Catalino Bejarano y sus hijos David y Santiago Bejarano, están acusados de haber matado a Darío Monges por una desavenencia vinculada al comercio ilegal de drogas. Al parecer, compartían esta actividad en la venta de marihuana, aunque en los allanamientos posteriores no encontraron una cantidad de droga significativa. El caso se irá analizando en audiencias los jueves, en el Tribunal Oral Federal 1 de Salta. 

Monges trabajaba como colaborador político con los hermanos Mario y Daniel Moreno. Con el primero trabajó en las Escuelas municipales de Boxeo, en la gestión de Miguel Isa, y con Daniel, intendente de Vaqueros, realizaba gestiones para esa municipalidad.

Ya en la primera jornada del debate oral quedó claro que ni la defensa de los acusados ni la acusación niegan las fuertes conexiones que tenía la víctima con el narcotráfico.

Sin embargo, la defensa niega que los culpables sean los Bejarano y asegura que la muerte podría estar relacionada con los contactos que Monges tenía con varios narcos y sicarios, entre ellos con Cristian "Gringo" Palavecino, uno de los líderes de la banda de los sicarios en Orán, sobre el que precisamente ayer se conoció que será juzgado por el homicidio de Alejandro Jesús Avandillo, atacado con un arma de fuego el 19 de mayo de 2023 en la ciudad de Orán.

Diego Aquino era otro de los amigos de Darío Monges, un hombre con un importante prontuario que se dedicaba al boxeo y con quien la víctima habría viajado en varias oportunidades a Orán.

Unos meses antes del crimen, Monges, que fue asesinado el 2 de septiembre de 2022, había visitado en la Unidad Carcelaria 3 de Orán al sicario Oscar “Cabezón” Díaz, haciéndose pasar por abogado y utilizando sus contactos políticos para ingresar irregularmente al penal. Este ingreso ocurrió el 2 de junio de 2022.

La autorización para ingresar a la cárcel fue dada por el entonces director General de Políticas Penales, Ángel Sarmiento, a pedido del por entonces secretario de Seguridad de la provincia, Benjamín Cruz, de quien Monges era puntero político. 

Esta irregularidad está siendo investigada en la justicia provincial y por el momento no hay demasiados avances.

En tanto, el jueves en el Tribunal Federal declaró un solo testigo propuesto por la fiscalía: un policía, el licenciado en Criminalística Jorge Aníbal Fernández, quien realizó las primeras investigaciones del homicidio bajo las órdenes del fiscal provincial Rodrigo Miralpeix.

Mediante cámaras de seguridad y la clonación del chip de la víctima, reconstruyeron las últimas horas de su vida. Un viaje en su camioneta que terminó en el lugar en el que fue hallado muerto el 3 de septiembre de 2022, en la ruta 26, al lado de la empresa Metalnor, frente al barrio El Círculo.

Tráfico de drogas y vínculos políticos 

El Defensor de Víctimas Nicolás Escandar, quien actúa como querellante en este juicio en representación de familiares de la víctima, habló sobre el móvil del asesinato y el vínculo con los Bejarano. El secuestro de marihuana responde a un momento puntual, precisó en primer lugar. 

"Lo que nosotros hemos reconstruido es hacia atrás, la relación entre Darío Monges y los hermanos Bejarano, y hemos descubierto que había una relación de connivencia en el tráfico de estupefacientes", sobre todo en el transporte de drogas desde el norte, que "empezó en la época de la pandemia y que se había intensificado luego". Se pudo reconstruir, detalló, que "como tenía acceso a ciertos funcionarios gubernamentales, (Monges) podía obtener permisos durante la época de la pandemia para circular y que esos permisos eran utilizados para el tráfico de estupefacientes". 

A partir de la reconstrucción de sus redes sociales, de la actividad del teléfono de su teléfono, de los últimos meses de su vida, la investigación estableció que Monges "tenía relación con muchas personas, viajaba mucho hacia el norte, viajaba hacia Orán," que tenía "una relación bastante fluida" con los Bejarano, que incluso venía desde mucho tiempo antes, porque el padre, Catalino Bejarano, "había trabajado con el señor Monges manejándole un remis hace casi diez años ya, o sea que había una relación de larga data". Además, el defensor de Víctimas destacó que "Darío era muy habitué del taller de los Bejarano, lo que daría un indicio de que no iba solo ahí por una cuestión de que él tenía una motocicleta", sino que "tenía un negocio también ahí" y "creemos que fue el móvil que desató este homicidio"

La reconstrucción de los últimos movimientos de Monges determinó que el 1 de septiembre de 2022 estuvo en el Café del Tiempo con dos amigos (Crespo y Pereyra) y que se retiró solo a las 20.35.

Con su camioneta Ecosport blanca se dirigió a la zona donde los Bejarano tienen su taller de motos. Desde allí, la víctima, los acusados y probablemente otra persona que no está identificada, se trasladaron a zona sur, entre las 22 del 1 de septiembre y las primeras horas del día siguiente.

Escandar explicó como se establecieron estas instancias. "Tomamos el último hecho indubitado", la reunión de Monges con sus amigos en el café. "De eso no hay duda, porque más allá de las cámaras, también está el testimonio de estas dos personas", que van a declarar en el  juicio. 

A partir del momento en que Monges se fue del Café del Tiempo, "se hizo un trabajo muy minucioso" tomando cada una de las cámaras de vigilancia, que muestran el paso de la camioneta con "pequeñas diferencias temporales", lo que les permitió concluir que se trató siempre del mismo vehículo, cuyo rastro se pierde por un momento pero reaparece a una cuadra del domicilio de los Bejarano, desde donde "se dirige sin solución de continuidad hasta el lugar donde luego Darío Monges fue encontrado muerto, por lo tanto, tenemos prácticamente certeza de que el último lugar al que fue Darío Monges antes de ser asesinado fue el taller de los Bejarano".

La hipótesis de la acusación de la fiscalía y la querella es que Monges "se trasladó junto con los Bejarano hacia el lugar del hecho, hubo una discusión y ahí fue ultimado", sostuvo el defensor. Añadió que la reconstrucción que se hizo va a ser completada con las pericias genéticas, que "tenemos el ADN de David Bejarano, y con la pericia olofírica, que da cuenta de la presencia de su papá y de su hermano en la parte trasera del vehículo" de la víctima. 

Respecto a las vinculaciones políticas y con el mundo del narcotráfico de Monges, Escandar dijo que, si bien existen estas conexiones, no estarían relacionadas con el asesinato. 

"Hemos ido descartando las hipótesis menos plausibles y nos hemos quedado con la hipótesis más probable", sostuvo. Por ejemplo, Diego Aquino no estaba en la ciudad de Salta el día del crimen; por otra parte, "no se encontró tampoco ninguna relación de enemistad o problemática entre el señor Darío Monges y los Moreno", o entre Monges y Benjamín Cruz, con quien "Es verdad que había una relación muy cercana de amistad, de hecho no hay duda de que Darío Monges trabajaba para Benjamín Cruz como puntero político, pero no hemos encontrado nada que los vincule con el homicidio".

En cuanto a la visita al sicario en Orán, Escandar la calificó de "muy polémica", recordó que este hecho es de competencia provincial, y no se encontró relación entre ese hecho puntual y el homicidio. Sí saben, afirmó, que "Monges se movía habitualmente como haciendo alarde de sus contactos políticos y tratando de conseguir favores para gente relacionada con temas de narcotráfico, no sabemos si lo hacía por voluntad propia o si lo hacía enviado por una tercera persona, eso no es motivo de investigación de esta causa, sino solo el homicidio".