A partir de la intensificación de los controles que se llevan adelante en todas las unidades penitenciarias de la provincia desde la asunción de la actual gestión, en los seis primeros meses del año el gobierno de Santa Fe secuestró un total de 3.148 gramos de droga (2.297,86 gr. de marihuana y 849,82 gr. de cocaína).

Se trata de acciones coordinadas por la Secretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia y Seguridad. El informe detalla que 1.475,2 gr. de los estupefacientes se secuestraron en el ingreso de los visitantes y familiares; 505,74 gr en los ingresos y egresos de los internos con salidas transitorias; 637,34 gr. en las requisas realizadas a los presos y 1.003 gr. al personal penitenciario -que recibió además la correspondiente sanción-.

“Los controles son estrictos, permanentes y para todo el mundo: internos, visitantes y empleados del Servicio Penitenciario”, sostuvo la secretaria de Asuntos Penitenciarios, Lucía Masneri. “Estos controles no se limitan solo al uso de los scanner, sino que es muy importante y necesario el trabajo de los agentes penitenciaros”, resaltó.

En cuanto a los resultados, la funcionaria valoró que son “altamente positivos y tienen que ver con el recurso humano que está trabajando todos los días para que esto se revierta y se controle”.

Cabe señalar que desde el inicio de la actual gestión, el gobierno de Maximiliano Pullaro delineó acciones concretas para los penales como la implementación del sistema de internos de alto perfil y la puesta en vigencia de la Ley de Ejecución Penal que rige en Santa Fe desde comienzo del 2024 y permite, entre otras cosas, requisas sorpresivas y aleatorias. 

"Body scanners" es una tecnología que tiene como objetivo detectar el ingreso de elementos prohibidos al servicio penitenciario. Son utilizados tanto para el registro de las visitas, como del propio personal de seguridad. El primero, un detector por el que ingresarán todos los bolsos, mochilas o equipajes que las visitas de los presos y los agentes penitenciarios lleven a las instalaciones. 

El sistema permite detectar amenazas ocultas o, incluso, dentro del cuerpo o en las cavidades corporales, como por ejemplo armas metálicas y no metálicas, drogas, teléfonos celulares, contrabando de todo tipo, explosivos, herramientas.