El Museo Nacional de la Esclavitud, ubicado en Luanda, capital de Angola, ofrece un testimonio desgarrador del comercio trasatlántico de esclavizados, y de sus posteriores consecuencias. Fundado en 1977 por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, este museo ha desempeñado un papel vital en la memoria colectiva y la educación de Angola.
El museo está estratégicamente ubicado en Morro de la Cruz, a lo largo de la ruta hacia las impresionantes playas de Cabo Ledo. Su sede es la histórica Capilla de la Casa Grande, una edificación del siglo XVII que fue testigo de los bautismos de miles de africanos antes de su envío forzoso hacia América. Esta capilla, que alguna vez fue parte de una propiedad perteneciente a Álvaro de Carvalho Matoso, uno de los traficantes de esclavizados más prominentes de la costa africana en el siglo XVIII, ahora alberga una colección que cuenta la historia de la escivtud.
Una de las muestras permanentes de la institución presenta una serie de artefactos históricos que incluyen instrumentos utilizados para la tortura y detención de esclavizados, fotografías de ceremonias de bautismo, escenas del embarque y desembarque de los africanos y africanas, y una colección de armas de los colonizadores. A través de estas piezas, los visitantes pueden explorar cinco áreas diferentes del museo que narran la historia del tráfico de esclavizados desde el siglo XVII al XVIII, cuando las costas de Angola eran uno de los principales puntos de partida para el comercio.
Más allá de sus exposiciones, el museo desempeña un rol activo en la promoción de la cultura y el conocimiento. Ofrece programas educativos, talleres, y conferencias que abordan temas relacionados con la esclavitud, la colonización y la resistencia. A través de estas actividades, el museo no solo preserva el pasado, sino que también estimula el diálogo sobre cómo esta historia impacta en el presente.
Cada año, el Museo atrae a miles de visitantes, desde estudiantes hasta turistas internacionales, que buscan comprender mejor el impacto duradero de la esclavitud en Angola y el mundo. Con un creciente número de visitantes, el museo se establece como una parada obligatoria para aquellos interesados en la historia de este país.
El Museo Nacional de la Esclavitud es un testimonio vivo de una historia que no debe ser olvidada. Es un recordatorio de la brutalidad con la que se arrancó al pueblo africano de su tierra y se lo deshumanizó, tratandolos como inmuebles para la venta y el trabajo forzado. Este espacio invita a la acción para el reconocimiento y la reparación historórica del pueblo negro.