Israel bombardeó siete regiones en el interior y el sur del Líbano, en una primera respuesta al ataque del sábado atribuido al grupo chiita libanés Hezbolá, el más grave en esa frontera desde octubre, que mató a 12 menores en la ciudad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados. Los niños fueron enterrados este domingo con la presencia de miles de personas. 

Ante la gravedad de la situación el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien estaba de visita en EE.UU., adelantó su regresó y aterrizó en el aeropuerto de Tel Aviv alrededor del mediodía del domingo, desde donde se desplazó a la base de Kirya para una "evaluación de la situación" y luego convocó al gabinete político y de seguridad para decidir los próximos pasos.

"Hezbolá pagará un alto precio que no pagó hasta ahora", advirtió Netanyahu horas después del impacto de un cohete en la tarde del sábado sobre una cancha de fútbol infantil en Majdal Shams, donde murieron 12 menores drusos de entre 10 y 16 años. Como respuesta Israel bombardeó siete regiones del interior y sur del Líbano, Sabrinha, Borj El Chmali, Beka'a, Kfar Kila, Rab a-Taltin, al Khyam y Tir Hafa, aunque la jerarquía militar israelí advirtió que la represalia no se quedará ahí.

Hezbolá reivindicó el sábado varios ataques contra el Golán, pero negó su responsabilidad en el impacto mortal en Majdal Shams. En un comunicado el ministro de Exteriores libanés, Abdalá Bou Habib, "descartó la teoría de que Hezbolá haya perpetrado el ataque en el Golán ocupado, ya que desde el inicio del conflicto no disparó contra sitios civiles, sino contra posiciones militares".



Funerales con presencia de funcionarios

En una plaza en el corazón de la ciudad drusa de Majdal Shams miles de ciudadanos, la mayoría drusos con ropa negra, se agolparon en la calle, los techos y balcones al paso de los féretros blancos. "Las imágenes del horror jamás se borrarán. Ese sábado negro quedará grabado en nuestra memoria como un punto bajo de la humanidad", leyó en la ceremonia el líder espiritual de la comunidad drusa, Sheikh Mowafaq Tarif.

Algunos de los ministros del gobierno presentes en el funeral, como el de Finanzas, Bezalel Smotrich, o de Economía, Nir Barkat, fueron abucheados e increpados por algunos de los asistentes. También acudió el líder de la oposición, el centrista Yair Lapid, quien acusó al gobierno de fracasar en su obligación de brindar seguridad a los ciudadanos, "especialmente a los niños".

El ataque del sábado dejó además una treintena de heridos, la mayoría también menores, que fueron atendidos en el hospital Ziv de Safed, donde 15 permanecen hospitalizados, tres de ellos en estado crítico, sedados e intubados. En paralelo continuaban los trabajos de búsqueda de Guevara Ibrahim, de 11 años, desaparecido tras el ataque en el campo de fútbol donde se lo vio por última vez.