mediáticas sobre la acción que tuvo como objetivo Majdal Shams", dijo la formación armada en un escueto comunicado a través de sus canales oficiales.

Uno de los médicos del MDA relató así lo que vio a su llegada al lugar de los hechos: "Fuimos testigos de una gran destrucción cuando llegamos al campo de fútbol, ​​así como de objetos que estaban en llamas. Había víctimas en el césped y la escena era espantosa".

Aliados

Los aliados de Israel no tardaron en expresar su solidaridad con las víctimas del bombardeo. 

Estados Unidos apoya los esfuerzos israelíes para poner fin a los ataques en su frontera norte, declaró el sábado la Casa Blanca. "Nuestro apoyo a la seguridad de Israel es férreo e inquebrantable contra todos los grupos terroristas respaldados por Irán, incluido el libanés Hezbolá", declaró un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.

El gobierno de Javier Milei también expresó su repudio al ataque.“ La Oficina del Presidente expresa su solidaridad con el pueblo de Israel, víctima de un nuevo ataque terrorista contra su población civil”, indicó un comunicado oficial de Presidencia Argentina.

Por su parte el gobierno de Líbano busco equilibrar posciones al manifestarse en contra de  "todos los actos de violencia" contra civiles. "El Gobierno libanés condena todos los actos de violencia y agresión contra todos los civiles y pide el cese inmediato de las hostilidades en todos los frentes. Atacar a civiles es una violación flagrante del derecho internacional y va en contra de los principios de humanidad", aseguró en un escueto comunicado en su cuenta oficial de X.

La misión de la ONU en el Líbano (FINUL) está hablando con las partes en conflicto para rebajar las tensiones tras el ataque. "Estamos en contacto con las partes para intentar rebajar las tensiones", dijo a EFE el portavoz de la misión, Andrea Tenenti.

El conflicto

El intercambio de fuego en la frontera entre Israel y Hezbolá comenzó el 8 de octubre, al día siguiente de que estallara la guerra en la Franja de Gaza, en solidaridad de Hizbulá con las milicias islamistas palestinas del enclave.

Este escenario ya hacía temer a la comunidad internacional que pudiera estallar una guerra total. Este último episodio escala la tensión como nunca antes entre el Gobierno de Nentanyahu y la milicia libanesa.

Jornada sangrienta en Gaza

Mientras tanto, la guerra en la Franja de Gaza sigue sumando días y muertos. Este sábado también vivió una jornada sangrienta que arrancó a primera hora con nuevas órdenes de evacuación del Ejército en la zona sur humanitaria de Mawasi que afectan a 180.000 gazatíes y que reducen todavía más esta área.

Horas después, el Ejército bombardeó con tres misiles el hospital de campaña instalado dentro de la escuela Khadija, en Deir al Balah (centro del enclave) que mató al menos 33 palestinos, entre ellos 15 niños y ocho mujeres, según las autoridades gazatíes.

El Ejército israelí, por su parte, justificó su ataque a la escuela Khadija, que albergaba a más de 4.000 personas desplazadas de otros puntos del enclave, en información "precisa de su inteligencia" que señaló la existencia de un centro de comando y control de Hamás en ese punto.

"Los terroristas de Hamás utilizaron el complejo como escondite para dirigir y planificar numerosos ataques contra nuestras tropas y el Estado de Israel. Paralelamente, desarrollaron y almacenaron grandes cantidades de armas dentro del complejo", detallan en un comunicado.

Asimismo, aseguran que antes de lanzar el ataque con aviones israelíes tomaron "numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles, incluido el uso de municiones apropiadas".

Genocidio

"Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que detenga la guerra de genocidio y el flujo de sangre en la Franja de Gaza", recoge un comunicado del Ministerio de Sanidad gazatí.

En casi diez meses de ofensiva israelí, más de 39.258 gazatíes han muerto, la mayoría mujeres y niños, más de 90.589 han resultado heridos y se estima que 10.000 siguen atrapados bajo los escombros. 

La guerra de Gaza empezó el 7 de diciembre del añopasado cuando milicianos de Hamas entraron a Israel desde Gaza y mataron a más de 260 personas, la mayoría civiles.